Trump afirma que “casi no conoce” a la asesora que testificó que él sabía de los alborotadores armados
Cassidy Hutchinson testificó que el expresidente dijo que una mafia armada “no está aquí para lastimarme”
Donald Trump afirma que “casi no conoce” a la asistente de su antiguo jefe de gabinete después de su testimonio condenatorio ante el comité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la infundada narrativa del expresidente sobre las elecciones robadas y si sabía que una turba de partidarios cometería actos de violencia en el Capitolio de Estados Unidos.
“No sé bien quién es esta persona [...], solo que escuché cosas muy negativas sobre ella”, escribió el expresidente en su cuenta de Truth Social sobre Cassidy Hutchinson, asistente del jefe de gabinete Mark Meadows, quien también sirvió como asistente especial de Trump.
Hutchinson testificó el 28 de junio que el entonces presidente Trump sabía que sus partidarios estaban armados con pistolas y cuchillos antes de marchar hacia el Capitolio y que ordenó al personal que retirara los dispositivos de seguridad.
“No me importa una m****a que tengan armas. No están aquí para lastimarme”, supuestamente dijo. “Quiten los cochinos detectores de metal. Dejen entrar a mi gente. Pueden marchar al Capitolio desde aquí. Dejen entrar a la gente”.
“Quiten los cochinos detectores”, dijo Trump, según Hutchinson, refiriéndose a los detectores de metales alrededor del parque Ellipse.
Trump afirma haber rechazado “personalmente” la solicitud de ella de unirse al personal de su oficina en Florida después de que se fue de la Casa Blanca.
“¿Por qué quería irse con nosotros si sentía que éramos tan terribles?”, escribió en reacción a su testimonio. “Entiendo que estaba muy molesta y enojada porque yo no quería que fuera, o que estuviera como miembro del equipo. ¡Ella no da buena espina!”
En otra publicación, el expresidente afirmó que “nunca se quejó de la multitud, era masiva”.
“No quería ni pedí que hiciéramos espacio para que personas armadas vieran mi discurso”, escribió. “¿Quién querría eso? ¡Yo no!”
Afirmó falsamente que no se “encontraron ni llevaron” armas al Capitolio.
Entre las decenas de personas acusadas en relación con el ataque, varias presuntamente portaban no solo armas de fuego, sino también cuchillos, bates y otras armas improvisadas, según el Departamento de Justicia de EE.UU. Varios han sido acusados de portar armas de fuego en los terrenos del Capitolio o esconderlas cerca.
Aproximadamente 255 personas han sido acusadas de agredir, resistir u obstaculizar a oficiales o empleados, incluidas aproximadamente 90 personas acusadas de usar un arma mortal o peligrosa o de causar lesiones corporales graves a un oficial, según el Departamento de Justicia.
“Entonces, ¿dónde estaban todas estas armas? Pero, lamentablemente, se usó un arma contra Ashli Babbitt, ¡y la persona que la usó no pagó ningún precio!” agregó Trump refiriéndose al asesinato por parte de un oficial del Capitolio de una teórica de conspiración de extrema derecha que estaba entre la multitud en la puerta de las salas de la Cámara de Representantes. El oficial le disparó fatalmente cuando parecía trepar por una ventana rota hacia la sala.
Hutchinson también testificó que Trump arrojó una comida a la pared después de descubrir que el entonces fiscal general de los Estados Unidos, Bill Barr, le dijo a The Associated Press que las elecciones presidenciales de 2020 no se vieron afectadas por fraude.
“Había catsup goteando por la pared” del lado del comedor donde la comida de Trump se había estrellado, testificó Hutchinson.
En otra publicación en Truth, Trump negó haber arrojado comida.
También afirmó que Trump trató de agarrar el volante de un automóvil estatal presidencial (conocido como la “bestia”). Trump dijo que su testimonio es “enfermo” y “fraudulento”.
“Ni siquiera hubiera sido posible hacer algo tan ridículo”, según Trump.
La audiencia del comité de la Cámara del 28 de junio —que se anunció abruptamente el lunes por la noche— trató de ilustrar lo cerca que estuvo físicamente Hutchinson de la respuesta directa de la administración al ataque del 6 de enero, y cómo su oficina estaba muy cerca de la Oficina Oval en un parte muy transitada de la Casa Blanca.