El gobierno de Panamá busca desmarcase de lo que llamó "conflicto geopolítico" entre China y EEUU

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, buscó el jueves desmarcar a su país de lo que consideró un “conflicto geopolítico” entre Estados Unidos y China, luego de que la embajada norteamericana anunciara la colocación de torres de telecomunicaciones en territorio panameño en reemplazo de unas de tecnología asiática.
El miércoles, la embajada de Estados Unidos en Panamá aseguró mediante un comunicado que invertirá ocho millones de dólares en instalar siete torres en cuatro provincias del país para sustituir infraestructura de la compañía china Huawei.
Durante su conferencia de prensa semanal, la respuesta de Mulino fue que no permitiría que su país quede en medio de disputas entre China y Estados Unidos; aludiendo a “comunicados” y “planteamientos” con los que considera que se está intentando “jalar a Panamá en un conflicto geopolítico”.
"Ellos peleen su problema en Washington o en Beijing, pero no en el patio panameño”, agregó el mandatario.
La embajada estadounidense dijo en su nota del miércoles que con las nuevas torres reafirma su apoyo a los estamentos de seguridad panameños en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado y la trata de personas. Y añadió que busca “proteger la seguridad nacional de nuestros países de la amenaza del Partido Comunista Chino”.
La tensión se produce en medio del resurgimiento de una guerra comercial entre ambas potencias, reactivada este año por el presidente Donald Trump. Washington ha presionado para que países como Panamá reduzcan la presencia china en sectores estratégicos. Amenazó con retomar el Canal de Panamá porque estaba bajo el control y la influencia de la nación asiática.
“Ahora, donde vamos, todo lo hace el gobierno de Trump y todo lo financia el gobierno de Trump; cuando es mentira ”, agregó el presidente.
El mandatario panameño compareció junto al ministro de Seguridad, Frank Abrego, para que explique a los periodistas el verdadero origen de las torres de origen chino.
Según Abrego, el proyecto comenzó en 2017 en Darién y fue desarrollado por el Servicio Nacional de Fronteras con fondos panameños.
“Estados Unidos, que nos ha donado en algún momento equipo de alta tecnología y que también hemos adquirido a través de recursos propios en el transcurso del tiempo, objeta el proyecto basado en que la seguridad de sus equipos tecnológicos corren peligro de que sean escuchados o transmitidos” dijo el ministro.
Añadió que Estados Unidos alegaba que la red que se estaba instalando no cumplía con los requisitos de seguridad militares que su país utiliza.
Ante esto, el gobierno estadounidense se ofreció a financiar el proyecto de allí en adelante —en el año 2019—, explicó Abrego. Durante la pandemia, el proyecto se detuvo y se reanudó el año pasado.
El presidente Mulino solicitó a la embajada de Estados Unidos que “se abstenga” de estar haciendo pronunciamientos públicos.
“Ese es un comunicado (el de la víspera) unilateral de la Embajada de Estados Unidos", insistió el gobernante. También anunció que revisará personalmente las instalaciones del proyecto.