Monja elogia a Dodgers en polémica de Noche del Orgullo Gay; algunos arzobispos dicen "blasfemia"
Durante décadas, los Dodgers de Los Ángeles han soportado tanto las diatribas de los fanáticos como sus vítores
Los fanáticos devotos del béisbol pueden ver el desempeño de sus equipos como celestial o infernal, según la calidad de su juego. En este momento, es el manejo de Dodgers de Los Ángeles de su Noche del Orgullo anual —no el récord del equipo— lo que ha generado reacciones emocionales de personas religiosas, incluidos destacados líderes de la fe, monjas católicas e incluso del as All-Star del equipo.
De hecho, tres líderes católicos estadounidenses de alto rango opinaron esta semana que el equipo había cometido una blasfemia.
Los Dodgers han celebrado Noches del Orgullo desde hace 10 años, pero la edición de este año —que se llevará a cabo el viernes por la noche— se enredó el mes pasado en una controversia de alto perfil.
Bajo un aluvión de críticas de algunos católicos conservadores, el equipo rescindió la invitación a un grupo satírico LGBTQ+ llamado Sisters of Perpetual Indulgence (Hermanas de la Indulgencia Perpetua) para que fueran homenajeados durante la Noche del Orgullo. Los artistas de Sisters of Perpetual Indulgence —en su mayoría hombres que se visten extravagantemente como monjas— participan de manera activa en protestas y programas de beneficencia.
Una semana después, tras una vehemente reacción furiosa de los grupos LGBTQ+ y sus aliados, los Dodgers echaron marcha atrás: volvieron a invitar a los representantes en Los Ángeles del grupo para que fueran homenajeados por su trabajo de beneficencia y se disculparon con la comunidad LGBTQ+.
La decisión de los Dodgers fue bien recibida por los aliados de la comunidad LGBTQ+, incluidas algunas monjas católicas, pero enfureció a muchos católicos conservadores, incluso en los niveles más altos de la jerarquía estadounidense.
El lunes, el equipo fue fustigado en una declaración firmada por el arzobispo José Gómez de Los Ángeles, el cardenal Timothy Dolan de Nueva York y el arzobispo Timothy Broglio, de los Servicios Militares y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
Pidieron a los católicos que rezaran el viernes “como un acto de reparación por las blasfemias contra nuestro Señor que vemos en nuestra cultura de hoy”.
“Un equipo de béisbol profesional ha elegido ofensivamente honrar a un grupo cuya obscenidad y vulgaridad al burlarse de nuestro Señor, Su Madre y las mujeres consagradas no pueden sobreestimarse”, escribieron los arzobispos. “Esto no es sólo ofensivo y doloroso para los cristianos en todas partes. Es una blasfemia”.
Aunque la enseñanza católica oficial se opone al matrimonio y a la actividad sexual entre personas del mismo sexo, hay muchos católicos que quieren que la Iglesia sea más inclusiva con las personas LGBTQ+. Entre ellos hay monjas en Estados Unidos que han ministrado con empatía a los católicos LGBTQ+, y que prestaron atención especial cuando Sisters of Perpetual Indulgence fueron noticia el mes pasado.
Una de ellas, la hermana Jeannine Gramick, ha ministrado a los católicos LGBTQ+ durante más de 50 años y es cofundadora del Ministerio New Ways (Ministerio Nuevos Caminos), que aboga por ellos.
Compartió públicamente una carta que escribió a los Dodgers en la que recibió de buena manera que volvieran a invitar al grupo drag y en la que dijo que sus miembros merecían reconocimiento por su trabajo de beneficencia.
“Aunque me incomoda que Sisters of Perpetual Indulgence usen el atuendo antiguo de las monjas para llamar la atención sobre la intolerancia y el prejuicio, sea católico o no, hay una jerarquía de valores en esta situación”, escribió Gramick. “Creo que cualquier grupo que sirva a la comunidad, especialmente aquellos que son menos afortunados o están al margen de la sociedad, debe ser honrado”, agregó.
Sin embargo, la hermana Luisa Derouen, reconocida por su compromiso con los católicos transgénero, dijo que estaba “profundamente ofendida” por la decisión de los Dodgers de honrar a Sisters of Perpetual Indulgence.
“Me doy cuenta de que hacen bastante bien para muchas personas con su trabajo filantrópico y les agradezco por eso”, escribió a la AP en un correo electrónico. “Pero de donde proviene mi pasión sobre esto principalmente es con respecto a mi vida religiosa”.
“He pasado alrededor de 30 años tratando apasionadamente de ayudar a la gente a comprender y respetar la vida de las personas gays, lesbianas y trans”, agregó. “Las mujeres religiosas son sus mejores aliadas en la Iglesia católica. No merecemos que nuestras vidas sean caricaturizadas de esta manera degradante”.
“¿Por qué no pueden hacer todo su maravilloso trabajo sin faltarle el respeto a nuestras vidas, cuando nosotras hemos hecho tanto para ayudar a otros a respetar sus vidas?”.
Robert Barron, obispo católico en el sur de Minnesota y ex obispo auxiliar en Los Ángeles, dijo a sus 240.000 seguidores en Twitter que Sisters of Perpetual Indulgence “sólo pueden ser descritas como un grupo de odio anticatólico”.
“Soy un gran fanático del béisbol. Incluso realicé el primer lanzamiento en un juego de los Dodgers”, tuiteó Barron. “Pero aliento a mis amigos en Los Ángeles a que boicoteen a los Dodgers. No solo recemos, sino que hagamos oír nuestras voces en defensa de nuestra fe católica”.
Las críticas no se limitaron a las filas católicas. El reverendo Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, dijo a los oyentes de su programa de radio sindicado que los Dodgers “capitularon por completo”.
“La compañía se desvive con lo que un autor llamó hace años ‘El arte de la humillación pública’”, comentó Mohler.
Los lanzadores de la MLB Clayton Kershaw, de los Dodgers, y Trevor Williams, de los Nationals de Washington, criticaron a los Dodgers por volver a invitar a Sisters of Perpetual Indulgence al decir que resentían la burla del catolicismo por parte del grupo. Williams, en Twitter, animó a sus compañeros católicos a “reconsiderar su apoyo a una organización que permite que se produzca este tipo de burla a sus seguidores”.
Pero ambos lanzadores dijeron que no tenían objeciones con la tradición de la Noche del Orgullo.
“Esto no tiene nada que ver con la comunidad LGBTQ o el Orgullo ni nada por el estilo”, aseguró Kershaw. “Este es simplemente un grupo que se estaba burlando de una religión. Con eso no estoy de acuerdo”.
Algunos líderes religiosos conservadores dijeron que se oponen a todo el concepto de las Noches del Orgullo.
“Los equipos de la MLB no tienen por qué patrocinar eventos altamente divisivos como Noches del Orgullo, y, en cambio, deben concentrarse en jugar béisbol”, opinó en un correo electrónico Robert Jeffress, un pastor destacado de una megaiglesia.
Su organización, la Primera Iglesia Bautista de Dallas, está a unos 32 kilómetros (20 millas) del campo local de los Texas Rangers, el único equipo de la MLB que no organiza una Noche del Orgullo esta temporada.
“Todos los eventos del ‘Orgullo’ son intentos por celebrar lo que Dios ha condenado”, escribió Jeffress. “Los cristianos tienen razón al boicotear a empresas y organizaciones como los equipos de la MLB que intentan forzar sus agendas impías y ofensivas a los estadounidenses”.
Una condena similar hacia las Noches del Orgullo provino de Brent Leatherwood, jefe del ala de política pública de la Convención Bautista del Sur, la denominación evangélica más grande del país.
“Estas exhibiciones continúan confirmando cuán alejada está nuestra cultura de la realidad biológica y sexual en este momento”, expresó Leatherwood al reiterar el rechazo de la Convención Bautista del Sur a los matrimonios y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
En contraste, el reverendo Alex Santora, quien supervisa una parroquia que acepta a la comunidad LGBTQ+ en Hoboken, Nueva Jersey, dice que las Noches del Orgullo son útiles para combatir los prejuicios.
“Las Noches del Orgullo organizadas por equipos deportivos y las exhibiciones del Orgullo montadas por empresas reconocen que aceptar la diversidad de orientaciones sexuales y de género es normal en la sociedad”, afirmó. “Envía un mensaje valioso a los niños y adolescentes de que la aceptación es importante y contribuye a una buena salud mental”.
La saga de la Noche del Orgullo de los Dodgers siguió a dificultades sobre el tema LGBTQ+ de parte de algunas otras empresas de renombre. Bud Light se asoció con una influencer transgénero y luego trató de retirar su apoyo tras una reacción negativa. Del mismo modo, el respaldo de Target a la comunidad LGBTQ+ ha provocado algunas críticas homofóbicas y hostiles, así como llamados de los activistas LGBTQ+ a no ceder ante la presión.
Laurel Powell, portavoz de Human Rights Campaign (Campaña de Derechos Humanos), la organización de derechos LGBTQ+ más grande de Estados Unidos, dijo que la proliferación de Noches del Orgullo —y gestos similares en otros sectores económicos— es alentadora.
“Son una señal importante para la comunidad LGBTQ de que estas organizaciones nos valoran; que nuestro patrocinio, nuestros rostros en las gradas, son bienvenidos”, manifestó. “También es una señal para otras personas sobre dónde están sus valores”.
___
La cobertura religiosa de The Associated Press recibe apoyo a través de una colaboración con The Conversation US, con fondos de Lilly Endowment Inc. La AP es la única responsable de este contenido.