Cadáveres sin identificar superan la capacidad de morgue en Guayaquil
La espiral de violencia criminal en una de las ciudades más peligrosas de Ecuador ocasionó hasta el jueves un problema adicional: la acumulación de cadáveres no reconocidos o no reclamados superó la capacidad de la morgue de Guayaquil.
La gobernación de Guayas, provincia de la que Guayaquil es cabecera, admitió el jueves en la tarde en un comunicado que “se logró resolver el inconveniente suscitado en los últimos días en la morgue" de esa ciudad, mencionando además que un contenedor de refrigeración —en el que se guardan los cuerpos una vez que las instalaciones del Servicio de Medicina Legal están repletas— había presentado fallos de funcionamiento.
Un funcionario de la gobernación de Guayas que pidió no ser identificado por no estar autorizado para dar declaraciones reconoció que el problema con el contenedor derivó en una acumulación de cuerpos sin identificar y sin refrigerar durante los últimos días. Algo que, según vecinos de la morgue, provocó malos olores en la zona.
Las autoridades ecuatorianas eludieron pronunciarse en las últimas 48 horas, después de que el martes el Servicio de Medicina Legal reconociera que “debido a la violencia criminal en el país, existe un mayor número de cadáveres” que llegan a la morgue y admitiera los fallos de operación en un contenedor refrigerado, que ya había sido reparado.
AP pidió información desde el miércoles a Medicina Legal y al ministerio de Salud, pero no obtuvo respuesta.
El comunicado de la gobernación de Guayas también aseguró el jueves que la unidad de refrigeración afectada ya había sido reparada para "evitar la propagación de malos olores”.
Horas antes, medios de comunicación como el canal Ecuavisa y Teleamazonas mostraron imágenes tomadas con drones en que se ve a personal sanitario retirar cuerpos de uno de los contenedores y regar algún producto en su entrada que neutralizara los líquidos que escapaban por debajo de las puertas de esa estructura.
Las autoridades tampoco han confirmado la cantidad de cuerpos sin identificar, aunque medios guayaquileños de televisión y prensa han mencionado que serían alrededor de 200.
Durante la semana pasada, de acuerdo con cifras de la policía, los servicios de medicina legal recogieron 40 cuerpos en una ciudad que el año 2023 registró un total de 3.762 muertes violentas, principalmente derivadas de enfrentamientos entre bandas criminales enfrentadas por zonas o rutas de distribución de drogas.
La emergencia sanitaria en la morgue de Guayaquil también provocó en los últimos días ráfagas de mal olor en barriadas cercanas, como Los Girasoles, a unos 500 metros de la morgue de Guayaquil, y en la avenida cercana José Rodríguez Bonín.
El ex jefe de medicina legal de la morgue de Guayaquil, Juan Montenegro, en declaraciones a The Associated Press, aseveró que se almacenan "cuerpos en contenedores, sin tener en cuenta la capacidad de enfriamiento, por lo que el proceso de descomposición es acelerado y evidente” lo que genera insalubridad, malos olores y líquidos putrefactos que van sin ningún tratamiento a la cañerías.
“No entiendo por qué no han enviado oportunamente los cuerpos a una fosa común, donado a las universidades o por qué no han entregado a los familiares, que están en la calle exigiendo los cuerpos”, expresó.
Y aseguró que “esas instalaciones no cumplen con estándares técnicos" y han causado una situación crítica “no solo para la ciudad, sino para las familias, porque estamos hablando de seres humanos”.
La situación se ve agravada, además, por la falta de espacios disponibles en los cementerios de Guayaquil que por ley están obligados a entregar el 2% de su capacidad para que sea ocupada por cuerpos sin identificar o reclamar. De acuerdo con reportes de Medicina Legal, el año pasado se inhumaron 88 cuerpos.
Los grandes asentamientos empobrecidos de la periferia de esa ciudad portuaria de 2,72 millones de habitantes, se han constituido en zona de violenta disputa de grupos criminales, al igual que ciudades cercanas como Durán, Samborondón y Daule, en donde a diario se registran víctimas de muertes violentas.
Guayas y otras seis provincias ecuatorianas, que concentran la mayor cantidad de homicidios del país —2.582 entre enero y el 10 de junio, según la policía—, están desde el 22 de mayo bajo estado de excepción decretado por el gobierno para enfrentar a la violencia criminal.
El exsubdirector del Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de esa ciudad, Juan Carlos Pérez, dijo que lo ocurrido no es aislado, sino que “revela un problema estructural profundo”, un mal manejo técnico y legal de cuerpos. Según su criterio, es resultado de las escasez de recursos, uso de contenedores inadecuados para la conservación y los retrasos que generan los procesos de justicia penal en asuntos de prueba e identificación, en resumen una “indudable mala gestión”.
La disposición inadecuada de cadáveres en Guayaquil fue también fuertemente cuestionada durante la pandemia de COVID-19, cuando se denunciaron casos de errónea o ninguna identificación de los cuerpos de los fallecidos y falta de refrigeración.