Exfiscal general de Trump, William Bar, se burla de documental Dinesh D’Souza que habla sobre fraude electoral
El exfiscal general ha defendido varias veces la legitimidad de las elecciones de 2020
El exfiscal general William Barr se rio a carcajadas durante un testimonio reproducido antes de las audiencias de insurrección del 6 de enero el lunes en 2000 Mules, un documental de conspiración electoral desacreditado que aceptó su exjefe Donald Trump.
“Mi opinión entonces y mi opinión ahora es que las elecciones no fueron robadas por fraude”, declaró Barr. “Y no he visto nada desde las elecciones que me haga cambiar de opinión al respecto, incluida la película ‘2000 Mules’”.
El exfuncionario de Trump calificó la película, del comentarista conservador Dinesh D'Souza, de “bastante poco impresionante” y la acusó de hacer afirmaciones “indefendibles”.
La película, desacreditada varias veces por los verificadores de hechos, afirma que a numerosas personas se les pagó ilegalmente en estados muy disputados como Georgia y Arizona para recolectar y depositar votos demócratas de manera fraudulenta.
El documental no tiene ninguna prueba concreta de que esto en verdad haya ocurrido, además de un solo denunciante anónimo de Arizona que afirma haber visto lo que “supuso” que eran dichos pagos.
La película también hace un uso engañoso de los datos de geolocalización de los teléfonos celulares, que, según afirma, muestran “mulas” de boletas electorales que regresan una y otra vez a las urnas a depositar las boletas.
Los expertos dicen que los datos de las torres de telefonía celular son imprecisos y que hay muchas razones por las que alguien en un área metropolitana densa como Atlanta o Filadelfia pudiera pasar por un lugar de entrega de boletas por razones totalmente ajenas a una elección.
“Podrías usar evidencia celular para decir que esta persona estaba en esa área, pero decir que estaba en las urnas, es exagerar mucho”, Aaron Striegel, profesor de informática e ingeniería en la Universidad de Notre Dame, le comentó a Associated Press. “Siempre hay una cantidad bastante saludable de incertidumbre que viene con esto”.
El documentalista defendió su película el lunes en Twitter.
“Cualquiera que sepa algo sobre rastreo geográfico, no me refiero a usted, puede ver lo ignorante que es Barr sobre el tema”, comentó D'Souza, quien se declaró culpable de contribuciones electorales ilegales en 2014 antes de que Trump lo indultara, después del testimonio de Barr, “¡Un tipo gordo que se ríe no reemplaza la experiencia en este tema!”.
Barr es uno de los pocos miembros de alto nivel de la administración Trump que criticó al expresidente y afirmó que las elecciones presidenciales de 2020 se realizaron de manera legítima.
En diciembre de ese año, Barr le dijo a la AP: “Hasta la fecha, no hemos visto un fraude en una escala que pudiera haber tenido un resultado diferente en las elecciones”.
Tras los disturbios del 6 de enero en el Capitolio, el exfiscal general argumentó que “la conducta del presidente ayer fue una traición a su cargo y a sus seguidores”, y agregó que Trump “organizó una turba para presionar al Congreso”.
En sus memorias de marzo de 2022, One Damn Thing After Another, Barr fue aún más directo.
“El hecho es que hemos analizado las principales afirmaciones que hace su gente, y son tonterías”, recuerda de un intercambio, y agrega que una vez le comentó a Trump: “Le dije que las afirmaciones fraudulentas no son compatibles. … Pero su equipo legal aún le muestra esta mi**** al pueblo estadounidense. Y está mal”.
Más allá de presentar testimonios agudos de exsocios de Trump, las audiencias del 6 de enero podrían ser el preludio de cargos penales sin precedentes contra el expresidente Trump, los primeros para un expresidente en la historia de EE.UU.
“Toda nuestra investigación es un historial de crímenes tanto al Departamento de Justicia como al pueblo estadounidense porque este es un ataque enorme a nuestra… a la maquinaria de la democracia estadounidense”, le declaró el domingo a CNN el congresista de Maryland, Jamie Raskin.