Caso de mujer embarazada con muerte cerebral mantenida con vida en Georgia plantea dudas difíciles

El caso de una mujer embarazada en Georgia que fue declarada con muerte cerebral y ha sido mantenida con soporte vital durante tres meses ha suscitado preguntas complejas acerca de la ley de aborto y si un feto es una persona.
Adriana Smith, una enfermera y madre de 30 años, estaba embarazada de aproximadamente dos meses cuando el 19 de febrero fue declarada con muerte cerebral, según un recaudación de fondos online iniciada por su madre. Los médicos señalaron que la estricta ley antiaborto de Georgia exige que permanezca con soporte vital hasta que el feto se haya desarrollado lo suficiente como para nacer, escribió su madre.
La ley, que está entre las promulgadas en estados conservadores después de que la Corte Suprema federal anulara el fallo del caso de Roe contra Wade en 2022, restringe el aborto una vez que se detecta actividad cardíaca en el feto, al que se le otorga condición de persona.
La madre de Smith afirma que esto ha dejado a su familia sin voz en una situación difícil y, con la fecha de parto aún a meses de distancia, se preguntan si el bebé nacerá con alguna dispacidad o si podrá siquiera sobrevivir. Algunos activistas, muchas de ellas mujeres negras como Smith, sostienen que el caso plantea cuestiones de igualdad racial.
¿Qué dice la ley?
Emory Healthcare, que gestiona el hospital, no ha explicado cómo los médicos decidieron mantener a Smith con soporte vital, excepto para explicar en un comunicado que se consideraron “las leyes sobre el aborto de Georgia y todas las demás leyes aplicables”.
En 2019, el estado adoptó una normativa para prohibir el aborto una vez que se pueda detectar actividad cardíaca, aproximadamente seis semanas después del embarazo, que entró en vigor tras la anulación de Roe contra Wade.
Esa ley no aborda explícitamente la situación de Smith, pero permite la interrupción del embarazo para preservar la vida o la salud física de la mujer. Otros tres estados tienen prohibiciones similares que se aplican a partir de entre las seis y 12 semanas y prohíben el aborto en todas las etapas de la gestación.
David S. Cohen, profesor de la Facultad de Derecho Thomas R. Kline de la Universidad de Drexel en Filadelfia, dijo que el hospital podría estar más preocupado por parte de la ley que otorga al feto derechos legales como “miembro de la especie Homo sapiens”.
Según Cohen, esto podría llevar al centro a considerar a Smith y al feto como dos pacientes y que, una vez que Smith estaba con soporte vital, tenían la obligación legal de mantener al feto con vida, incluso después de la muerte de la madre.
“Este es el tipo de casos sobre los que los profesores de derecho llevan hablando mucho tiempo cuando se refieren a la personalidad jurídica del feto”, apuntó.
Nabilah Islam Parkes, diputada estatal demócrata de Atlanta, dijo el viernes que envió una carta al fiscal general del estado, Chris Carr, solicitando un dictamen jurídico sobre la aplicación de la ley del aborto de Georgia cuando una mujer embarazada está en muerte cerebral.
División sobre personalidad jurídica dentro del movimiento antiabortista
Los grupos antiaborto están divididos sobre si deben apoyar las disposiciones acerca de la personalidad jurídica del feto, que están recogidas en la legislación de al menos 17 estados, según el grupo activista Pregnancy Justice.
Algunos alegan que los óvulos fertilizados, embriones y fetos deben ser considerados personas con los mismos derechos que los ya nacidos. Este concepto de personalidad jurídica busca otorgarles derechos en base a la 14ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que afirma que un estado no puede “privar a ninguna persona de la vida, la libertad o la propiedad, sin el debido proceso legal; ni negar a ninguna persona dentro de su jurisdicción igualdad de protección ante la ley”.
Algunos consideraban que la personalidad jurídica era políticamente inviable, especialmente después de que las enmiendas a las constituciones estatales que la reconocían fueran rechazadas por los votantes en Colorado, Mississippi y Dakota del Norte entre 2008 y 2014. Quienes se alejaron de esta idea buscaron leyes y restricciones a la interrupción del embarazo que no llegaran a reconocer esta condición, aunque a menudo se inspiraron en el concepto.
Los defensores de la personalidad jurídica fetal argumentan que esto carece de claridad moral. Algunos partidarios se han visto marginados en grupos nacionales antiaborto: el Comité Nacional por el Derecho a la Vida cortó lazos con su filial Georgia Right to Life en 2014 por su oposición a proyectos de ley que restringían el aborto pero permitían excepciones por violación e incesto.
Desigualdad en acceso a atención médica para mujeres negras
The Associated Press no ha podido ponerse en contacto con la madre de Smith, April Newkirk. Pero en declaraciones a la televisora WXIA de Atlanta, Newkirk contó que su hija acudió a un hospital quejándose de dolores de cabeza y que le dieron medicación y el alta. Más tarde, su novio se despertó al escuchar sus problemas para respirar y llamó al teléfono de emergencias 911. El Hospital Universitario de Emory determinó que tenía coágulos de sangre en el cerebro y fue declarada con muerte cerebral.
No está claro qué dijo Smith cuando fue al hospital o si la atención que recibió fue la habitual para sus síntomas. Pero las mujeres negras suelen quejarse de que sus dolores no se toman en serio, y una investigación de la AP reveló que sus resultados son peores debido a circunstancias relacionadas con el racismo y con la desigualdad en el acceso a la atención médica.
“Se debe confiar en las mujeres negras cuando se trata de nuestras decisiones de atención médica”, apuntó Monica Simpson, directora ejecutiva de SisterSong, la demandante principal en un caso contra la ley de aborto de Georgia.
“Como tantas mujeres negras, Adriana alzó la voz. Expresó lo que sentía en su cuerpo, y como profesional sanitaria, sabía cómo moverse en el sistema médico”, dijo Simpson, añadiendo que para cuando Smith fue diagnosticada “ya era demasiado tarde”.
No estaba claro si los coágulos cerebrales de Smith estaban relacionados con su embarazo.
Pero su situación es sin duda alarmante para quienes buscan soluciones a la disparidad en la tasa de mortalidad materna entre las mujeres negras. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en 2023 las mujeres negras tenían una tasa de mortalidad de 50,3 decesos por cada 100.000 nacidos. Eso es más del triple de la de las mujeres blancas, y está por encima de las de hispanas y asiáticas.
¿Cuál es la situación actual de Smith?
Aunque Smith está conectada a un respirador y posiblemente a otros dispositivos de soporte vital, haber sido declarada con muerte cerebral significa que está muerta.
Algunos expertos se refieren al “soporte vital” como “medidas de mantenimiento”, “soporte orgánico” o “soporte somático”, que se refiere al cuerpo como algo distinto de la mente.
Emory no ha revelado lo que se está haciendo para permitir que el feto de Smith continúe desarrollándose.
En otro caso en Florida, los médicos lograron que naciera el bebé de una mujer de 31 años que fue declarada con muerte cerebral en la semana 22 de embarazo, pero no sin semanas de monitoreo continuado, pruebas y atención médica. La familia de la mujer quería conservar el feto, según indicaron doctores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida en un artículo de 2023.
En su primer día de ingreso, los médicos le administraron hormonas para elevar su presión arterial y le colocaron un tubo de alimentación. Después de ser trasladada a una unidad de cuidados intensivos, una enfermera obstétrica permaneció junto a su cama continuamente para monitorear la frecuencia cardíaca y los movimientos del feto.
Estaba conectada a un ventilador, recibía esteroides y hormonas de forma regular y necesitó múltiples antibióticos para tratar la neumonía. El equipo médico que la atendía abarcaba múltiples especialidades: obstetricia, neonatología, radiología y endocrinología.
Los médicos realizaron una cirugía para extraer el feto a las 33 semanas, cuando su frecuencia cardíaca bajó, y el bebé parecía en buen estado al nacer.
“No tenemos datos científicos sólidos para guiar la toma de decisiones clínicas en estos casos”, indicó la doctora Kavita Arora, obstetra y ginecóloga en Carolina del Norte, quien planteó su preocupación sobre el efecto para el feto del uso prolongado de respiradores. “Simplemente, no hay muchos casos como este”.
El artículo de 2023 advirtió que "los costos no deben subestimarse".
No está claro si Smith, que según su madre era enfermera en el Hospital Universitario de Emory, tenía seguro sanitario. Pero JoAnn Volk, profesora, fundadora y codirectora del Centro de Reformas de Seguros de Salud en la Universidad de Georgetown, dijo que, en el caso de personas con seguro médico, generalmente depende del asegurador determinar si la atención es médicamente necesaria y está cubierta por el plan.
Aunque no está claro cuánto costará mantener a Smith con soporte vital hasta que el feto pueda nacer, o quién debe hacerse cargo de esa factura, la página de GoFundMe de su madre menciona al hijo de siete años de Smith y señala que el bebé podría tener graves discapacidades, por lo que se pretende recaudar 275.000 dólares.
___
Mulvihill informó desde Cherry Hill, Nueva Jersey. El periodista de The Associated Press Jeff Amy en Atlanta contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.