Los padres de Christian Glass se retiran de la audiencia antes de que muestren las grabaciones del asesinato
El joven, que tenía 22 años, fue asesinado tras llamar al 911 debido a que su auto se había quedado atascado en un camino rural en Colorado
Los padres de Christian Glass, angustiados, abandonaron la sala de audiencias el lunes, momentos antes de que los fiscales mostraran imágenes de la cámara oculta del policía acusado de asesinar a su hijo.
Glass, de 22 años, fue asesinado en junio de 2022, menos de dos horas después de llamar al 911 debido a que su auto se había quedado atascado en un camino rural a la madrugada, cerca de la pequeña localidad minera de Silver Plume, a unos 75 kilómetros al oeste de Denver (Colorado).
Al expolicía del condado de Clear Creek, Andrew Buen, quien se ha declarado inocente, se lo acusa de asesinato en segundo grado, puesta en peligro de la vida de otro y mala conducta profesional en primer grado.
Buen fue el primer agente en llegar al lugar de los hechos con su compañero. Más tarde, llegaron seis agentes pertenecientes a cinco departamentos de las fuerzas de seguridad.
El lunes por la mañana, Sally y Simon Glass se retiraron de la sala de audiencias antes de que las 13 mujeres y los dos hombres del jurado vieran las imágenes de esa noche, grabadas por la cámara oculta de Buen. Uno de los miembros inclinó sutilmente la cabeza y miró boquiabierto mientras se reproducían las grabaciones.
El jurado vio casi toda la grabación, pero los fiscales la cortaron luego de que quitaran el cuerpo de Glass del asiento del conductor de su auto.
Poco después de que Buen llegara junto con su compañero, el agente Tim Collins, se oye a Glass preguntar en el video si van a dispararle. También les pide que lleven su vehículo hasta la comisaría y expresa que tiene miedo de salir del auto, lo que evidenciaba claramente su estado de temor.
A pesar de ello, Buen le exige reiteradas veces a Glass que salga del vehículo.
Durante más de una hora, los agentes intentan persuadir a Glass para que salga y le ofrecen comida, bebidas y hasta cigarrillos. Él les responde haciendo forma de corazones con las manos y les muestra las rocas y cristales que había recolectado, ya que era geólogo aficionado.
Luego, se oye como la delegada de Idaho Springs Brittany Morrow le dice: “Veo que haces lo del corazón con las manos; nosotros también te apreciamos. Solo queremos que estés a salvo”.
Por su parte, el comisario de Georgetown Randy Williams, quien también intenta hacer que Christian salga del auto, le dice: “No vamos a hacerte pasar un mal rato”. Y luego agrega: “No me asustas... solo estamos preocupados por ti”.
Sin embargo, la situación se agrava minutos después cuando los agentes tratan de romper las ventanillas y sacar a Christian del auto con armas de electrochoque, disparos de balas de goma y gritos. Durante el intento, Glass se pone nervioso, agarra un pequeño cuchillo y apunta hacia un agente desde el interior del vehículo. Luego, se oyen disparos.
Posteriormente, Glass fue declarado muerto en el lugar de los hechos.
Asimismo, la cámara oculta también capturó una llamada telefónica “privada” silenciada entre Buen y el sargento Kyle Gould, quien supervisaba a distancia y dio la orden de abrir el vehículo.
Gould se declaró culpable el año pasado de delitos menores y fue removido de su cargo. Los otros seis agentes presentes en el lugar de los hechos fueron acusados de deber de intervenir, más que nada por no haber impedido que la situación empeorara.
El lunes, Buen, despedido de su cargo luego de la imputación, asistió al tribunal con una camisa de cuello y un traje negro. Con el rostro afeitado y gafas de armazón grueso, observaba de a ratos las grabaciones, tomaba notas y bebía agua.
El vídeo se proyectó en la segunda audiencia del juicio. Durante los alegatos iniciales del viernes, los fiscales le expresaron al jurado que Buen se había mostrado decidido desde el principio a sacar a Christian del vehículo y agregaron que actuó de forma “agresiva, excesiva y criminal”, a pesar de reconocer verbalmente que había ocurrido un incidente y que probablemente el joven atravesaba una crisis nerviosa.
Los abogados defensores de Buen advirtieron que Glass podría no haber estado sobrio y argumentaron que los agentes involucrados debían tener en cuenta la seguridad pública.
Luego de dichas declaraciones, la operadora del 911 Paige Kincaid brindó su testimonio y contó sobre la llamada que hizo Glass. El agente de la Oficina de Investigación de Colorado, Derek Graham, que entrevistó a Buen inmediatamente después del tiroteo, testificó el lunes.
Esa entrevista grabada también fue presentada ante los jurados el lunes. En ella, Buen le cuenta a Graham que, al principio, Christian cooperó, pero describe que se lo veía con “altibajos emocionales”. Además, menciona haber visto a Glass en el asiento del conductor con el cuchillo en su mano derecha, haciendo gestos hacia atrás, sobre su hombro izquierdo, cerca de donde estaba el comisario Williams.
“Tenía miedo de que agrediera a Williams con el cuchillo”, confiesa Buen, aunque también admite que nunca vio a Williams cerca del vehículo del joven.
Más aún, le mostraron al jurado imágenes de la cámara oculta de Collins, quien se subió al capó del auto en un momento de la intervención.
Por último, se espera que declaren la madre de Christian Glass y un experto en uso de la fuerza que testificó en el caso de George Floyd.
La audiencia finalizó por la tarde, a las 4:30 p. m. y está programada para continuar el martes por la mañana.