Estadounidense sentenciado por tres asesinatos en España queda libre tras intercambio de presos con Venezuela
Dahud Hanid Ortiz fue condenado a 30 años de prisión en Venezuela por los asesinatos cometidos en Madrid en 2016
El gobierno de Donald Trump celebró un intercambio de prisioneros con Venezuela como un éxito diplomático que permitió el regreso a casa de 10 estadounidenses que, según Washington, estaban “injustamente detenidos”.
Los hombres eran considerados “rehenes”, según una declaración de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado compartida por el entonces secretario de Estado, Marco Rubio. “Ahora son libres y están de vuelta en nuestra patria,” afirmó Rubio.
Sin embargo, entre los liberados figura un ciudadano con doble nacionalidad, estadounidense y venezolana, que fue condenado por el asesinato de tres personas en España en 2016, según se detalla en documentos judiciales venezolanos y declaraciones de autoridades en Madrid.
Dahud Hanid Ortiz, de 55 años, fue condenado en Venezuela en enero de 2024 a 30 años de prisión tras ser hallado culpable del asesinato de tres personas en Madrid en 2016. Según los registros, huyó a Venezuela, su país de origen, donde fue detenido y procesado en 2018. La legislación venezolana prohíbe la extradición de sus ciudadanos, pero permite juzgarlos por delitos cometidos en el extranjero.
En imágenes difundidas por el Departamento de Estado de EE. UU. se muestra a Ortiz junto a otros estadounidenses liberados, sonriendo y ondeando pequeñas banderas estadounidenses tras su llegada al país el 18 de julio.

Un vocero del Departamento de Estado se negó a confirmar oficialmente la identidad de Ortiz.
“Estados Unidos tuvo la oportunidad de lograr la liberación de todos los ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, muchos de los cuales denunciaron haber sido víctimas de tortura y otras condiciones extremas”, dijo el portavoz en un comunicado enviado a The Independent. “Por razones de privacidad, no entraremos en los detalles de ningún caso específico”.
Ortiz, un exmarine estadounidense que sirvió en la guerra de Irak, fue acusado de matar en 2016 a tres personas en el barrio de Usera, al sur de Madrid.
Su presunto objetivo era Víctor Salas, un abogado que mantenía una relación con su exesposa, a quien Ortiz había amenazado de muerte, según registros judiciales revisados por El Pais. En el ataque, Ortiz habría asesinado a dos empleadas del despacho y a un cliente, a quien confundió con Salas.
Tras el crimen, huyó a Alemania, donde residía en ese momento, y luego viajó a Latinoamérica, donde finalmente fue detenido.
Víctor Salas, el supuesto blanco del ataque y sobreviviente, expresó su indignación en una entrevista concedida el martes al programa español Vamos a ver: “Todos nos sentimos engañados, traicionados y defraudados. Nos sentimos engañados porque Dahud Hanid Ortiz nunca fue un preso político. Era un asesino condenado y sentenciado por las autoridades venezolanas. El expediente del caso deja bastante claro que es un criminal”.
En declaraciones a TeleMadrid, Víctor Salas afirmó que “los gobiernos de Donald Trump y Nicolás Maduro acaban de entregar la libertad a un asesino, alguien que es un verdadero peligro para la sociedad, sin que nadie se haya molestado en dar una explicación real”.
El polémico intercambio de prisioneros incluyó también la liberación de decenas de venezolanos que, durante el gobierno de Trump, habían sido deportados a El Salvador bajo acusaciones de ser “enemigos extranjeros” enviados por el gobierno de Venezuela para “invadir” Estados Unidos.
En virtud del acuerdo, 252 ciudadanos venezolanos —entre ellos hombres acusados de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua— fueron repatriados a su país desde el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, donde estuvieron encarcelados por más de cuatro meses.
Durante su gestión, funcionarios de Trump habían calificado a estos detenidos como “los peores de los peores” y “enemigos extranjeros” responsables de actos de “guerra” en suelo estadounidense. Pese a esas acusaciones, ahora han sido liberados en Venezuela y podrían incluso regresar a Estados Unidos por orden judicial.
Traducción de Leticia Zampedri