Juez libera a científica rusa acusada de contrabando de embriones de rana

Una científica nacida en Rusia e investigadora de la Universidad de Harvard acusada de contrabandear embriones de rana a Estados Unidos compartió abrazos y risas con sus simpatizantes después de que un juez la liberara de la custodia federal el jueves.
“Solo quiero agradecer a todos”, dijo Kseniia Petrova, fuera del edificio federal en Boston, poco después de su liberación.
Llevaba una camiseta que decía “Hakuna Matata”, una frase popular de “El Rey León” que significa “sin preocupaciones”.
“Mucha gente comenzó a contactarme y a enviarme cartas, y fue un gran apoyo sin el cual no habría podido sobrevivir”, manifestó.
“Nunca me sentí realmente sola ni un minuto cuando estuve bajo custodia, y eso realmente me ayudó mucho”, añadió Petrova.
La investigadora, de 30 años, que compareció ante el tribunal con un overol naranja, había estado bajo custodia federal desde febrero.
Los abogados de ambas partes llegaron a un acuerdo sobre las condiciones para la liberación de Petrova, que incluían limitar sus viajes. Las autoridades aún retienen su pasaporte. La científica debe volver al tribunal la próxima semana para una audiencia de causa probable sobre el cargo de contrabando.
“Escuché que está soleado. Adiós”, dijo la jueza magistrada Judith Dein después de aprobar el acuerdo.
Greg Romanovsky, el abogado de Petrova, comentó que su cliente aún no ha “decidido si quiere permanecer en Estados Unidos”.
“Tiene ofertas de diferentes países del mundo, países que están ansiosos por apoyar la importante investigación que ella realiza. Está evaluando sus opciones en este momento y está muy agradecida de estar libre”, señaló.
A principios de este año, Petrova volvía de unas vacaciones en Francia, donde se detuvo en un laboratorio especializado en cortar secciones superfinas de embriones de rana y obtuvo un paquete de muestras para investigación. Fue interrogada sobre ellas mientras pasaba por un control de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston.
Después de un interrogatorio, se le informó que su visa había sido cancelada.
La científica fue detenida brevemente por agentes de inmigración en Vermont, donde presentó una petición solicitando su liberación. Posteriormente, fue enviada a una instalación de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Luisiana.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado publicado en X que Petrova fue detenida por “mentir a los agentes federales sobre llevar sustancias al país”. Alegan que los mensajes en su teléfono “revelaron que planeaba contrabandear los materiales a través de la aduana sin declararlos”.
La investigadora dijo en abril en una entrevista con The Associated Press que no se dio cuenta de que los artículos tenían que ser declarados y que no trataba de introducir nada de contrabando en el país.
En mayo, Petrova fue acusada de contrabando en Massachusetts mientras un juez federal en Vermont fijaba la fecha de la audiencia sobre su petición. El mismo juez dictaminó posteriormente que las acciones de los oficiales de inmigración eran ilegales, que Petrova no representaba un peligro y que los embriones no estaban vivos, no eran peligrosos y “no representaban una amenaza para nadie”.
El juez liberó a Petrova de la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), pero permaneció bajo la custodia del Servicio de Alguaciles Federales de Estados Unidos por el cargo de contrabando antes de su liberación el jueves.
Colegas y académicos han testificado en nombre de Petrova, diciendo que realiza una valiosa investigación para avanzar en la cura del cáncer.
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McCormack informó desde Concord, Nueva Hampshire.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.