“No soy comunista”: nominada de Biden para regular banca, obligada a defenderse de republicanos
La inmigrante kazajo-estadounidense intentó explicarle su infancia en la ex Unión Soviética a un senador republicano
La elección del presidente Joe Biden para ser la principal reguladora bancaria del país pasó su audiencia de confirmación del jueves defendiéndose de los senadores republicanos que la acusaron de ser comunista porque creció en la ex Unión Soviética.
La candidata de Biden para encabezar la Oficina del Contralor de Moneda del Departamento del Tesoro es Saule Omarova, una profesora de derecho kazajo-estadounidense que se mudó a los Estados Unidos después de la caída del gobierno comunista de la URSS, y luego obtuvo un doctorado de la Universidad de Wisconsin y un título en derecho de la Universidad Northwestern. Anteriormente se desempeñó en el Departamento del Tesoro durante la administración de George W. Bush.
Cuando el presidente del Comité Bancario del Senado, Sherrod Brown, abrió la audiencia de Omarova, señaló que la oposición republicana a la nominación de la profesora comenzó casi inmediatamente después de que se anunció, comenzando con un editorial del Wall Street Journal que la atacaba por haber estudiado en la ex Unión Soviética a pesar de haber nacido allí.
“Hicieron hincapié en que fue a la Universidad Estatal de Moscú. Destacaron que recibió una beca que lleva el nombre de Vladimir Lenin, sin mencionar que prácticamente todo... en la Unión Soviética lleva el nombre de Lenin... hicieron afirmaciones extravagantes e infundadas basadas en el lugar donde creció”, enumeró Brown. “Tienen una fórmula: empezar con una referencia pasajera e inexacta a su trabajo académico, distorsionar el fondo más allá del reconocimiento. Mezclar palabras como Marx, Lenin y comunismo con insinuaciones sobre la profesora Omarova y su lealtad a su país elegido. Así es como los republicanos convierten a una mujer calificada en un mosntruo marxista”.
“Ahora sabemos lo que sucede cuando el trumpismo se encuentra con el macartismo”, agregó Brown. “Es una crueldad que nadie debería experimentar”.
Como para probar el punto de Brown, el senador John Kennedy, de Louisiana, planteó exactamente ese tipo de críticas cuando llegó el momento de interrogar a Omarova poco tiempo después.
“Usted solía ser miembro de un grupo llamado los jóvenes comunistas, ¿no es así?”.
Omarova respondió preguntando a Kennedy si se refería a su membresía en una organización juvenil ordenada por el estado, Komsomol, cuando era una niña en la Unión Soviética.
“¿Era miembro de esa organización?” preguntó una vez más.
“Senador, nací y crecí en la Unión Soviética... todos eran miembros... eso era parte del progreso normal en la escuela”, dijo.
Luego, Kennedy le preguntó si había renunciado y, de ser así, si tenía una carta de renuncia formal, ante lo que Omarova intentó explicar que en la antigua Unión Soviética uno simplemente deja de ser miembro.
Luego, el senador comenzó a contar cómo Omarova había estudiado el “comunismo científico” como estudiante en la Universidad Estatal de Moscú, y concluyó sus comentarios diciendo: “No sé si llamarla profesora o camarada”.
Omarova respondió: “Senadora, yo no soy comunista. No suscribo esa ideología. No pude elegir dónde nací... mi familia sufrió bajo el régimen comunista. Crecí sin conocer a la mitad de mi familia, mi abuela escapó dos veces de la muerte bajo el régimen estalinista”.
“Eso es lo que está grabado en mi mente, eso es lo que soy… Estoy orgullosa de ser una estadounidense, y por eso vine aquí hoy, senador. Hoy estoy aquí porque estoy lista para el servicio público”.