Al parecer, el FBI investiga si Trump escondió documentos clasificados en sus casas de NY o NJ
El almacenamiento de documentos del expresidente podría haberse extendido a su rascacielos homónimo
Agentes especiales del FBI habrían entrevistado a múltiples testigos con respecto a si el expresidente Donald Trump ocultó documentos clasificados o sensibles del Gobierno en su casa y oficina de la Torre Trump o en el club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, donde ha pasado la mayoría de los veranos desde 2017.
Según Rolling Stone, los agentes también realizaron indagaciones sobre si el expresidente, dos veces procesado para su destitución, tenía la costumbre de trasladar documentos clasificados desde Mar-a-Lago -la mansión de Palm Beach, Florida, convertida en club privado donde mantiene su residencia principal- a sus otras propiedades, con especial énfasis en la Torre Trump y Bedminster.
Aunque Trump ha evitado en gran medida alojarse en su tríplex de la Quinta Avenida, encima de la torre de cristal que lleva su nombre, desde que se trasladó a la Casa Blanca al principio de su mandato, sigue siendo la sede de su negocio homónimo de bienes raíces y licencias, y se sabe que pasa más tiempo allí desde que dejó el cargo que durante su presidencia.
Su casa en el club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, fue un destino frecuente durante los meses de verano de su presidencia, cuando Mar-a-Lago cerró debido al calor de Florida.
Una fuente declaró a la revista que era “obvio” que los agentes querían saber si el almacenamiento de documentos de Trump “iba más allá de Mar-a-Lago”.
A principios de esta semana, varios medios informaron que los investigadores federales creen que Trump podría haber conservado más documentos clasificados de los devueltos a los Archivos Nacionales o incautados por el FBI en el registro del 8 de agosto en su propiedad de Florida.
El New York Times también publicó que uno de los abogados de Trump sugirió que una empresa forense externa revisara la casa del expresidente en Florida para determinar si algún documento había escapado del control del FBI durante el registro, pero la propuesta del abogado, Christopher Kise, no tuvo éxito.