El Servicio Secreto podría ofrecer más respuestas sobre el testimonio de que Trump intentó agarrar el volante

El Servicio Secreto de EE.UU. ofreció la cooperación de la agencia con el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga el ataque al Capitolio de EE.UU. después de que el testimonio de una exasistente de la Casa Blanca alegara que escuchó que Donald Trump se abalanzó sobre un conductor dentro de un automóvil presidencial y exigió ser llevado al Capitolio.

El 28 de junio, el comité selecto de la Cámara que investiga los eventos que rodearon el asalto de la multitud a favor de Trump escuchó a Cassidy Hutchinson, asistente del entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.

En su testimonio, alegó que Tony Ornato, entonces subjefe de gabinete de la Casa Blanca, le comunicó que el agente del Servicio Secreto Robert Engel le dijo repetidamente a Trump en su camino de regreso a la Casa Blanca después de su discurso de mitin que no era seguro ir al Capitolio.

El expresidente supuestamente le dijo “soy el maldito presidente” y “llévame al Capitolio ahora” mientras se acercó a agarrar el volante. Luego, Engel supuestamente lo agarró del brazo y Trump usó su otra mano para alcanzar el cuello de Engel, según contó Hutchinson, quien también se desempeñó como asistente especial del presidente.

“El Servicio Secreto de los Estados Unidos ha estado cooperando con el Comité Selecto desde que lo crearon en la primavera de 2021, y seguirá haciéndolo, incluso al ofrecer respuestas ante el Comité sobre las nuevas acusaciones que surgieron en el testimonio de hoy”, según un comunicado del Servicio Secreto de EE.UU.

El corresponsal de NBC News, Peter Alexander, también informa que “una fuente cercana al Servicio Secreto” le dijo que Engel y el conductor ese día están preparados para testificar que ninguno de los dos fue agredido.

Tanto Engel como Ornato fueron entrevistados por el comité hace meses. Sus declaraciones no fueron utilizadas en la audiencia del martes.

En su cuenta de Truth Social, Trump negó las acusaciones y calificó el testimonio de Hutchinson de “enfermo” y “fraudulento”.

“Ni siquiera hubiera sido posible hacer algo tan ridículo”, escribió.

Los aliados de Trump han tratado de socavar el testimonio de Hutchinson haciendo circular el diagrama de una limusina SUV presidencial mejorada (a menudo conocida como “la bestia”) para demostrar que Trump no pudo haberse abalanzado sobre el conductor. Sin embargo, Trump estaba sentado en el asiento trasero del pasajero de una SUV presidencial diferente ese día, según imágenes y vídeos de la partida de Trump a la Casa Blanca el 6 de enero proporcionados por el comité.

Una declaración de los abogados de Hutchinson dijo que está “justificadamente orgullosa de su servicio al país”.

“Aunque ella no buscó la atención que acompañó a su testimonio hoy, cree que era su deber y responsabilidad brindarle al comité sus observaciones veraces y sinceras sobre los eventos en torno al 6 de enero”, según el comunicado. “Hutchinson cree que el 6 de enero fue un día horrible para el país, y es vital para el futuro de nuestra democracia que no se repita”.