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QATAR 2022

Qatar 2022 está aquí: una Copa del Mundo mancillada que apenas merece ese nombre

Estamos aquí para el sorteo de la fase de grupos del viernes, pero estamos aquí por decisiones fuera del campo con consecuencias de largo alcance; entonces, aunque el sorteo hace que Qatar 2022 sea algo “real”, ¿es realmente esta una Copa del Mundo?, escribe Miguel Delaney

Jueves, 31 de marzo de 2022 19:38 EDT
El presidente de la FIFA Gianni Infantino posa junto al primer ministro de Qatar
El presidente de la FIFA Gianni Infantino posa junto al primer ministro de Qatar (Reuters)
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Fue un momento, a su manera, tan eléctrico como todo lo que ha estado sucediendo en las eliminatorias para la Copa del Mundo. Me refiero a cuando la presidenta de la FA noruega, Lise Klaveness, obligó a todos en el Congreso de la FIFA en Doha a confrontar el costo real de estos juegos.

“En 2010, las Copas del Mundo se otorgaron de manera inaceptable con consecuencias inaceptables”, declaró en un apasionado llamado a favor de la inclusión y los derechos humanos. “Los trabajadores migrantes lesionados, las familias de los que fallecieron, deben ser atendidos”.

A muchos en la sala no les gustó la conversación.

El líder de una de las federaciones, claramente buscando sus propios 15 minutos de aprobación por parte de la familia del fútbol, insistió en que ella no debería haber dicho eso. Ese, aparentemente, no es el punto. El punto es toda la parafernalia de la Copa del Mundo, la sensación de su celebración en Doha.

Poco después, se mostró un paquete con grandes momentos de Mundiales anteriores, la emoción recordó a la vivida en Senegal, Argelia y Estados Unidos en los últimos días.

Eso es lo que se supone que significa la Copa del Mundo. Eso es a lo que aspiran realmente los proyectos de sportswashing [el montaje de grandes eventos deportivos para mostrar una imagen positiva de los países].

Puede ser difícil no dejarse llevar por la emoción. Muchos de los integrantes de la selección de Inglaterra sintieron lo mismo al observar las reacciones en otros lugares después de su propia victoria en un amistoso contra Costa de Marfil. Quieren sentir eso. Quieren las emociones de 2018.

Hubo una sensación de emoción entre muchos de los que llegaron al Aeropuerto Internacional de Hamad, donde una de las primeras cosas que te encuentras es, por supuesto, un letrero gigante de la Copa del Mundo. El torneo te rodea. Por eso el sorteo es el verdadero primer paso. El torneo está planificado. Puedes empezar a imaginar cómo se desarrolla. Todo se vuelve “real”, para usar las palabras de algunos de los delegados que están aquí.

Es en este punto que se debe reiterar que las verdaderas consecuencias de esta Copa del Mundo y del programa de sportswashing de Qatar siempre han sido más que “reales” para quienes las han sufrido. Eso es a lo que Klaveness se refirió.

Ciertamente es real para Abdullah Ibhais. El ex gerente de medios de Qatar 2022 cumple actualmente una sentencia de tres años de prisión luego de lo que Amnistía Internacional describe como un “juicio injusto”, después de que afirmó que los organizadores del torneo, el Comité Supremo para la Entrega y el Legado, habían encubierto su participación en el maltrato a trabajadores migrantes. Ciertamente es real para la esposa de un trabajador migrante, un hombre nepalés de 34 años, que murió por causas no especificadas en 2020.

“Ahora todo está destrozado”, le dijo ella a Amnistía Internacional.

Este es el costo real de esta Copa del Mundo. Esto es a lo que los jugadores y las federaciones deberían “iluminar con una luz”, para usar la frase de la Asociación de Fútbol y de tantos jugadores.

Michael Page, subdirector para Oriente Medio de HRW (Human Rights Watch), aseveró que el sorteo era “un hito importante” tanto para tales cuestiones como para el juego. Human Rights Watch ha publicado esta semana una serie de preguntas que los medios deberían hacerle tanto a la FIFA como a Qatar, cuando todos se reúnan para el sorteo.

El contexto de estas preguntas se puede leer con mayor profundidad en su sitio web, pero vale la pena repetirlas aquí. Su crudeza apenas alcanza para vislumbrar la escala de los problemas de esta Copa del Mundo. También demuelen la nueva defensa de relaciones públicas que se ha desarrollado alrededor de Qatar en los últimos días, sobre la afirmación de que la gente necesita “informarse” sobre el “progreso”. De hecho, se proyectó un vídeo en el Congreso para confrontar esto directamente y adelantarse a la noticia. Algunos de los entrevistados no sintieron que sus puntos de vista se reflejaron por completo, y ciertamente no respondió ninguna de las preguntas de HRW.

LAS 10 PREGUNTAS DE HRW PARA LA FIFA Y LAS AUTORIDADES DE QATAR

  1. ¿Por qué la FIFA sigue alabando el proceso de reforma de Qatar a pesar de las continuas violaciones de los derechos humanos en ese país?
  2. ¿Por qué los trabajadores migrantes en Qatar siguen sin cobrar a pesar de las reformas laborales anunciadas?
  3. ¿Por qué el gobierno de Qatar no ha publicado cifras oficiales sobre el número total de muertes de migrantes desglosadas por nacionalidad, sector y causa, entre otras?
  4. ¿Tienen la FIFA y las autoridades qataríes algún plan para compensar a las familias de los trabajadores migrantes que han muerto inexplicablemente en Qatar para hacer posible el Mundial?
  5. ¿Cómo piensan las autoridades qataríes y la FIFA proteger a los trabajadores migrantes en Qatar, especialmente a los de la construcción, cuyo trabajo podría verse temporalmente afectado durante el periodo del torneo?
  6. ¿Qué van a hacer las autoridades qataríes y la FIFA para monitorear y responsabilizar a los culpables de abusos cometidos contra los trabajadores del sector de los servicios?
  7. ¿Qué está haciendo la FIFA para garantizar que los trabajadores inmigrantes tengan la misma libertad que el resto de los asistentes a la Copa del Mundo durante los partidos, como por ejemplo ver los partidos y mezclarse con los turistas?
  8. ¿Qué medidas ha tomado la FIFA para garantizar que Qatar respeta los derechos de las mujeres?
  9. ¿Qué medidas ha tomado la FIFA para proteger los derechos de los residentes LGBT en Qatar?
  10. ¿Se enfrentarán los periodistas a alguna restricción a la hora de informar en Qatar si acuden a la Copa del Mundo?

Tales preguntas, y su costo moral, hacen que sea imposible no plantearse si esta debería considerarse una Copa del Mundo “real”.

¿Las medallas de los ganadores siempre llevarán una mancha de sangre?

Aún más simple, los hechos básicos de este sorteo indican las alteraciones que Qatar 2022 ha necesitado. En primer lugar, está el tiempo y el lugar. El sorteo, que normalmente se realiza un mes antes de Navidad, debe realizarse este año en abril, con un calor desértico de 86 ºFahrenheit (30 ºCelsius). Luego está el sorteo en sí. Por primera vez, no contará con todos los equipos que competirán. Habrá tres espacios en blanco. Uno de ellos se debe ciertamente a las circunstancias imprevistas de la invasión rusa de Ucrania, pero los otros dos (los de las eliminatorias intercontinentales que tendrán lugar en junio) son solo otra señal de cuántas adaptaciones se tuvieron que hacer para una Copa del Mundo a la que nunca se le debió permitir que ocurriera en primer lugar.

La mera realidad de que se hará en un país tan pequeño y cuestionado como Qatar, en invierno, no deja de asombrar. El paso del tiempo no lo vuelve más normal. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, intentó normalizar su extrañeza al señalar que los ocho estadios en un radio de 31 millas (50 kilómetros) significa que los fanáticos y los equipos no tendrán que moverse, pero eso solo sirve para recordarles a todos lo inadecuado que es. Y aún está por verse si habrá suficientes alojamientos en la que efectivamente es una ciudad-estado.

Infantino ha estado bajo un intenso escrutinio por permitir que la Copa del Mundo se haga en Qatar
Infantino ha estado bajo un intenso escrutinio por permitir que la Copa del Mundo se haga en Qatar (AFP via Getty Images)

Esto, por razones que pueden ser tan simples como la logística, o tan complicadas como los derechos humanos, simplemente no debería ocurrir.

Sin embargo, hay algo conmovedor en lo que subyace a las preguntas más agudas. En circunstancias más aceptables, esta podría ser una Copa del Mundo con verdadero mérito.

Un colectivo de grupos de derechos humanos organizó una sesión informativa con periodistas hace unos meses para enfatizar que este torneo aún podría usarse como una oportunidad, y recordaron a la audiencia que era la primera Copa del Mundo que se realizaba en un país musulmán. Eso normalmente sería algo hermoso, se encargó de enfatizar Gareth Southgate.

“Es la primera Copa del Mundo en un país musulmán, la primera en el Medio Oriente y es la primera Copa del Mundo en la mitad de la temporada, por lo que tiene una sensación muy diferente. Culturalmente, es una sensación distinta”.

Infantino hizo referencia a esto en una extraña conferencia de prensa, pero intentó usar la falacia del hombre de paja de que los críticos habían dicho que el torneo no debería hacerse en los “países árabes” o aquellos sin cultura futbolística.

No debería ser necesario aclarar que esa no es la razón por la que la gente se opone a Qatar. Se oponen a un ejercicio de sportswashing.

En la misma línea, se le preguntó a Infantino sobre los cambios en el legado de Rusia 2018. Anteriormente había hecho referencia a la invasión de Ucrania sin nombrar directamente a Vladimir Putin, quien le otorgó al presidente de la FIFA una medalla de la “Orden de la Amistad”, y aquí recurrió a una respuesta llena de palabrería pero evasiva sobre el “poder” del fútbol.

Rusia 2018 debería ofrecernos una lección aquí.

La Copa del Mundo de 2018 estuvo precedida por muchas discusiones sobre su naturaleza problemática, pero al final todos los que fueron se entusiasmaron con la maravillosa experiencia cultural que tuvieron. Muchas de esas experiencias siguen siendo válidas, ya que la gente y el país siempre son distintos al gobierno. También es cierto que es imposible desvincular ese torneo de los fines políticos del gobierno. Se han vuelto más evidentes en el último mes, en medio de las ambiciones de Putin por la “grandeza rusa”. También han transformado la perspectiva que teníamos de esas experiencias culturales y de ese Mundial.

Rusia 2018 ahora se ve muy diferente, como unos Juegos Olímpicos de Berlín modernos, y su legado será objeto de un debate mucho mayor en los próximos meses.

Nos recuerda que nunca es la cola la que mueve al perro. Los regímenes problemáticos utilizan el deporte en mucha mayor medida de lo que el deporte cambia a los regímenes problemáticos.

También nos recuerda que, a pesar de todas las dudas sobre si se mancharán las medallas en Qatar, este dista mucho de ser el primer o segundo Mundial moralmente comprometido. Es solo el último de una lista considerable.

Ciertamente estuvieron Italia 1934 y Argentina 1978, como mínimo. Mientras tanto, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 plantearon serias dudas sobre el uso de los fondos públicos en estados extremadamente desiguales. Muchos estarían dispuestos a incluir Estados Unidos-Canadá-México 2026 dadas las políticas exteriores de la Oficina Oval.

Es solo que, hasta Rusia, esta parecía ser la Copa del Mundo más problemática de todas. Estaba la construcción misma, como lo ilustran tantas preguntas sobre los trabajadores migrantes. Estaban las motivaciones de sportswashing para hacerla. Y, antes que nada, estaba la polémica asignación de la misma.

Las consecuencias de esa sensacional votación de 2010 son otra de las razones por las cuales Qatar 2022 siempre estará entrelazado con Rusia 2018, pero es posible que estén vinculados de otra manera. Es al menos discutible que serán los últimos torneos de la era del sportswashing, uno muy anclado al cambio de milenio.

La propia Klaveness se refirió a esto cuando habló sobre cómo se ganaron las licitaciones “en 2010”. Infantino habló sobre el cambio de proceso. Además, una consecuencia de la invasión de Putin es que ha alertado a muchas más personas sobre la verdadera realidad de la era, como lo ilustra la ausencia de Rusia en este sorteo.

Las federaciones ahora enfrentan una presión mucho mayor que nunca para considerar las preocupaciones por los derechos humanos. Puede que ya haya algún efecto. China alguna vez se había considerado la elección inevitable para 2030, pero eso ahora parece poco probable.

Mientras tanto, el régimen actual de la FIFA insiste en que “heredaron” a Rusia y Qatar de sus predecesores, por lo que deben mirar hacia el futuro. Las figuras dentro de la federación también apuntan a lo que ven como un “reparto” de los países europeos para los próximos torneos. Ahora parece probable que la Eurocopa 2028 sea en el Reino Unido e Irlanda, la de 2030 en España-Portugal con algunos partidos en Uruguay para reconocer el centenario, y luego 2032 en Italia.

Es una serie que ciertamente tiene un aire más tradicionalista, hasta el hecho de que el partido inaugural en 2030 bien podría tener lugar en Montevideo, 100 años después de que se jugara el primer partido de la Copa del Mundo en la capital uruguaya. Ciertamente satisfaría tanto a la UEFA como a la Conmebol.

Cuando Infantino se refirió a la existencia continua del “voto táctico” a pesar de las reformas de licitación, muchos en la sala lo tomaron como una referencia a esto.

Mientras tanto, fuentes de la UEFA responden que Infantino tiene una buena relación de trabajo con los estados criticados del Medio Oriente. Abu Dabi acaba de ser la sede de otra Copa Mundial de Clubes. Sigue existiendo la sospecha de que Arabia Saudita obtendrá una Copa del Mundo en un futuro cercano, particularmente dada la presión política de su propia rivalidad regional con Qatar.

Ambas selecciones nacionales estarán entre los 29 nombres en el sorteo del viernes, y Qatar está listo para ser el único debutante. Tampoco debe pasarse por alto que las ambiciones deportivas puras de los jugadores se mantienen alejadas de las ambiciones políticas de su estado.

Esa es otra razón por la que los grupos de derechos humanos no han presionado para boicotear abiertamente esta Copa del Mundo. Todavía hay un espíritu deportivo central en cualquier evento, sin importar su contexto. Es aún más pronunciado en una Copa del Mundo, dado que solo se lleva a cabo cada cuatro años. Eso le da un poder emocional más allá del poder político, que es precisamente para lo que se usa.

Algunas de las figuras involucradas, particularmente con equipos que clasifican con poca frecuencia, como Ecuador, podrían tener la desgracia de participar en su única Copa del Mundo cuando resulta ser en un lugar tan problemático como Qatar.

La Copa del Mundo del 2022 está llena de controversia incluso antes de que se haga el sorteo
La Copa del Mundo del 2022 está llena de controversia incluso antes de que se haga el sorteo (AFP via Getty Images)

En consecuencia, es una carga injusta para los jugadores, incluso si deberían ser conscientes del costo más amplio. Los jugadores pueden influir en el cambio y utilizar la posición en la que se encuentran.

Y, sin embargo, incluso si intentan simplemente “concentrarse en el fútbol”, la extrañeza de este torneo interferirá.

Influirá en los deseos en torno al sorteo. Las naciones más grandes se beneficiarían de ser elegidas en los últimos grupos, por ejemplo, porque les daría unos preciosos días adicionales para prepararse. El torneo comienza solo ocho días después del descanso de las ligas nacionales.

Luego está ese cambio más amplio en el ciclo.

Los equipos internacionales no suelen estar preparados para alcanzar su punto máximo en medio de una temporada. Será un momento inusual para intentar llegar con buen nivel.

En este momento parece que la mayoría de los equipos más importantes están en una transición, no en su mejor momento. Podría decirse que Inglaterra es una de las más estables y está llegando a su punto máximo, y eso encaja con la forma en que la FA apuntó específicamente a 2022 como una de sus ambiciones a largo plazo. Francia, Bélgica y Portugal posiblemente ya hayan pasado su mejor momento. Alemania y España quizás estén demasiado atrás. Los campeones de Europa, Italia, ni siquiera participarán, habiendo sido nuevamente el equipo más importante que no clasificó.

Muchos de los otros pesos pesados, como Brasil y Argentina, son en realidad desconocidos. Apenas han jugado contra equipos europeos en los últimos cuatro años.

Mientras tanto, se está dando un cambio económico más amplio en el juego, pues los países ricos de Europa occidental se están beneficiando de la industrialización del deporte en la misma manera en que lo han hecho sus clubes.

Sin embargo, Alemania sigue siendo el equipo a evitar en el Bombo 2. Los anfitriones, Qatar, siguen siendo el equipo al que apuntar en el Bombo 1. Una ironía es que están mejor clasificados que dos de los últimos tres anfitriones.

“Somos uno de los equipos, creo que hay varios, que podrían ganar este torneo”, comentó Southgate. “Eso sin considerar el hecho de que cualquier equipo puede vencer a un oponente. Ese es el riesgo en una Copa del Mundo”.

Es el deporte. Mucho puede cambiar. Otra ironía de estos sorteos es que simplemente nunca salen como imaginas cuando llega el momento.

Infantino había intentado señalar todo esto cuando cerró el Congreso.

“Ahora estamos hablando de lo que deberíamos estar hablando todo el tiempo: fútbol. El mayor espectáculo del mundo”.

Es solo que esta bien podría ser su peor versión posible.

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