Kim Kardashian y Pete Davidson terminaron, ¿o no?
Una relación que comenzó con un mágico beso en ‘SNL’ entre “Aladino” y “Jazmín” y continuó con varios tatuajes desafortunados parecería haber sido eternamente bendecida por el propio Disney: tal vez todavía haya esperanza para esta mediática pareja
Para el resto del universo de la cultura pop, fue como simplemente esperar a que ocurriera lo inevitable, pero por mi parte quedé totalmente sorprendida cuando me enteré de que Kim Kardashian y Pete Davidson han decidido convertirse en ese temido “solo buenos amigos”. Parece que su famoso noviazgo de nueve meses estaba condenado por “la distancia y los exigentes horarios de trabajo”. La verdad es que habían tenido todo mi apoyo, porque después de tres matrimonios y cinco noviazgos (ella) y nueve noviazgos (él), lógicamente parecía que había llegado el momento de que estos adorables e incurables románticos sentaran cabeza por fin y fueran suficientes el uno para el otro, ¿no? Ay de mí. No iba a pasar.
Durante su tumultuoso noviazgo, la pareja soportó muchas tormentas y triunfó donde unos simples mortales habrían fracasado. ¿Quién puede olvidar la Met Gala, cuando Kim literalmente pasó hambre durante casi un mes para (casi) embutirse en un vestido de lentejuelas que antes pertenecía a Marilyn Monroe? ¿Te imaginas el hambre que debió tener? Sin embargo, Pete permaneció valientemente a su lado, incluso parece que le prestó un poco de su tinte para el pelo. Y luego se marcó el nombre de Kim en el pecho y se tatuó las iniciales de sus hijos en el brazo. Todos hemos pasado por algo así.
Luego, la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, donde recibieron los premios de periodismo Walter Cronkite por... no, espera. Donde fueron alabados como reporteros magistrales de la CNN y Bravo y... no, eso tampoco. ¿Por qué estaban en el Baile de los Nerds entonces? ¡Para demostrar que son personas intelectuales a las que hay que tomar en serio! Sinceramente, ¡incluso los periodistas más respetados se acobardan ante la cámara a veces! ¿No has visto esas fotos salvajes de un Jake Tapper tatuado y sin camisa sacando la lengua?
Dondequiera que Kim y Pete se aventuraran, los infernales paparazzi los fotografiaban, robándoles su tan deseada privacidad. Desde las montañas rusas hasta las pizzerías más elegantes de Staten Island, las cámaras estaban allí para grabar cada una de sus muestras públicas de afecto. Todos sabemos que la modestísima estrella de The Kardashians rehúye a ser el centro de atención, y debió ser una auténtica tortura verse constantemente en los tabloides. Si tan solo Kim y Pete hubieran podido tener citas como personas normales, pasando las tardes tranquilas en casa viendo programas de reality (PERO NO The Kardashians) y comiendo guacamole y papas fritas, podrían haber tenido la oportunidad de triunfar lejos de los ojos siempre indiscretos de la prensa. Pero ahora nunca lo sabremos.
Está claro que la ruptura de Kete no tuvo nada que ver con sus 13 años de diferencia de edad, los cuatro hijos pequeños de Kim con Kanye West, el propio Ye y su diabólica campaña para destrozar a Pete, o el hecho de que no parecían tener casi nada en común. Entonces, ¿qué podría haber sido? Una relación que comenzó con un mágico beso en SNL entre “Aladino” y “Jazmín” parecería haber sido eternamente bendecida por el propio Disney. Pero el paso del tiempo tiene una forma de desgastarnos a todos. Un día eres joven y superrico, y al día siguiente eres un año más viejo y superrico. Tal vez se despertaron una mañana en algún superyate y se dieron cuenta de que había una dentadura postiza en un vaso de agua, o una alarma de Life Alert en la mesita de noche, y se dieron cuenta de que tenían que cambiarse uno a otro por modelos menos viejos antes de que fuera demasiado tarde.
Sigue siendo una separación reciente, y sigo manteniendo la esperanza de una segunda oportunidad para estos adorables tortolitos. En caso de que ocurra, he estado preparando posibles regalos de boda (pensé en una isla del Pacífico Sur para cada quien). Si escuchas algún rumor de una posible reconciliación, por favor, házmelo saber. Kardashian y Davidson: Segunda Parte renovaría mi fe en el amor verdadero contra todo pronóstico, y sería una historia reconfortante que nos vendría muy bien ahora mismo. Además, Pete no tendría que deshacerse de ninguno de esos tatuajes.