‘Cadáveres alienígenas’ de hace 1.000 años son de esqueletos individuales, afirman médicos mexicanos
Especímenes "no humanos" han sido sometidos a TAC y otras pruebas en medio del creciente escepticismo sobre su origen
Los dos “cadáveres extraterrestres” que fueron sometidos a pruebas tras su exhibición en el Congreso de México la semana pasada pertenecían a un único esqueleto, sin indicios de “ensamblaje o manipulación de los cráneos”, según han afirmado médicos mexicanos.
Los científicos llevaron a cabo una serie de pruebas a los dos especímenes “no humanos” que previamente se habían mostrado a los políticos mexicanos en el Congreso.
El periodista Jaime Maussan declaró bajo juramento ante la Cámara que los pequeños cadáveres fueron recuperados de unas minas de diatomeas de Cuzco, Perú, y que casi un tercio de su ADN sigue siendo “desconocido”.
Se dijo a los políticos que los cadáveres tenían una antigüedad estimada de 1.000 años. Maussan hizo afirmaciones similares en Perú que luego fueron desmentidas, incluidas cinco momias encontradas en Perú en 2017, que luego una investigación demostró que eran niños humanos.
La supuesta exhibición alienígena de la semana pasada fue cuestionada por científicos, académicos y arqueólogos, que argumentaron que los cadáveres eran “demasiado humanoide” para ser genuinos.
José Zalce Benítez, director del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud, afirmó que los estudios concluyeron que los supuestos alienígenas pertenecían a un único esqueleto y no estaban ensamblados con objetos humanos.
Dijo que su equipo encontró que uno “estaba vivo, estaba intacto, era biológico y estaba en gestación”, en referencia a los supuestos bultos encontrados dentro del abdomen de uno de los cadáveres, que podrían ser huevos, informó New York Post.
El director había afirmado anteriormente que “estos cuerpos no tienen ninguna relación con seres humanos”.
Los supuestos cadáveres tienen forma humanoide, con cuerpo pequeño, cabeza alargada y tres dedos en cada mano.
Maussan afirmó que los cuerpos, con dos brazos y dos piernas, tenían huesos fuertes y ligeros y carecían de dientes, y además poseían implantes de cadmio y osmio.
El profesor Brian Cox fue uno de los críticos que señaló que era “muy improbable que una especie inteligente que evolucionara en otro planeta se pareciera a nosotros”.
“En segundo lugar, envíe una muestra a 23andme (empresa de análisis genéticos), o bien a la universidad de al lado, y se lo dirán en 10 minutos”, escribió en X, antes conocido como Twitter.
La Universidad Nacional Autónoma de México, en un comunicado, dijo que sus investigadores nunca habían examinado los especímenes reales, sino que se habían limitado a realizar pruebas de carbono en muestras de piel proporcionadas por un cliente en 2017.
Su datación por carbono “solo pretendía determinar la antigüedad de la muestra aportada por cada usuario y en ningún caso sacamos conclusiones sobre el origen de dichas muestras”, dijo la universidad.