Crisis en las 500 millas de Indianápolis, cada vez menos mujeres buscan participar
Katherine Legge recuerda cuando se presentó por segunda ocasión en las 500 millas de Indianápolis hace una década y la sensación de satisfacción que sintió mientras se dirigía por Gasoline Alley sabiendo que no estaba sola
Katherine Legge recuerda cuando se presentó por segunda ocasión en las 500 millas de Indianápolis hace una década y la sensación de satisfacción que sintió mientras se dirigía por Gasoline Alley sabiendo que no estaba sola.
Por tercera ocasión en cuatro años se registró un récord de cuatro mujer en la parrilla de 33 vehículos.
“Esa fue la era de Sarah Fisher y luego Danica Patrick llegó y sabes, Simona de Silvestro y yo y pensé que sería una bola de nieva y crecería”, comentó Legge antes de dar un respiro. “Pero no sucedió”.
En su lugar, Legge es la única mujer piloto que iniciará el domingo.
El movimiento de mujeres que inició con la calificación de Janet Guthrie en 1977 ganó tracción con Lyn St. James en la década de los ochenta y comenzó a avanzar con la llegada de Patrick en la década de los 2000s, se detuvo abruptamente. Para el 2020, no solo no hubo pilotos mujeres por primera vez desde 1999, si no que ninguna siquiera intento calificar por primera vez desde 1991.
De Silvestro inició la edición 2021 con un equipo completamente de mujeres, Paretta Autosport. Pero el año pasado no hubo mujeres y Legge batalló para calificar este año tras un accidente en la práctica. La británica de 42 años iniciará en la penúltima fila en la 107ma edición de carrera y que ha contado con sólo nueve mujeres en más de una década.
“Es realmente malo, no creen”, preguntó Legge. “Pensé que habrían más. Quiero decir, sólo hay nueve de nosotras que han participado en el Indy 500. Espero que algún día seamos nueve en la parrilla”.
No parece que sucederá pronto.
Pero, ¿cómo fue que el momento que comenzó a surgir en el Indianapolis Motor Speedway se detuvo abruptamente?
En el nivel más bajo, cuando los pilotos tienen menos de seis años, siguen siendo menos niñas que niños que son objeto de intenso hostigamiento. Legge recordó que varias veces fue tan malo que pensó en renunciar.
En el nivel más alto, los pilotos muchas veces deben buscar sus propios patrocinios para compensar el financiamiento que se requiere en el programa de la IndyCar. Esto puede ser difícil en un deporte dominado por los hombres.
Pero dale a una mujer una auto veloz y puede ser igual de buena que los hombres.
“Si tienes buenas personas, con buenas oportunidades, es increíble”, aseguró Fisher, “pero no puedes forzarlo debido a que hay grandes riesgos en el deporte".