De la mano de los batazos de Harper, Filis siguen su camino en los playoffs
Bryce Harper ha triturado la presión de la postemporada con facilidad, gracias a su batazo —el bate detrás del casco, un corto paso y ¡Zas!"— frente a un slider.
Lo mancilló.
El drama en la postemporada no está en lo que Harper hará una vez que se pare en la caja de bateo, pero en qué slogan de camiseta surgirá de cada imparable que hará sonar la Campana de la Libertad electrónica y las ovaciones de los 45.000 aficionados de Filadelfia.
Quizá un emocionado Harper grite, “¡Esta es mi casa!” parado en segunda base tras un doble para la ventaja.
O posiblemente no dirá nada y lo deje todo en claro una fría mirada a un avergonzado campocorto que le gritó: “¡Buen chico!”.
Harper convirtió a sus compañeros de los Filis en sus aficionados, que intentan acercarse para abrazarlo en el dugout tras sus imparables, el mejor asiento de la casa para esos inevitables grandes momentos.
“Cada vez que sale, se convierte en algo que hay que ver”, reconoció el segunda base Bryson Stott.
Harper es el Sr. Octubre Rojo, quien después de escuchar los programas deportivos de radio en su trayecto como cualquier seguidor de los Filis, llega al clubhouse enfocado y esa atención se extiende al campo. Harper fue una ganga de 330 millones de dólares, gracias en gran medida a su currículo que lo coloca como uno de los más grandes deportistas en los momentos importantes de Filadelfia; pasó de ser nombrado MVP de la Serie de Campeonato de la Nacional a recuperarse en tiempo récord de una cirugía Tommy John, a su veloz cambio a primera base.
Pegó tres jonrones y bateó un promedio de .462 en la victoria de cuatro juegos en la Serie Divisional sobre Atlanta.
“Firmé aquí por una razón, hacer todo lo que pueda para volver a darle un trofeo a esta ciudad”, advirtió Harper. “Me dan escalofríos pensándolo. Amo este lugar”.
La afición de Filadelfia lo quiere de vuelta.
Y el lunes, cuando Harper cumpla 31 años, le podrán agradecer en el primer duelo de la Serie de Campeonato ante Arizona.
Por supuesto, los Filis son más que Harper.
Tienen la mejor rotación 1-2 de abridores de los cuatro equipos que permanecen en los playoffs con Zack Wheeler y Aaron Nola.
Trea Turner se convirtió en el primer jugador de Filadelfia con cuatro imparables en la postemporada cuando terminó 4-4 en el juego cuatro. En los duelos 3 y 4 ante los Bravos, Nick Castellanos se convirtió en el primer pelotero con varios cuadrangulares en duelos consecutivos de playoffs.
La letal alineación de Filadelfia tiene pocas victorias aburridas en 16 que han logrado en dos postemporadas seguidas.
Ha sido una apasionante béisbol en octubre. Cada partido (sí, incluso esas escasas derrotas).