Serbia reúne 13.500 armas en campaña de desarme, incluidos lanzacohetes
Las autoridades serbias muestran muchas de las 13.500 armas que según dicen ha entregado la gente desde los tiroteos masivos de este mes, y que incluyen granadas de mano, armas automáticas y lanzacohetes antitanque
Las autoridades serbias mostraron el domingo muchas de las 13.500 armas que según dijeron ha entregado la gente desde los tiroteos masivos de este mes, y que incluyen granadas de mano, armas automáticas y lanzacohetes antitanque.
Las autoridades han declarado un periodo de amnistía de un mes para que los ciudadanos entreguen armas sin registrar y eviten penas de prisión, dentro de una campaña de desarme tras los dos tiroteos masivos que dejaron 17 muertos, muchos de ellos niños.
El presidente populista Aleksandar Vucic acompañó a mandos policiales el domingo en la exposición de armas cerca de la localidad de Smederevo, unos 50 kilómetros (30 millas) al sur de la capital, Belgrado.
Vucic dijo que aproximadamente la mitad de las armas reunidas eran ilegales y la otra mitad eran armas registradas que los ciudadanos habían entregado de todos modos. Todas irán a fábricas de armas y municiones serbias para dirimir si las fuerzas armadas pueden utilizarlas.
“A partir del 8 de junio, el estado responderá con medidas represivas y las sanciones serán muy estrictas”, dijo sobre el periodo tras la amnistía. “¿Para qué necesita nadie un arma automática? ¿O todas estas armas?”.
Se estima que Serbia es uno de los países europeos con más armas por persona. Muchas son heredadas de las guerras de 1990 y están en posesión ilegal.
También se estrecharán los controles sobre los propietarios de armas y campos de tiro.
Las autoridades iniciaron la campaña de desarme después de que un niño de 13 años tomara el arma de su padre el 3 de mayo y disparase a sus compañeros en una escuela primaria del centro de Belgrado. Al día siguiente, un hombre de 20 años empleó un arma automática para disparar al azar en una zona rural al sur de Belgrado.
Las balaceras dejaron 17 muertos y 21 heridos, conmocionaron al país y provocaron peticiones de cambios tras décadas de crisis e inestabilidad.
Decenas de miles de personas han marchado en dos protestas en Belgrado desde los tiroteos, en las que pidieron la renuncia de ministros del gobierno y la prohibición de televisoras que fomenten el contenido violento y muestren a criminales de guerra y delincuentes.
Vucic rechazó el domingo las peticiones de la oposición de renuncia del ministro del interior, Bratislav Gasic, que también acudió a la exposición de armas entregadas. Pero el presidente sugirió que el gobierno podría renunciar y que anunciaría unas elecciones anticipadas en una marcha que ha convocado el 26 de mayo en Belgrado.
“No tenemos intención de reemplazar a Gasic, que está haciendo un gran trabajo”, dijo Vucic. “¿Qué ha hecho mal la policía?”.
La oposición ha acusado a las autoridades populistas nombradas por Vucic de avivar la violencia y el discurso de odio contra sus críticos, difundir propaganda en medios tradicionales e imponer un control autocrático sobre las instituciones, lo que según afirmaron agrava las divisiones en la sociedad.
Los manifestantes bloquearon el viernes un importante puente y autopista en la capital para presionar sus demandas. También se han celebrado protestas en otras ciudades y pueblos serbios, en una muestra de duelo e indignación por los tiroteos y las autoridades populistas.
Vucic ha descrito el bloqueo del puente como acoso, mientras que él y otros funcionarios y medios bajo su control intentaron minimizar la asistencia a las protestas.