Estalla la pelea entre Trump y Musk: ¿de qué se acusan el presidente y el CEO de Tesla?
“Elon se estaba volviendo ‘molesto’. Le pedí que se fuera”, escribió el presidente en Truth Social el jueves
La relación entre Donald Trump y Elon Musk terminó por estallar el jueves, cuando el presidente afirmó que el hombre más rico del mundo se había vuelto “loco” y amenazó con rescindir sus contratos multimillonarios con el Gobierno.
“Elon se estaba volviendo ‘molesto’. Le pedí que se fuera y eliminé su mandato de autos eléctricos, ese que obligaba a todos a comprar autos que nadie quería (¡y que él sabía desde hace meses que iba a eliminar!), ¡y se volvió loco!”, escribió el presidente.
“La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera”, planteó Trump.
En el transcurso de unas horas, dos de los hombres más poderosos del mundo intercambiaron comentarios hostiles desde sus respectivas plataformas de redes sociales —Truth Social y X— cuando su amistad de alto perfil llegó a un final abrupto y extremadamente público.

La disputa culminó con una impactante afirmación de Musk, según la cual el presidente estaba “en los archivos de Epstein”. “Por eso no los han hecho públicos”, escribió Musk, y se despidió: “¡Que tengas un buen día, D. J. T.!”
Diez minutos después, añadió: “Guarden esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz”.
Días después de dejar su puesto como asesor especial del gobierno de Trump, en calidad de líder del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE. UU.), Musk arremetió contra el “gran y hermoso proyecto de ley” del presidente, calificándolo de “asqueroso” y “una abominación”. Anteriormente, Trump había reaccionado de forma pacífica a las declaraciones de Musk.
El jueves, durante una reunión con el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente declaró a los periodistas que estaba “muy decepcionado” de su antiguo “primer amigo”. A Trump se le preguntó por los recientes comentarios de su antiguo asesor en contra de la ley de gastos que se está tramitando en el Congreso.

“Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que nadie. No tenía objeciones hasta que se enteró de que eliminaría el mandato de los vehículos eléctricos. Y sí es injusto”, expresó.
Trump también afirmó que durante las elecciones presidenciales podría haber ganado el disputado estado de Pensilvania sin la ayuda de Musk.
“Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara y los republicanos estarían 51-49 en el Senado”, replicó Musk en X. “Qué ingratitud”, expresó en otra publicación.


Los exabruptos continuaron a lo largo del jueves. Musk volvió a compartir una publicación que calificaba los aranceles de Trump de “superestúpidos” y añadió el comentario “Los aranceles de Trump causarán una recesión en la segunda mitad de este año”.
Por su parte, la Casa Blanca adoptó un tono más diplomático a través de los canales oficiales.
“Este es un episodio desafortunado de Elon, que está descontento con el gran y hermoso proyecto de ley porque no incluye las políticas que él quería”, comentó la secretaria de prensa Karoline Leavitt en un comunicado. “El presidente está centrado en aprobar esta histórica pieza legislativa y hacer que nuestro país vuelva a ser grande”.
Las hostilidades surgieron tras la salida de Musk como asesor especial del Gobierno, donde ejercía como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Desde que dejó el cargo a finales del mes pasado ha calificado al “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump como una “abominación repugnante”.
“Vergüenza debería dar a quienes votaron a favor: saben que se equivocaron”, escribió en X.
A partir de ahí, Musk siguió arreciando sus ataques contra la legislación, utilizando el póster del sangriento clásico de Quentin Tarantino Kill Bill para instar a sus inmensos seguidores a expresar su descontento con la propuesta. “Llamen a su senador, llamen a su congresista, ¡mandar a Estados Unidos a la quiebra NO está bien!”, publicó Musk, compartiendo una imagen de la famosa película, protagonizada por Uma Thurman.
Al parecer, los comentarios pillaron “desprevenidos” a los asesores de la Casa Blanca y dejaron al presidente “confundido”.

Más tarde, después de un bombardeo de mensajes de Musk en X, Trump respondió de nuevo, defendiendo el proyecto de ley. “No me importa que Elon se ponga en mi contra, pero debería haberlo hecho hace meses”, escribió en Truth Social.
“Este es uno de los mejores proyectos de ley jamás presentados al Congreso. Es un recorte récord de gastos, 1,6 billones de dólares, y la mayor reducción de impuestos jamás hecha. Si este proyecto de ley no se aprueba, habrá un aumento de impuestos del 68 %, y cosas mucho peores. Yo no creé este desastre, solo estoy aquí para arreglarlo. Esto pone a nuestro país en el camino de la grandeza. ¡Vamos a hacer grande a EE. UU. otra vez!”, declaró.
La oposición de Musk se debe al recorte de la desgravación fiscal para vehículos eléctricos, que afecta a los clientes de Tesla, y a la decisión de Trump de descartar el nombramiento de Jared Isaacman como jefe de la NASA. El multimillonario de la tecnología dijo que su decisión de dar un paso al costado en el DOGE fue, en parte, para poder centrar sus esfuerzos en su empresa de vehículos eléctricos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, manifestó que la opinión de Musk no cambiaba la postura del presidente sobre el proyecto de ley. Por su parte, el senador de Kentucky Rand Paul y otros conservadores fiscales apoyaron las preocupaciones de Musk por el hecho de que el proyecto sumaría billones a la deuda nacional.

Según Axios, la principal razón por la que Musk se manifestó tan enérgicamente en contra de la medida es porque estaba “frustrado por no haber conseguido un trato favorable en el proyecto de ley y en el Gobierno en general”.
“Elon quedó resentido”, aseguró una fuente al medio.
El desencuentro entre dos de los hombres más poderosos del mundo puede resultar menos sorprendente que la vertiginosa e intensa amistad que lo precedió.
Ya en 2016, Musk declaró públicamente que Trump no era apto para postularse para el cargo más alto de la nación, y dijo al canal CNBC en ese momento: “No parece tener el tipo de carácter que proyecte una buena imagen de EE. UU.”. Sin embargo, se unió a un consejo asesor económico junto al director ejecutivo de Uber, Travis Kalanick, al mes siguiente de la primera victoria electoral de Trump.

En 2017, Musk presentó su renuncia a sus cargos en el consejo asesor presidencial. “El cambio climático es real. Abandonar [el Acuerdo de] París no es bueno para Estados Unidos ni para el mundo”, escribió en X, entonces Twitter, cuando aún no era de su propiedad.
Cinco años más tarde, ambos se enfrentaron de nuevo luego de que Trump calificara de “estupideces” a las afirmaciones de Musk sobre adquirir la red social. Semejante desaire, al parecer, quedó en el pasado en noviembre de 2022, cuando Musk tomó el control de la plataforma y restableció la cuenta del presidente.
Musk, que en anteriores ocasiones había manifestado su apoyo al partido demócrata, se mantuvo políticamente ambivalente hasta julio de 2024, cuando ocurrió el intento de asesinato a Trump en un mitin en Butler, Pensilvania. El magnate de la tecnología respaldó a Trump como candidato segundos después de que agentes del servicio secreto lo sacaran a toda prisa del escenario, y más tarde se informó que Musk destinaría unos 45 millones de dólares por mes a un nuevo supercomité de acción política (PAC) pro-Trump llamado America PAC.

Luego apareció en múltiples mitines de Trump, tanto con el presidente como sin él, y al parecer habría invertido 25 millones de dólares de su propio dinero en la campaña.
El 4 de noviembre, Musk pasó la noche con Trump y otros incondicionales de MAGA en el complejo Mar-a-Lago del presidente electo en Florida para ver los resultados de la votación y la aplastante victoria republicana.
Poco después, Trump anunció que Musk y su antiguo rival en las presidenciales, Vivek Ramaswamy, dirigirían un nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, una referencia irónica a un meme de Internet favorito de Musk), el cual funcionará como un grupo asesor independiente para recortar el gasto público y simplificar la burocracia.
La lucha entre Trump y Musk podría no haber hecho más que empezar, ya que el multimillonario de Tesla insinuó que podría continuar en política, solo que no con el Partido Republicano.
En otra publicación en X el jueves por la tarde, Musk encuestó a sus seguidores: “¿Es hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que realmente represente al 80 % del centro?”.
El fundador tecnológico también impulsó una publicación que argumentaba que Trump debería ser destituido y reemplazado por el vicepresidente J. D. Vance, y comunicó que desmantelaría las naves espaciales Dragon de SpaceX, un pilar del programa espacial estadounidense.
El exasesor de Trump Stephen Bannon, un viejo crítico de Musk, está instando a la administración a perseguir al multimillonario de SpaceX con una serie de investigaciones.
“Deberían iniciar una investigación formal de su estatus migratorio, porque soy de la firme creencia de que es un extranjero ilegal, y debería ser deportado del país de inmediato”, dijo Bannon a The New York Times.
Musk trabajó ilegalmente mientras tenía una visa de estudiante en Estados Unidos a mediados de la década de 1990, según un informe de The Washington Post, aunque Musk insiste en que permaneció y trabajó legalmente en el país, primero con una visa de estudiante y luego con una de trabajador especializado.
Bannon también pidió a Trump que investigara el supuesto consumo de drogas de Musk y el supuesto intento de obtener una sesión informativa del Pentágono sobre escenarios bélicos ultrasecretos para un hipotético conflicto con China.
Musk sostuvo que los informes sobre la sesión informativa planeada eran “falsos” y “propaganda”.
Si hay una próxima guerra de Musk contra el Partido Republicano, algunos republicanos ya se están aliando con Trump.
“Nadie eligió a Elon Musk, y a un montón de gente ni siquiera le cae bien, para ser honesto, incluso en ambos lados”, dijo el representante Jeff Van Drew a Axios.
Por otro lado, el representante Troy Nehls, de Texas, envió un mensaje directo a Musk a través de los periodistas: “Perdiste la maldita cabeza”.
Traducción de Sara Pignatiello y Martina Telo