Consejo Permanente de la OEA aprueba investigar a Almagro
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos aprueba por una abrumadora mayoría que se realice una investigación externa al secretario general de la organización, Luis Almagro, sobre presuntas faltas éticas por una relación íntima con una de sus subordinadas
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos aprobó el viernes por abrumadora mayoría que se realice una investigación externa al secretario general, Luis Almagro, sobre presuntas faltas éticas en las que habría incurrido al mantener una relación íntima con una de sus subordinadas.
La votación tuvo lugar a pedido de Antigua y Barbuda, y Uruguay, después que el inspector general de la OEA dijo en un memorando que lo mejor era contratar a una compañía externa para que investigara denuncias de que Almagro pudo haber violado el código interno de ética.
Treinta países miembros de la OEA, entre ellos Estados Unidos, México y Uruguay, votaron en favor de la pesquisa externa. Dos se abstuvieron —Belice y Haití— y uno estuvo ausente: Granada.
Inmediatamente después de la votación, el mismo Almagro, de 59 años, admitió públicamente la relación sentimental con la mujer. Dijo asimismo que desde el comienzo ofreció colaborar con transparencia.
“Quiero en definitiva confirmar, reconfirmar y superconfirmarles que existía esa relación”, expresó Almagro sin identificar a la mujer por su nombre. “Ella fue mi partner prácticamente por tres años, a nivel personal quizás los mejores de mi vida”.
Si bien la relación terminó “hace meses”, dijo Almagro, es algo de lo que nunca se arrepentirá.
La recomendación del inspector general de la OEA estuvo basada en un un reporte de The Associated Press que descubrió que Almagro mantenía una relación con una empleada mexicana que fue descrita, incluso en el sitio web de la organización, como “asesora principal” del secretario general.
El inspector general dijo que el informe de AP siguió a una denuncia anónima y vagamente detallada enviada a su oficina por el propio Almagro el 3 de junio.
El código de ética de la OEA prohíbe a sus funcionarios supervisar o participar en decisiones que benefician a personas con las que mantienen una relación sentimental.
Aunque Almagro admitió que mantuvo una relación con la mujer, no se refirió en ningún momento al cargo que ella tenía ni dijo si era subordinada de él. En oportunidades anteriores había asegurado que nunca supervisó a la empleada y que no participó en ninguna decisión relacionada con empleos, como autorizar aumentos salariales.
Los registros de empleo de la OEA muestran que la mujer, que no es identificada a pedido de la OEA, tuvo un aumento en su calificación salarial en algún momento antes del 30 de junio de 2019, y su contrato de corto plazo se extendió a uno a largo plazo mientras mantenía su relación con Almagro. En algunas biografías en línea, algunas de ellas publicadas en el sitio web de la OEA, aparece como la “asesora principal” del secretario general.
Almagro, de nacionalidad uruguaya, prometió en varias oportunidades cooperar con cualquier investigación.
“Nada de esto puede hacer cambiar mi visión de las instituciones y su funcionamiento y la responsabilidad que tenemos respecto a las mismas”, aseguró el viernes tras admitir su relación sentimental con la mujer.
No es la única crítica que enfrenta Almagro, quien llegó al liderazgo de la OEA en 2015 con un apoyo casi unánime.
Días atrás México criticó a Almagro por supuestamente traicionar los deseos de los miembros de la OEA cuando renovó unilateralmente en septiembre por cuatro años el contrato de la ombudsman, Neida Pérez, días antes de que se aprobara en la reunión anual de la organización un plan que ya había sido debatido para implementar un proceso abierto y competitivo para el puesto de liderazgo.
El contrato de Pérez expiraba el 21 de octubre, dos semanas después de que se adoptaran los nuevos procedimientos. La ombudswoman fue recientemente criticada por un panel de revisión superior de la OEA porque habría actuado de manera parcial al facilitar la destitución del jefe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de Almagro en 2020, un organismo administrado de forma independiente.
El propio secretario ejecutivo de la comisión enfrentaba quejas en el lugar de trabajo, pero contaba con el apoyo unánime de los siete comisionados del organismo de control.
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El periodista de la AP Joshua Goodman contribuyó con esta información.