Turistas demandan a un bar de playa griego por una cuenta de US$640 por dos bebidas y un “aperitivo”
Madre e hija tomaron dos bebidas y un pequeño plato de patas de cangrejo antes de recibir una factura por €520,80 (US$560) y una propina de €80 (US$86)
Dos turistas estadounidenses están iniciando acciones legales contra un bar de playa griego después de que les cobraran más de US$640 por dos bebidas y un plato de patas de cangrejo.
Brenda Moulton y su hija Kaylea, de 19 años, estaban visitando la playa de Platis Gialos en Mykonos cuando afirman que el DK Oyster Bar las atrajo y, según creen, les cobró de más.
“Un empleado de uno de los restaurantes en Platis Gialos saltó frente a nosotras y comenzó a decir persistentemente: ‘¡Siéntense aquí! ¡Siéntense aquí!’”, le dijo Moulton al periódico griego θEMA.
Ellas afirman que disfrutaron de un mojito cada una y un plato de patas de cangrejo entre ambas antes de recibir una factura de US$560, con una propina “obligatoria” de US$86 añadida, lo que hace suma un costo de US$646 en total.
Moulton dijo que se negó a pagar la factura y le dijo al personal que “dos mojitos y dos patas de cangrejo no pueden sumar €600 [US$640]”. Ella afirma que un empleado del restaurante comenzó a amenazarla y le dijo que no podría volar de regreso a EE.UU. si se negaba a pagar.
“Entonces me dijo, textualmente: ‘Voy a llamar a la policía. Te retendrán aquí y no volverás a tu patria. Podemos encontrar fácilmente dónde vives’”, aseguró.
Bajo coacción, las turistas pagaron la cuenta y abandonaron el restaurante, pero dicen que se quedaron afuera por un tiempo, advirtiendo a otros visitantes de la playa sobre la “estafa” que habían sufrido.
Eventualmente, Moulton dice que “el ‘jefe’ de la tienda salió furioso y se acercó a nosotras en un estado de ánimo amenazante”.
Ahora ambas mujeres emprendieron acciones legales contra DK Oyster Bar. La abogada de Brenda Moulton, Marizanna Kikiri, dice que sus clientas sufrieron amenazas y trato injusto por parte del restaurante.
Platis Gialos es famoso por sus costosos hoteles y restaurantes de lujo (el chef Nusret “Salt Bae” Gökçe tiene un restaurante allí) y abundan los reportes de los consumidores sobre estafas en la zona.
Una reseña reciente del DK Oyster Bar dice “los insistentes camareros te engañarán para que pagues una factura más alta... y te intimidarán para que la pagues”, mientras que otra afirma: “La factura superó los €400 [US$430] por un par de bebidas mal preparadas”.
En 2019, otro turista estadounidense quedó impactado después de recibir una factura de €836 (US$900) por unos calamares y cervezas en el mismo restaurante.
En mayo, la turista estadounidense Cheryl Lamphere le dijo al Daily Mail que a ella y a sus amigas les habían cobrado US$1.640 por dos platos principales, una ensalada y algo de pan, y el personal del restaurante triplicó el tamaño de las porciones y dijo que los precios de los “platos” anunciados era por kilo.
Ella afirma que el grupo fue apartado de otros clientes e intimidado para pagar la factura con tarjeta.
“Todos los hombres en el restaurante se levantaron y nos rodearon, había al menos cinco de ellos, casi bloqueándonos. Fue una situación muy, muy aterradora porque éramos seis mujeres rodeadas por cinco hombres... Debo agregar, todos estaban vestidos de negro, era una especie de ambiente gángster”, concluyó.
Incluso ha aparecido un sitio web dedicado a advertir a los turistas sobre el bar: DKOysterScam.com. Ahí, quienes han ido al lugar recrean la experiencia de estar en el restaurante, y afirman que “los camareros están entrenados para presionarte para que ordenes” y que los menús “muestran el precio en gramos, lo que confunde a los turistas”.
DK Oyster Bar no respondió a dos solicitudes de comentarios de The Independent.