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Los corgis de la reina tienen un historial de morder a la gente, incluida la propia reina

Desde mordidas a los policías hasta los carteles de “Cuidado con el perro”, los corgis de la reina pueden no ser tan cariñosos como parecen

Meredith Clark
Jueves, 15 de septiembre de 2022 14:09 EDT
Nicola Sturgeon comparte una divertida anécdota sobre el mal comportamiento de uno de los corgis de la reina
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Un tuit viral ha descubierto información desgarradora sobre los queridos corgis de la reina Isabel II. Parece que las mascotas favoritas de la difunta monarca causaron bastantes problemas en la casa real, según los informes, pues mordieron al personal e incluso a la propia reina, al grado en el que tuvo que recibir tres puntos de sutura.

La reina Isabel II murió el 8 de septiembre en el castillo de Balmoral a los 96 años. A lo largo de su reinado de 70 años, la monarca británica fue conocida por su amor por la raza y tuvo más de 30 corgis en el transcurso de su vida. Aunque los corgis de la reina parecen criaturas adorables, un usuario de Twitter descubrió algunos datos poco conocidos sobre los perros que comprueban que haber vivido con sus amigos peludos pudo no haber sido siempre tan agradable.

La escritora e historiadora Hannah Rose Woods acudió a Twitter el 14 de septiembre después de leer una entrada de Wikipedia sobre los corgis de la reina. La sección se titulaba amenazadoramente, “Víctimas”.

“No esperaba que la entrada de Wikipedia para los corgis reales se pusiera tan aterradora”, tuiteó, junto con dos capturas de pantalla del sitio.

Según la página, la reina y su personal real han sido víctimas de mordidas por parte de los corgis en varias ocasiones. La primera ocurrió en 1954, cuando una corgi de Pembroke llamada Susan, que fue un obsequio para la reina en su cumpleaños número 18, mordió al relojero real, Leonard Hubbard, en el Royal Lodge en Windsor.

Un archivo del New York Times de 1954 informó que uno de los perros de la reina, posiblemente Susan, también mordió a uno de los guardias de la reina una semana después de morder a Hubbard. Más tarde en el mismo año, el corgi de la Reina Madre mordió a un policía de guardia en Londres.

En 1968, el miembro del parlamento Peter Doig pidió al personal real que colocara un cartel en el castillo de Balmoral que decía “Cuidado con el perro” después de que otro corgi mordiera a un cartero que estaba entregando una carta en el castillo.

“Este es un asunto de risa aquí, pero no es un asunto de risa para el cartero”, dijo Doig a la Cámara de los Comunes en ese momento, según St Joseph Gazette.

Cuando el mal comportamiento de los corgis comenzó a salirse de control, la familia real contrató a un psicólogo de animales en 1989 para adiestrar a los perros.

Pero los corgis no parecían morder solo a los humanos. En 1989, el perro de la Reina Madre, Ranger, lideró una manada de corgis que atacaron y mataron a Chipper, el amado dorgi (una mezcla de perro salchicha y corgi) de la reina. Y en 2003, uno de los perros amados de la reina, Pharos, que era descendiente de Susan en la décima generación, fue víctima de un ataque mortal por parte de Dotty, el bull terrier inglés de la princesa Anne.

El incidente ocurrió cuando la princesa Anne visitó a su madre en Sandringham Place el día de Navidad, cuando los corgis de la reina salieron corriendo por la puerta. “Cuando un sirviente abrió la puerta, los corgis de la reina bajaron corriendo la escalera principal para saludar a Anne”, informó The Sun en ese momento.

La Reina tuvo más de 30 corgis en el transcurso de su vida

“Pero Dotty fue tras Pharos, y le destrozó las patas traseras al corgi, fracturándole una en tres lugares distintos”.

Esa no fue la única transgresión de Dotty. En noviembre de 2002, la princesa Anne se declaró culpable de un cargo en virtud de la Ley de Perros Peligrosos, después de que el bull terrier inglés mordiera a dos niños en el Gran Parque de Windsor. A la princesa real se le ordenó pagar una multa de US$790: US$395 en compensación a los niños además de los costos judiciales de US$234.

La reina tampoco salió ilesa del comportamiento de sus queridos corgis. En marzo de 1991, trató de interrumpir una pelea entre diez perros y tuvo que recibir tres puntos de sutura en la mano izquierda. Dos de los perros de la Reina Madre también se unieron a la pelea. La chofer de la Reina Madre, Joan Collins, tuvo que recibir una vacuna contra el tétanos luego de que ella intentara intervenir.

“Ahora tengo clavada en mi mente una imagen mental de la reina tratando de interrumpir una pelea entre 10 de sus corgis”, dijo una persona en respuesta al tuit viral.

“Propongo La Verdadera Historia de los Corgis Reales para una microserie”, escribió otro usuario.

Hace unos días, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, rindió homenaje a la reina al compartir una historia divertida sobre los corgis problemáticos. “Una de las jóvenes corgis de la reina, una hermosa cachorra llamada Sandy, se estaba comiendo el interruptor de una lámpara”, dijo Sturgeon, quien describió la experiencia como “tensa”.

“Por fortuna, se evitó la tragedia y Sandy salió ilesa, aunque no sin que su dueña la reprendiera con severidad”.

Tras la muerte de la reina Isabel II, se ha especulado mucho sobre el destino de sus dos perros que le sobreviven. El 11 de septiembre se anunció que el duque y la duquesa de York heredarán dos de los perros de la reina, Muick y Sandy. Ambos perros fueron un obsequio para la difunta monarca por parte de su hijo, el príncipe Andrew.

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