Trump y Musk: los cuatro factores que rompieron su relación política
El distanciamiento entre el presidente y Musk habría comenzado tras desacuerdos por el “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump
La relación entre el presidente Donald Trump y Elon Musk parece haber entrado en crisis. El magnate tecnológico atacó con dureza el “gran y hermoso proyecto de ley” impulsado por Trump, justo cuando el Senado define su destino.
“No lo soporto más. Este proyecto de gasto del Congreso, gigantesco, escandaloso y lleno de excesos, es una abominación repugnante”, publicó Musk en X. “Qué vergüenza para quienes votaron a favor. Saben que hicieron mal. Lo saben”.
El estallido se produjo pocos días después de que Musk abandonara su rol como asesor especial del presidente. En sus cuatro meses en el gobierno, dirigió el Departamento de Eficiencia Gubernamental, creado para combatir el derroche en el gasto público. Bajo su liderazgo, el organismo despidió a decenas de miles de empleados, burócratas y funcionarios.

El “amigo político” de Trump salió a respaldarlo durante las elecciones presidenciales del año pasado y aportó más de $288 millones de dólares a la causa MAGA.
Sin embargo, ese respaldo le cobró factura. Las repercusiones afectaron de lleno a sus negocios, especialmente a Tesla, que cerró el primer trimestre con una caída del 71 % en sus ganancias y quedó en el centro de duras críticas públicas.
A pesar de las señales de tensión, una fuente de la Casa Blanca citada por Axios aseguró que Musk y Trump “siguen siendo amigos y aliados”. Sin embargo, otra fuente afirmó que Musk se siente “dolido” por la forma en que terminó su paso por el gobierno. Según se detalla en el informe, existen varios motivos detrás del distanciamiento cada vez más evidente entre ambos.
1. Recorte al crédito fiscal para autos eléctricos
La ley insignia de Trump eliminó un beneficio clave para los compradores de autos eléctricos: un crédito fiscal de hasta $7.500 dólares. Tesla, según reportes, destinó unos 240.000 dólares en gestiones para intentar conservar ese incentivo hasta finales de abril.
Musk, según trascendió, pidió personalmente al presidente que no lo eliminara. Aun así, no logró convencerlo. La molestia quedó latente, a pesar de que Trump organizó un evento en los jardines de la Casa Blanca en marzo, donde convirtió el lugar en una especie de concesionaria Tesla para apoyar la marca, luego de que varios de sus locales sufrieran actos de vandalismo.

2. Musk quería seguir en el gobierno
Según Axios, el magnate expresó su intención de continuar en su puesto como “empleado especial del gobierno” más allá del límite legal de 130 días, a pesar de varios enfrentamientos con miembros del gabinete de Trump en reuniones privadas.
Sin embargo, no logró acordar una prórroga con el equipo del presidente.
3. Musk quiso imponer Starlink en el control aéreo
Otro punto de tensión surgió cuando Musk presionó a la Administración Federal de Aviación (FAA) para que adoptara su tecnología satelital Starlink en el control del tráfico aéreo. La propuesta no avanzó, ya que las autoridades la rechazaron por razones técnicas y por posibles conflictos de interés.
“No se puede manejar el control aéreo solo con satélites”, dijo una fuente a Axios.
La presencia de Musk en el gobierno ya había generado otras preocupaciones por conflictos de interés. La más reciente llevó a 42 legisladores demócratas a enviar una carta al inspector general del Pentágono, en la que alertaron sobre la posible participación de SpaceX en el sistema de defensa antimisiles “Cúpula Dorada” promovido por Trump.

4. Trump retiró a último momento la nominación del aliado de Musk para la NASA
Entre los supuestos adversarios de Musk dentro de la Casa Blanca figuraba Sergio Gor, director de la Oficina de Personal Presidencial, con quien mantuvo enfrentamientos.
El fin de semana, Trump decidió retirar abruptamente la nominación de Jared Isaacman (aliado cercano de Musk) como nuevo administrador de la NASA. En los pasillos del gobierno, varios apuntaron a Gor como el responsable y calificaron la decisión como una “cachetada de despedida” dirigida al empresario.
Algunos funcionarios negaron esa versión. Señalaron que varios senadores republicanos habían cuestionado los vínculos de Isaacman con el Partido Demócrata, donde figuraba como donante en ciclos anteriores.
“Aunque no fuera la intención, Elon lo sintió como el golpe final”, señaló un funcionario. “Y así llegamos a este escenario”.

Por otro lado, Steve Bannon —exestratega jefe de la Casa Blanca y acérrimo enemigo de Musk— señaló que la primera grieta en la relación surgió en marzo, cuando Trump se negó a mostrarle al magnate los planes de ataque del Pentágono ante una posible guerra con China.
“El ambiente cambió por completo”, dijo Bannon a The Atlantic el mes pasado. “Se notaba. Todo se rompió en ese instante”.
Traducción de Leticia Zampedri