Científicos corroboran teoría de Einstein al observar que el Universo funcionaba a “cámara lenta”
Los cuásares se consideran los objetos más lejanos, brillantes y potentes del Universo
En los inicios del universo, hace más de 13 mil millones de años, el funcionamiento era a “cámara extremadamente lenta”, pero con el paso de los siglos, se ha suscitado una aceleración drástica, según concluyeron los científicos.
El descubrimiento, predicho por la teoría general de la relatividad de Einstein, finalmente se confirmó después de que los científicos observaran el universo poco después del Big Bang.
La teoría de Einstein sugiere que si pudiéramos ver el universo distante, cuando era mucho más antiguo que hoy, observaríamos que funcionaba de manera mucho más lenta. Pero los científicos no han podido mirar tan lejos y confirmar la teoría.
Ahora, los científicos utilizaron los cuásares brillantes como una especie de reloj espacial, que les permitiría medir el tiempo cuando el universo era mucho más antiguo de lo que es hoy.
“Mirando hacia atrás a una época en la que el universo tenía poco más de mil millones de años, vemos que el tiempo parece fluir cinco veces más lento”, manifestó Geraint Lewis de la Universidad de Sídney, autor principal de la nueva investigación.
“Desde la posición en la que se encontraba este universo naciente, un segundo parecería un segundo, pero desde donde estamos ahora, más de 12 mil millones de años en el futuro, ese tiempo inicial parece prolongarse”.
El profesor Lewis y otros investigadores recopilaron datos de 200 cuásares para la investigación. Los cuásares son agujeros negros supermasivos muy activos que se encuentran en medio de las primeras galaxias y, por lo tanto, brindan una forma confiable de mirar hacia atrás a un universo mucho más joven.
Investigadores anteriores habían hecho lo mismo utilizando supernovas o estrellas masivas en explosión. Son útiles, pero también son difíciles de ver en las distancias tan largas del universo primitivo, lo que significa que la confirmación se limita solo a aproximadamente la mitad de la edad del cosmos.
Ahora, gracias al uso de cuásares, los científicos pudieron mirar mucho más atrás, a solo una décima parte de la edad del universo, cuando apenas tenía mil millones de años.
“Gracias a Einstein, sabemos que el tiempo y el espacio están entrelazados y, desde el amanecer de los tiempos en la singularidad del Big Bang, el universo se ha estado expandiendo”, explicó el profesor Lewis.
“Dicha expansión del espacio significa que nuestras observaciones del universo primitivo deberían parecer mucho más lentas que el paso del tiempo actual”.
“En este documento, establecimos que se remonta a unos mil millones de años después del Big Bang”.
Para confirmar los hallazgos, los científicos examinaron los detalles de 190 cuásares que se habían recopilado a lo largo de dos décadas. Pudieron estandarizar el “tictac” de cada uno de los cuásares y luego compararlos, lo que mostró que la expansión y aceleración del universo se podía ver en los datos.
“Con estos datos incitantes, pudimos trazar el tictac de los cuásares, revelando así la influencia de la expansión del espacio”, dijo el profesor Lewis.
El trabajo se describe en un nuevo artículo, ‘Detection of the cosmological time dilatation of high-redshift quasars’ (en español sería Detección de la distorsión cosmológica del tiempo en cuásares de alto desplazamiento hacia el rojo), publicado en Nature Astronomy.
Traducción de Michelle Padilla