Gobernador de Texas confronta a Biden por supuesta falta de invitación a reunión en la frontera
El presidente recibió una carta que describe las quejas y demandas de Greg Abbott de políticas de extrema derecha
El gobernador de Texas confrontó a Joe Biden en la pista del aeropuerto el domingo después de quejarse horas antes de que solo le habían extendido una invitación para reunirse con él en el último momento.
El momento ocurrió cuando Biden aterrizó en el estado de la estrella solitaria para un viaje a la frontera entre Estados Unidos y México, donde se reunió con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense, así como con líderes electos locales.
El viaje se produce en un momento en el que el presidente se enfrenta desde hace tiempo a críticas de los conservadores por no ver de primera mano la situación en la frontera entre Estados Unidos y México, así como por hacer retroceder la controvertida política de inmigración de la era de Trump que durante mucho tiempo los demócratas denunciaron como inhumana.
Greg Abbott le entregó al presidente una carta en la que describía sus preocupaciones sobre la cantidad de migrantes que se encuentran en la región fronteriza de EEUU y México, que ha aumentado constantemente en los dos años que Biden ha estado en el cargo. La carta concluyó con una lista de demandas que incluía medidas que ni siquiera tomó la administración de Trump durante los cuatro años de este último en el poder.
Tales medidas incluían declarar a los carteles de droga como grupos terroristas internacionales, autorizar potencialmente la acción militar de los EEUU en su contra, así como aumentar de manera considerable las detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados. También busca que la administración de Biden deje de liberar a los migrantes mientras se adjudican sus solicitudes de asilo, y que continúe con la construcción del muro fronterizo que Donald Trump ordenó.
Fue una larga lista de medidas que es muy poco probable que el presidente considere, en especial dada la improbabilidad de que la Casa Blanca tome medidas para tratar de trabajar con los republicanos en el Senado para aprobar una legislación de reforma migratoria. Esa posibilidad casi desapareció con la elección de una mayoría republicana en la Cámara de Representantes que en gran medida se consideraba en deuda con la extrema derecha.
Abbott, en particular, ha enfrentado críticas mordaces de los demócratas en los últimos meses por una campaña de transporte en autobús con el objetivo de llevar a grupos de migrantes de América Central y del Sur hasta ciudades y pueblos controlados por funcionarios electos demócratas, incluso fuera del Observatorio Naval de EEUU en Washington D.C. (casa de la vicepresidenta).
En muchos casos, las caravanas de autobuses de migrantes han terminado con grandes grupos de migrantes, incluidos niños, que han sido dejados en plena noche con escasa o nula coordinación entre los gobiernos locales y solo con grupos de voluntarios disponibles para ayudar a los migrantes a encontrar refugio o transporte adicional a otro destino.
Traducción de Michelle Padilla