“Siempre había excusas”: asesor habla sobre la negligencia del CEO de OceanGate en documental de Netflix
La implosión del Titan en 2023 acabó con la vida de cinco personas y acaparó la atención del mundo: una expedición de millonarios a los restos del Titanic que puso en duda el futuro de los sumergibles. Madeline Sherratt habla con el experto en sumergibles Rob McCallum sobre la catástrofe
Antes de la traumática implosión del submarino Titan en la que murieron cinco personas, el experto en sumergibles Rob McCallum había advertido al director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush, de los peligrosos riesgos.
Ahora, a dos años del incidente que acabó con la vida de Rush y sus compañeros de aventura, y a raíz de su aparición en el nuevo documental de Netflix Titan: El desastre de OceanGate, McCallum revela lo que él considera que falló en la operación.
“Cada vez me asombro y me indigno más cuando salen a la luz todos los niveles de incompetencia y fraude dentro de OceanGate”, declaró a The Independent.
“El épico fracaso de OceanGate ha hecho un enorme daño a la reputación de organizaciones legítimas y profesionales, y ha hecho retroceder el progreso muchos años”, afirmó.
McCallum, fundador, líder de expediciones y buceador experto de EYOS Expeditions, una empresa que realiza trabajos similares con sumergibles, manifestó que hubo un montón de “pequeños signos de advertencia particulares” previos al colosal fracaso del submarino Titan el 18 de junio de 2023.
El Titan, por ejemplo, nunca fue certificado ni clasificado.
El sumergible experimental desapareció el 18 de junio de 2023 mientras realizaba un recorrido por los restos del Titanic en el océano Atlántico Norte. En él iban Rush, de 61 años, junto con el explorador británico Hamish Harding, de 58 años; el experimentado submarinista francés Paul-Henri Nargeolet, de 77 años; el empresario británico-paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años; y su hijo de 19 años, Suleman.
El Titan implosionó a los 90 minutos de un descenso, matando a los cinco que iban a bordo.
El mes pasado se hizo público un video que muestra el momento en que Wendy Rush oye por primera vez el sonido de la implosión mientras observa desde el buque de apoyo del submarino.
“¿Qué fue ese estruendo?”, pregunta.
El inquietante video se presentó como evidencia en una investigación más extensa de la Junta de Investigación Marítima de la Guardia Costera de Estados Unidos, que desde hace dos años investiga la catastrófica falla del submarino.
El informe final ―el cual McCallum sospecha que será condenatorio― está en su fase final, de acuerdo con la Guardia Costera, que expresó a The Independent que la Junta de Investigación Marítima está “presionando para publicarlo a finales de mes”.
McCallum cree que Rush será declarado como responsable y cuenta con que el informe revelará “el esfuerzo concertado de un empresario para saltarse todas y cada una de las reglas para montar un negocio y ganar dinero”.
Asegura que una década antes de la tragedia, entre 2009 y 2016, OceanGate solicitaba su asesoramiento con frecuencia.
“Solían venir y preguntarnos cómo podían establecer un negocio, cómo podían comprar un submarino, cómo debía mantenerse y dónde podían encontrar tripulación. Solían venir a hablar con nosotros sobre cómo podían empezar”.
Sin embargo, el plazo de Rush para poner en marcha el submarino Titan siguió postergándose.
El piloto jefe del submarino, Dave Lochridge, fue despedido en 2018, días después de presentar su informe sobre la ineficacia del diseño del casco de OceanGate y los métodos de prueba de la empresa. Luego OceanGate lo demandó por incumplir el contrato y revelar secretos de la empresa. Lochridge presentó una contrademanda por despido injustificado.
“Siempre había excusas”, comentó McCallum. “Pero el resultado es que la fecha siguió moviéndose. Él [Rush] decía ‘vamos a arrancar en 2020; espera, 2021. No, definitivamente lo haremos en 2022; y después, en 2023’”.
El buceador experto afirmó que dejó de prestar sus servicios de asesoramiento “tan pronto como decidieron que iban a construir un submarino no clasificado”.
Una de las mayores críticas a OceanGate fue el uso de un casco de fibra de carbono en el Titan, que en general se considera inadecuado para la inmersión en aguas profundas. Tradicionalmente, la principal materia prima que se emplea para construir submarinos modernos es el acero.
“Los altos cargos y los miembros del directorio leyeron el informe de Lochridge y sabían que su jefe de personal les estaba diciendo que esta cosa era una trampa mortal”, declaró McCallum.
“Hay gente que leyó ese informe y decidió continuar de todos modos, y es cómplice de lo que ocurrió después”, afirmó.
El nuevo documental sobre la tragedia, que se estrenó el miércoles, “esclarecerá sobre quién recae la culpa y quién debe rendir cuentas”, señaló.
McCallum recalcó que el desastre de OceanGate no representa a la industria de los sumergibles en su totalidad.
“Los sumergibles construidos por profesionales cuentan con un historial de seguridad impecable desde hace más de 50 años”, manifestó. “OceanGate ha dejado en evidencia la imprudencia de los vehículos experimentales 'hechos por uno mismo', y espero que ahora se instaure una reglamentación para impedir que se construyan vehículos de calidad inferior”.
Traducción de Martina Telo