Milei busca alivio económico en crucial reunión con Trump en la Casa Blanca

El líder libertario de Argentina, Javier Milei, ha colmado de elogios al presidente de Estados Unidos Donald Trump en preparación para su primera reunión en la Casa Blanca, que se llevará a cabo el martes. Es una táctica que ha ayudado a transformar al atribulado país en uno de los aliados más cercanos del gobierno de Trump.
Las efusivas declaraciones no son nada nuevo para Milei, cuyas drásticas reducciones en el gasto estatal y ataques a los “izquierdistas woke”, aludiendo a la ideología progresista, le han ganado seguidores entre los conservadores de Estados Unidos.
Milei escribió el lunes en las redes sociales, felicitando al presidente de Estados Unidos por asegurar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, donde se mantiene una tregua tras una devastadora guerra de dos años entre Israel y Hamás: “Su compromiso con la vida, la libertad y la paz ha devuelto la esperanza al mundo”.
“Es un honor considerarlo no solo un aliado en la defensa de esos valores, sino también un querido amigo y un ejemplo de liderazgo que inspira a todos los que creemos en la libertad”, escribió.
La profunda amistad entre Trump y Milei ya ha dado frutos para Argentina, más recientemente, en forma de un rescate de 20.000 millones de dólares.
Los expertos dicen que el mandatario argentino llega a la Casa Blanca con dos objetivos claros. Uno es negociar exenciones o reducciones en los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos argentinos.
El otro es ver cómo Estados Unidos implementará una línea de intercambio de divisas de 20.000 millones de dólares para apuntalar el peso argentino y reponer sus agotadas reservas de divisas extranjeras antes de las cruciales elecciones intermedias, que se llevarán a cabo a finales de este mes.
Recurriendo a Trump en medio de la crisis
El gobierno de Trump tomó una decisión muy inusual al intervenir en el mercado de divisas de Argentina después de que el partido de Milei sufriera una aplastante derrota el mes pasado en una elección local.
Junto con los reveses en el Congreso, dominado por la oposición, la aplastante derrota del partido generó una crisis de confianza cuando los votantes en la provincia de Buenos Aires expresaron su frustración con el aumento del desempleo, la contracción de la actividad económica y los escándalos de corrupción en ciernes.
Alarmados de que esto pudiera anunciar el fin del apoyo popular al programa de libre mercado de Milei, los inversores se deshicieron de los bonos argentinos y vendieron el peso.
El Tesoro de Argentina comenzó a perder preciosas reservas de dólares a un ritmo febril, tratando de apuntalar la moneda y mantener su tipo de cambio dentro de la banda de negociación establecida como parte del reciente acuerdo de 20.000 millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional.
Pero a medida que el peso continuaba cayendo, Milei se desesperó.
Se reunió con Trump el 23 de septiembre mientras estaba en la ciudad de Nueva York para asistir la Asamblea General de las Naciones Unidas. Una ráfaga de palmadas en la espalda, apretones de manos y halagos mutuos entre ambos rápidamente dio paso a que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, prometiera públicamente a Argentina un salvavidas de 20.000 millones de dólares.
Los mercados celebraron y los inversores respiraron aliviados.
El tiempo lo es todo
En los días posteriores, el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, pasó horas en reuniones en Washington tratando de cerrar el acuerdo.
La tranquilidad llegó el jueves pasado, cuando Bessent anunció que Estados Unidos permitiría que Argentina intercambiara hasta 20.000 millones de dólares en pesos por una suma igual en dólares. Tras afirmar que el éxito del programa de Milei era “de importancia sistémica”, Bessent agregó que el Tesoro de Estados Unidos compró directamente una cantidad no especificada de pesos.
Para el gobierno de Trump, el momento fue incómodo debido a sus dificultades para manejar la percepción pública al rescatar a un moroso reincidente en medio de un cierre del gobierno que ha provocado despidos masivos.
Pero para Argentina, llegó justo a tiempo.
Consciente de cómo una moneda débil podría amenazar su emblemático logro de domar la inflación y perjudicar su popularidad, Milei espera evitar lo que muchos economistas ven como una inevitable devaluación de la moneda hasta después de las elecciones intermedias, que se realizarán del 26 de octubre.
Es probable que una devaluación del peso alimente un resurgimiento de la inflación.
“Milei va a Estados Unidos en un momento de desesperación”, dijo Marcelo J. García, analista político y director para las Américas de la consultora de riesgo político Horizon Engage.
“Necesita recrear las expectativas del mercado y mostrar que su programa puede ser sostenible”, agregó. “El gobierno trata de ganar algo de tiempo para llegar a las elecciones intermedias sin correcciones de rumbo importantes, como devaluar o dejar flotar el peso”.
Sin condiciones
Milei fue vago cuando se le presionó para dar detalles sobre sus conversaciones con Trump, previstas para el martes. Los funcionarios dicen que tendría una reunión de dos horas con el mandatario estadounidense, seguida de un almuerzo de trabajo con otros altos funcionarios.
También se prevé que participe en una ceremonia en la Casa Blanca en honor a Charlie Kirk, el prominente activista político de derecha asesinado a tiros el mes pasado. Milei se cruzaba a menudo con Kirk en el circuito de conferencias de la ascendente derecha global.
“No tenemos una agenda monotemática, sino con múltiples temas”, dijo Milei el lunes a la radio El Observador en Buenos Aires. “Aquellas cosas que ya están cerradas se anunciarán, y quedarán pendientes las que les falte poner el moño”.
No está claro qué condiciones, si es que hay alguna, ha impuesto el gobierno de Trump al acuerdo de intercambio de divisas, que los legisladores demócratas y otros críticos han calificado como un ejemplo de cómo el mandatario republicano recompensa a sus incondicionales a expensas de los contribuyentes estadounidenses.
No ha habido noticias sobre cómo Argentina, el mayor deudor del FMI, terminará pagando a Estados Unidos por estos 20.000 millones de dólares, que se suman al préstamo del FMI por la misma cantidad en abril. Y ese se sumó a un préstamo anterior del FMI por 40.000 millones de dólares.
A pesar de toda la ayuda, el gobierno de Milei no cumplió con los objetivos iniciales del FMI para reconstruir las reservas de divisas.
“Estados Unidos debería estar preocupado de que Argentina haya tenido que regresar por 20.000 millones de dólares más tan rápidamente tras obtener 14.000 millones de dólares por adelantado del FMI”, dijo Brad Setser, exfuncionario del Tesoro y actual miembro del Consejo de Relaciones Exteriores.
“Me preocupa que esto pueda ser solo un puente a corto plazo y no deje a Argentina mejor equipada” para abordar sus problemas, agregó.
Pero en la entrevista de radio antes de su vuelo, Milei estaba optimista. Se deshizo en elogios sobre el apoyo de Estados Unidos por salvar a Argentina de “la franquicia local del socialismo del siglo XXI” y se mostró poético sobre el potencial económico de Argentina.
“Habrá una avalancha de dólares”, dijo Milei. “Nos van a salir los dólares hasta por las orejas”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.