Erik Menéndez se queda sin libertad condicional a casi cuatro décadas del asesinato de sus padres
La decisión llega 36 años y un día después del asesinato de sus padres a manos de Erik y su hermano Lyle en su mansión de Beverly Hills
A Erik Menéndez se le negó la libertad condicional, a pesar de haber recibido una reducción de condena que lo hacía elegible para ser liberado.
El motivo principal de la negativa, según se informó este jueves, fue su comportamiento en prisión, y no la gravedad del crimen por el que fue condenado.
La decisión fue tomada tras una extensa audiencia ante la Junta de Libertad Condicional de California, que se prolongó durante casi todo el día. El menor de los hermanos Menéndez participó mediante videoconferencia desde la prisión de San Diego.
Casi 30 años después de ser condenados por el asesinato de sus padres, Erik y su hermano mayor, Lyle Menéndez, tuvieron la oportunidad de presentar sus argumentos para obtener la libertad condicional, lo más cerca que han estado de salir en libertad desde entonces.
Ambos fueron sentenciados en 1996 a cadena perpetua por matar a tiros a su padre, José Menéndez, y a su madre, Kitty Menéndez, en su mansión de Beverly Hills, el 20 de agosto de 1989. En ese momento, tenían 18 y 21 años.

Los abogados defensores argumentaron que los hermanos actuaron en defensa propia tras años de abuso sexual por parte de su padre; los fiscales, en cambio, sostuvieron que asesinaron a sus padres para quedarse con una herencia multimillonaria.
Los hermanos quedaron habilitados para solicitar la libertad condicional en mayo, luego de que un juez de Los Ángeles redujera sus condenas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad a penas de entre 50 años y cadena perpetua. Esta modificación los hizo elegibles de inmediato, según la ley de California, ya que eran menores de 26 años cuando cometieron los crímenes.
Se determinó que un panel de oficiales de libertad condicional evaluaría a los hermanos por separado. Tras la extensa audiencia de este jueves, se espera que Lyle comparezca por videoconferencia ante la junta este viernes.
En California, si la junta recomienda conceder la libertad condicional, el caso entra en un período de revisión de 120 días. Luego, el gobernador demócrata Gavin Newsom tiene 30 días para aprobar o rechazar la decisión.
La junta deliberó durante aproximadamente una hora, luego de una videoconferencia de 10 horas, en la que Erik expuso su caso desde una sala de entrevistas en la prisión R. J. Donovan, cerca de San Diego, con la participación remota de otras personas desde distintos lugares.
No hubo transmisión en vivo de la audiencia, y solo se permitió a un periodista presenciarla y compartir los reportes con otros medios, los cuales no pudieron publicarlos hasta que se anunciara la decisión.

Según el periodista acreditado ante la corte, los comisionados de libertad condicional citaron múltiples infracciones cometidas por Erik Menéndez en prisión como factores agravantes. Estas incluían el uso de teléfonos celulares, consumo de drogas, su presunta participación en un esquema fiscal vinculado a una pandilla, así como dos incidentes de violencia.
A pesar del firme respaldo de familiares que han abogado durante meses por su liberación, los dos comisionados le negaron la libertad condicional.
“Dos cosas pueden ser ciertas: ellos pueden amarte y perdonarte, y tú aún puedes ser considerado no apto para la libertad condicional”, declaró el comisionado Robert Barton.
Agregó que la decisión no se basó principalmente en la gravedad del crimen, sino en la conducta de Menéndez durante su tiempo en prisión.
Durante la audiencia, Erik relató su crianza, asegurando que creció sin una “base moral”.
También agregó: “Me criaron para mentir, engañar, robar… robar en un sentido abstracto. Cuando jugaba tenis, mi padre se aseguraba de que hiciera trampa en ciertos momentos si él lo ordenaba. La idea de que existe una línea moral entre lo correcto y lo incorrecto, una línea que no se cruza, nunca me fue inculcada de adolescente”.
Respecto a su relación con su padre, declaró ante la junta que “fantaseaba” con que él “no estuviera vivo”, tras años de abuso sexual.
Cuando le preguntaron por qué no se fue de casa en lugar de cometer los asesinatos, Erik respondió: “En mi mente, irme significaba morir. No había otra opción. Estaba totalmente convencido de que no había ningún lugar al que pudiera ir”.

Agregó: “Es difícil expresar cuán aterrador era mi padre”.
Una de las grandes interrogantes del caso siempre fue por qué los hermanos también asesinaron a su madre. Erik explicó que no veía diferencia entre sus padres, ya que descubrió que su madre sabía del abuso: “Fue el momento más devastador de toda mi vida. Lo cambió todo para mí. Creía que al no contarle, la estaba protegiendo”.
Erik expresó remordimiento por haberle disparado a su madre, y dijo: “Desearía con toda el alma no haberlo hecho”.
Cuando fue cuestionado por las violaciones a las normas carcelarias, como el uso de teléfonos celulares, respondió: “Lo que obtenía al tener un teléfono y mantenerme conectado con el mundo exterior valía mucho más que las consecuencias de que me lo encontraran”.
En cuanto al consumo de sustancias durante su condena, afirmó: “Si podía adormecer mi tristeza con alcohol, lo iba a hacer. Habría tomado otras drogas para aliviar ese dolor. Solo quería calmar esa tristeza dentro de mí”.
Durante las audiencias, se espera que cada uno de los hermanos demuestre que ha logrado rehabilitarse. A lo largo de su tiempo en prisión, ambos tomaron caminos distintos: uno se dedicó a ayudar a otros reclusos y el otro optó por colaborar con la administración penitenciaria.
Al hablar sobre cómo ha cambiado su vida, Erik explicó que dejó el consumo de sustancias en 2013 y encontró la fe: “Desde 2013 en adelante, viví con un propósito distinto. Mi propósito en la vida fue ser una buena persona… Me pregunté: ‘¿Quién quiero ser cuando muera?’ Creo que enfrentaré una junta de libertad condicional distinta cuando llegue ese momento”.
La Fiscalía de Los Ángeles se ha manifestado en contra de conceder la libertad condicional a los hermanos Menéndez y se esperaba que un representante de esa oficina presentara una declaración en ese sentido. Cada hermano y su equipo legal tiene derecho a responder con alegatos finales.
Previo a la audiencia de hoy, Tammi Menéndez, quien se casó con Erik en 1999, publicó un mensaje de apoyo en X:
“Le deseo a mi increíble esposo todo el amor y la fuerza del mundo para su audiencia de libertad condicional de mañana. Creo en ti y no puedo esperar para comenzar este nuevo capítulo juntos. ¡Todo saldrá bien!”.
Erik Menéndez podrá volver a presentarse ante la junta dentro de tres años.
La negativa de libertad condicional para Erik no implica necesariamente que la junta tome la misma decisión con respecto a Lyle, ya que su fallo se basó en la conducta dentro de prisión y no en la gravedad del delito.
Aún existe otra posibilidad para que los hermanos obtengan un alivio inmediato de sus condenas a cadena perpetua: el gobernador Gavin Newsom podría concederles el indulto.
Traducción de Leticia Zampedri