Lovullo y Hazen pasaron años difíciles antes de llegar a Serie Mundial
Algunos consideran que los Diamondbacks de Arizona se adelantaron en su cronograma. Avanzaron a la Serie Mundial con un plantel joven que en teoría iba a necesitar varios años más para estar listo y llegar al mayor escenario del béisbol.
El manager Torey Lovullo y el gerente general Mike Hazen tienen una perspectiva diferente.
Los dos amigos y colegas acumulan cinco años de un recorrido que no ha estado exento de dificultades, tanto personales como económicas. Esos problemas han endulzado incluso más el logro de llegar al Clásico de Otoño.
El primer juego ante los Rangers de Texas está previsto para el viernes por la noche en Arlington.
“Créanme cuando les digo que hubo algunos problemas reales”, comentó Lovullo el martes por la noche, luego que los Diamondbacks vencieron 4-2 a los Filis de Filadelfia en el séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. “Hubo algunos días muy oscuros en mi carrera. Perdimos 110 juegos hace dos años”.
Arizona tuvo efectivamente un registro de 52-110 hace apenas dos campañas. Se hundió al sótano de la División Oeste de la Liga Nacional.
Los Diamondbacks ocupan un espacio intermedio en la economía actual del béisbol. No es realmente un equipo de mercado pequeño, pero tampoco gasta como los Mets, los Yanquis o los Dodgers.
Y no hay mucho margen de error cuando se firman contratos considerables.
Antes de la temporada de 2020, los Diamondbacks ofrecieron un convenio de cinco años y 85 millones de dólares al zurdo veterano Madison Bumgarner. Y los resultados no fueron buenos.
Tampoco funcionaron los convenios más pequeños de 2021 con relevistas veteranos como el mexicano Joakim Soria y Tyler Clippard. Algunos peloteros jóvenes, como el dominicano Ketel Marte y Christian Walker, habían tenido un retroceso.
Y algunos jugadores a quienes la organización dejó ir parecieron florecer. El zurdo Robbie Ray fue cedido a Toronto en 2020 y terminó ganando ahí un trofeo Cy Young en 2021.
Los Diamondbacks parecían la antítesis del Rey Midas.
Su presidente y director general Derrick Hall admite que, al comienzo de su carrera, pudo haber hecho un cambio. Sin embargo, afirma que tuvo “la corazonada” de que su paciencia obtendría una recompensa si seguía con Hazen y Lovullo.
“Siempre hemos tenido una gran confianza en ambos”, aseveró Hall. “Mike ha tenido un plan y creímos que se merecía el tiempo de ver cómo resultaba esto. Y Torey sigue mejorando. Es un manager que les agrada a los peloteros, a los chicos les encanta jugar para él”.