16 películas de terror tan aterradoras que traumatizaron a los actores durante el rodaje
Las películas de terror están hechas para asustar al público, no a los actores. Greg Evans repasa 16 cintas que se volvieron demasiado reales para sus protagonistas
Las películas de terror tienen una extraña dualidad: logran asustarnos y emocionarnos al mismo tiempo. Ya sea con un sobresalto que acelera el pulso o una escena tan inquietante que arruina el sueño, el encanto del género radica en su capacidad para explorar los rincones más oscuros de la mente humana.
Y aunque muchas de esas escenas parecen traumáticas, suele reconfortarnos pensar que, al final, todo es ficción. Nadie está sufriendo de verdad. O al menos… eso queremos creer.
A lo largo de la historia del cine, directores y actores han llevado sus límites al extremo para dar vida a visiones intensas y perturbadoras. En el mundo del terror, eso a veces significa cruzar líneas peligrosas.
El resultado: miembros del elenco emocionalmente quebrados, rodajes marcados por el caos y heridas que, en algunos casos, traspasan la pantalla y dejan secuelas duraderas en la vida real.
Estas 16 películas de terror no solo asustaron al público, también afectaron a los actores que las vivieron desde dentro:
Psicosis (1960)
En una entrevista con The New York Times en 1996, Janet Leigh confesó que “dejó de ducharse” tras quedar profundamente perturbada por la icónica escena en la que su personaje es asesinado en la ducha del Motel Bates. Y cuando no tenía más opción, tomaba medidas extremas.
Leigh relató: “Me aseguro de que todas las puertas y ventanas estén bien cerradas. Dejo la puerta del baño y la cortina de la ducha abierta. Siempre me mantengo mirando hacia la puerta, alerta, sin importar dónde esté el cabezal de la ducha”.
Midsommar (2019)
Al menos tres integrantes del elenco de Midsommar, el perturbador thriller pagano escandinavo dirigido por Ari Aster, confesaron haber sufrido consecuencias psicológicas tras participar en la película.
Florence Pugh, protagonista del filme en el papel de Dani, reveló en el pódcast Off Menu en 2023 que se llevaba a sí misma a extremos emocionales para conectar con el trauma de su personaje, más allá de lo que muchos actores considerarían necesario. “Me metía ideas en la cabeza que se volvían cada vez más oscuras y deprimentes. Creo que, al final, sin duda abusé de mí misma para lograr esa actuación”, confesó Pugh.
Y no fue la única que lo sintió así. Jack Reynor contó a Collider que tuvo que trabajar en su salud mental durante todo el rodaje. Por su parte, Will Poulter reveló a Empire que sufrió “pesadillas horribles y muy intensas” durante la filmación, algo que lo tomó completamente por sorpresa.

La noche de Halloween (1978)
Kyle Richards tenía apenas nueve años cuando participó en La noche de Halloween. Aunque el rodaje no le resultó aterrador, ver la película ya terminada, siendo todavía una niña, tuvo un impacto profundo en ella.
En una entrevista con Hollywood Daily News en 2013, Richards recordó: “No tenía idea de lo que me esperaba. Verla editada por primera vez fue como ver una película totalmente diferente. Daba mucho miedo, y la verdad es que dormí con mi mamá hasta los 15 años después de eso. Estaba aterrada”.
La posesión (1981)
Según el director Andrzej Żuławski, la actriz Isabelle Adjani —quien ganó el premio a mejor actriz en Cannes por su intensa y desgarradora actuación en este angustiante drama de ruptura con tintes lovecraftianos— intentó quitarse la vida después de ver el montaje final de la película.
En un documental sobre su carrera, estrenado en el año 2000, el cineasta polaco admitió: “Creo que fui responsable. Fue mi culpa. Si alguien actúa en una de mis películas y luego atraviesa algo así, eso significa que no supe ver lo que estaba pasando”.
Décadas después, en una entrevista con la revista Interview en 2023, Adjani reflexionó: “Recuerdo —si se me permite hacer una comparación con mi propia carrera y ciertas experiencias con [el director] Andrzej Żuławski— que acepté participar en algo cargado de una violencia enorme. Con el tiempo, entendí que es algo que jamás volvería a aceptar. Forma parte de todo eso que mi subconsciente ha estado tragando e incubando a lo largo de los años”.
Los pájaros (1963)
Tippi Hedren asegura que fue torturada en el set de Los pájaros, el clásico de Alfred Hitchcock, cuando se usaron aves reales entrenadas para picotearla después de que los pájaros mecánicos dejaran de funcionar.
En una entrevista con Vogue en 2016, la actriz recordó: “Nunca sentí miedo, solo estaba abrumada, como en estado de shock. Me repetía una y otra vez: ‘No voy a dejar que él me quiebre’”. Cuando Hitchcock finalmente gritó “¡corte!”, Hedren no pudo contenerse:
“Me quedé sentada en el suelo, sin poder moverme, y empecé a llorar de puro agotamiento. Pasaron varios minutos antes de que levantara la vista y me diera cuenta de que todos se habían ido. Estaba sola, completamente vacía, en medio de ese enorme y silencioso plató”.

El legado del diablo (2018)
Ari Aster es conocido por llevar al límite a sus actores y El legado del diablo (2018), su debut como director, no fue la excepción. Según Alex Wolff, protagonista de la película, la experiencia fue tan intensa que terminó desarrollando una especie de trastorno de estrés postraumático.
En una entrevista con Vice, lo describió así: “Es difícil explicarlo con claridad. Es una sensación. No creo que puedas atravesar algo así sin quedar marcado de alguna forma. Cuando empecé a hablar del tema, todos esos recuerdos perturbadores volvieron de golpe. Me quitaban el sueño, al punto de caer en una especie de masoquismo emocional, donde trataba de absorber cada emoción negativa que pudiera sacar de ahí”.
El resplandor (1980)
El trato que Stanley Kubrick le dio a Shelley Duvall durante el rodaje de El resplandor es legendario por lo extremo, ya que la hizo repetir una escena 127 veces —una cifra récord— para lograr el nivel de tensión que buscaba.
Las consecuencias físicas y emocionales fueron serias: deshidratación por tanto llorar y caída de cabello.
En el libro The Complete Kubrick (2000), Duvall relató: “De mayo a octubre estuve lidiando con problemas de salud. El estrés fue enorme. Stanley me presionó y me empujó más allá de lo que nadie me había exigido. Es el papel más difícil que he interpretado en mi vida”.

It: Capítulo dos (2019)
Después de protagonizar la secuela del éxito de 2017, James McAvoy confesó que la interpretación de Bill Skarsgård como Pennywise fue tan perturbadora que le provocó pesadillas.
En una entrevista con la agencia PA, el actor escocés contó: “La única que recuerdo con claridad es esta: estoy acostado de lado en la cama y él está ahí, conmigo. Me acaricia suavemente la espalda y dice: ‘Despierta, James, despierta’. Estaba aterrorizado, fingiendo estar dormido. Solo pensaba: tengo que seguir fingiendo que duermo, tengo que seguir fingiendo. Tuve muchas pesadillas con Pennywise, pero esa es la que más se me quedó”.
El silencio de los inocentes (1991)
Aunque tanto Anthony Hopkins como Jodie Foster ganaron el Oscar por sus papeles en El silencio de los inocentes, Foster ha admitido que el personaje de Hannibal Lecter la dejó aterrada.
En una entrevista en The Graham Norton Show (2016), la actriz recordó: “El primer día tuvimos una lectura [...] y al terminar, no quería volver a hablar con él nunca más. Estaba aterrada. Terminamos la película sin haber tenido una conversación. Lo evité todo lo que pude”.
Sin embargo, parece que el sentimiento era mutuo, ya que Foster añadió: “Fue el último día y él se me acercó. Se me llenaron los ojos de lágrimas y le dije: ‘En serio, me diste mucho miedo’. Y él respondió: ‘¡Yo también te tenía miedo a ti!’”.
La masacre de Texas (1974)
Aunque La masacre de Texas es recordada como una película sangrienta, su momento más inquietante no incluye una sola gota de sangre.
En una entrevista con Esquire en 2021, Gunnar Hansen —quien interpretó a Leatherface— confesó que la escena de la cena, donde el personaje de Marilyn Burns es atormentado por la familia sádica, se le quedó grabada para siempre:
“Creo que fue por el nivel de sufrimiento. Para ese punto, ya estábamos al borde del colapso mental. Marilyn me contó lo horrible que fue para ella, estaba aterrada... solo el hecho de estar atada a una silla con esos hombres encima todo el tiempo la desquiciaba. Esa escena fue sin duda la parte más intensa de la película, y creo que todos estábamos un poco locos ya”.

El proyecto de la bruja de Blair (1999)
Gran parte del impacto de El proyecto de la bruja de Blair, uno de los mayores éxitos de 1999, se debe al pánico real y a la sensación de desesperanza que los actores lograron transmitir.
Según los directores, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, mucho del miedo que se ve en pantalla era auténtico. Además de haberse perdido de verdad en el bosque, los protagonistas fueron acosados por los propios directores, quienes incluso sacudían sus tiendas de campaña por las noches para asustarlos.
En una de las escenas más recordadas, Heather Donahue grita “¿¡Qué carajos es eso!?” al ver algo fuera de cámara. Lo que ella no sabía era que se trataba del director de arte, Ricardo Moreno, corriendo junto a ellos vestido con calzoncillos largos blancos, medias blancas y pantimedias blancas en la cabeza.
Alien (1979)
Para lograr reacciones auténticas, Ridley Scott decidió no contarle al elenco lo que ocurriría en la ya legendaria escena en la que un alienígena emerge del pecho de John Hurt.
Una de las respuestas más impactantes fue la de Veronica Cartwright, quien, según el guionista Ronald Shusett, llegó a desmayarse cuando fue salpicada con sangre.
En una entrevista con Empire en 2009, Cartwright recordó: “Había cuatro cámaras grabando. Ves que la cosa empieza a salir, así que todos nos acercamos para ver qué pasaba. Gritan ‘¡Corte!’, y cortan un poco más la camiseta de John porque no iba a romperse como esperaban. Luego dicen: ‘Vamos de nuevo’. Volvemos a inclinarnos, y de repente, ¡sale disparado! Te juro que ninguno de nosotros se lo esperaba”.

Suspiria (2018)
Dakota Johnson tiene una forma clara de lidiar con el impacto de protagonizar películas de terror: ir a terapia.
Tras actuar en el remake de Suspiria (2018), dirigido por Luca Guadagnino y basado en el clásico de Dario Argento de 1977 —centrado en un aquelarre de brujas que dirige una escuela de ballet—, la actriz contó a Entertainment Weekly:
“Cuando trabajás con temas oscuros, a veces se te quedan pegados. Entonces, hablar con alguien amable después es una forma muy buena de cerrar el proyecto y seguir adelante”.
Mártires (2008)
Mártires es una película francesa de venganza extrema y violencia brutal que provocó que muchos espectadores abandonaran la sala durante su estreno en Cannes.
En una entrevista con Total Film en 2009, la actriz Mylène Jampanoï contó que la intensidad del rodaje la hacía regresar cada noche a su habitación para llorar, “porque estaba física y psicológicamente agotada”.
También comentó: “Todas mis escenas son violentas. Cuando acepté este proyecto, mi agente me advirtió que quizá no era la mejor decisión para una actriz. Me dijo que tal vez debía empezar con una comedia. Pero el guion era increíble, realmente impresionante. Sabía que sería una película que el público amaría o detestaría”.
Poltergeist (1982)
Producida por Steven Spielberg, Poltergeist es considerada una de las películas más “malditas” de la historia del cine. Los asesinatos y muertes ocurridos fuera del set dieron origen a rumores más aterradores que cualquier escena del filme.
La tensión constante durante el rodaje afectó al elenco, en especial a JoBeth Williams, quien interpretó a la madre de la familia. En una sesión de preguntas y respuestas en Reddit en 2014, Williams contó:
“Como teníamos que expresar miedo todo el tiempo, creo que todos estábamos con los nervios a flor de piel. En ese entonces no vivía en Los Ángeles, así que me alojaba en un departamento alquilado. Empecé a notar que cada noche, al volver del rodaje completamente agotada, los cuadros en las paredes estaban torcidos. Los acomodaba… y al día siguiente, al regresar, volvían a estar torcidos. Eso me ponía bastante incómoda con el lugar donde me quedaba. Finalmente me di cuenta de que, al cerrar la puerta de golpe al salir, los cuadros se movían por el impacto”.

Terror en Amityville (2005)
El característico humor relajado de Ryan Reynolds fue puesto a prueba durante el rodaje del remake de Terror en Amityville en 2005.
Mientras filmaban cerca de una casa junto a un lago, apareció el cuerpo de un pescador, un hecho que marcó el ambiente con una sensación de inquietud. Según contó el propio Reynolds, también comenzaron a ocurrir situaciones extrañas durante las noches de rodaje.
En una entrevista con MovieWeb, el actor canadiense explicó: “Creo que muchas personas inventan ese tipo de cosas para promocionar su película, pero realmente pasaron cosas raras. Varios miembros del equipo comenzaron a despertarse a las 3:15 de la madrugada, justo la hora en que, según la historia, ocurrieron las tragedias en esa casa. Pienso que fue algo inconsciente: lees el guion y, de repente, te despiertas a las 3:15 de la mañana”.
Traducción de Leticia Zampedri






