Álex Verdugo acredita a chef personal su resurgir en el inicio de ronda divisional
Álex Verdugo se sintió un poco cocido esta temporada, así que contrató a un chef personal.
Revitalizado por su nuevo cocinero, Verdugo conectó un sencillo que rompió el empate en el séptimo episodio y salvó al menos una carrera con una atrapada deslizándose por la línea del jardín izquierdo para impulsar a los Yankees de Nueva York a la victoria 6-5 sobre los Reales de Kansas City en el primer duelo de su serie divisional de la Liga Americana.
Verdugo dio algo de reconocimiento a su nutrición.
“Me ha hecho sentir mucho mejor, con más energía en el día y recuperándome un poco más, con menos letargo”, dijo.
Nueva York ganó el primer juego de postemporada con cinco cambios de delantera, según Elias Sports Bureau, detrás del bate y guante de Verdugo.
En sus primeros playoffs desde que los Yankees lo adquirieron de Boston, el expresivo jardinero de 28 años bateó para .266 al 14 de junio, pero tuvo un giro radical que coincidió con el inicio del desliz de los Yankees a una marca de 39-38.
Verdugo bateó para .197 desde entonces hasta agosto. Nueva York llamó al jardinero dominicano Jasson Domínguez el 9 de septiembre, y Verdugo apenas inició en 11 juegos más. Terminó con un promedio ofensivo de .233 – su más bajo en una temporada completa – con 13 vuelacercas y 61 remolcadas.
El mánager de los Yankees Aaron Boone quería a Verdugo en el jardín izquierdo ante Kansas City, en parte por su mejor defensa.
“Solo confiando en que él estará listo para el momento y en su experiencia y registro personal”, dijo Boone. “Sé que él ofensivamente ha estado entre altas y bajas en la segunda mitad, pero el muchacho es un buen bateador”.
Con los Yankees perdiendo 3-2, Verdugo hizo una atrapada deslizándose hacia el elevado de Michael Massey en el cuarto episodio, justo dentro de la línea para dejar varados a dos corredores. La bola pegó en el talón del guante de Verdugo, rebotó en su pecho antes de que la atrapara con su mano libre.
“Gracias al cielo que rebotó hacia la mano izquierda, así que todo salió”, dijo Verdugo, luciendo una camiseta con el nombre de su natal Tucson y un diamante reluciente en cada oreja.
Verdugo pegó de línea al jardín izquierdo un lanzamiento rompiente para remolcar a Chisholm. Al llegar a segunda en el tiro, Verdugo levantó sus manos en señal de triunfo.
“Cuando las luces brillan al máximo, es cuando más queremos jugar”, dijo. “Esa es la línea de meta, y cuando ves eso, básicamente aceleras al tope”.