Nuevo estudio clínico sobre hongos mágicos arroja resultados prometedores para el tratamiento del párkinson

La droga psicodélica extraída de estos hongos mejoró el estado de ánimo, la cognición y los síntomas motores de los participantes en el estudio

Julia Musto
en Nueva York
Jueves, 15 de mayo de 2025 13:37 EDT
Aumenta el número de estadounidenses que llaman al Servicio de Toxicología por el consumo de “hongos mágicos”
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¿Podrían ser los hongos mágicos el ingrediente secreto para ayudar a los enfermos de Parkinson?

Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) afirman que el consumo de la droga alucinógena psilocibina —que se encuentra en los hongos mágicos— puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, la cognición y los síntomas motores de las personas que padecen este trastorno degenerativo del movimiento.

Eso podría ser una buena noticia para los más de un millón de estadounidenses que viven con párkinson. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer, y se prevé que el número de personas diagnosticadas en EE. UU. se duplique de aquí a 2040.

“Aún estamos en las primeras fases de este trabajo, pero este primer estudio ha ido mucho más allá de lo que esperábamos”, declaró en un comunicado la doctora Ellen Bradley, profesora adjunta y directora asociada del Programa de Investigación Psicodélica Aplicada de la UCSF.

¿Podrían los hongos mágicos ayudar a mejorar la vida de las personas con enfermedad de Parkinson? Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, EE. UU., afirma haberlo conseguido
¿Podrían los hongos mágicos ayudar a mejorar la vida de las personas con enfermedad de Parkinson? Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, EE. UU., afirma haberlo conseguido (Getty Images)

Bradley fue la autora principal del trabajo, el cual se publicó a principios de este mes en la revista Nature Neuropsychopharmacology.

La psilocibina actúa penetrando en el cerebro a través de los mismos receptores que la serotonina, una hormona importante para regular el estado de ánimo y otras funciones cerebrales. Los receptores facilitan la transferencia de señales químicas del exterior al interior del cerebro.

Los investigadores afirman que el fármaco también provoca otros cambios en el cerebro, aunque aún no comprenden del todo cómo todos estos efectos pueden conducir a mejoras en los síntomas. Varios estudios han indicado que las personas con enfermedad de Parkinson presentan una disfunción de la serotonina.

Este estudio representa la primera vez que se prueba un psicodélico en pacientes con alguna enfermedad neurodegenerativa. Los participantes de la investigación toleraron las setas mágicas sin efectos secundarios graves ni empeoramiento de los síntomas.

Se trató de un ensayo pequeño, en el que solo participaron siete hombres y cinco mujeres con la enfermedad neurodegenerativa: al grupo se le administró una dosis de 10 miligramos, seguida de una dosis de 25 miligramos dos semanas después. Los pacientes completaron ocho sesiones de psicoterapia antes y después de tomar los fármacos, y se evaluó si se habían producido cambios.

Algunas personas experimentaron ansiedad, náuseas y elevación de la presión arterial, pero estos síntomas no eran lo bastante graves como para requerir intervención médica.

En general, hubo mejoras en el estado de ánimo, la cognición y los síntomas motores en las citas de seguimiento al cabo de una semana y un mes.

“Físicamente, me siento mejor que hace dos o tres años”, declaró a CBS News Jeff Deming, uno de los participantes del estudio.

“Muchas personas no se dan cuenta de esto, pero los síntomas del estado de ánimo en el párkinson están relacionados con un deterioro físico más rápido”, explicó Bradley, y continuó: “Y en realidad son un predictor más determinante de la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad que sus síntomas motores”.

Ahora, los autores del estudio están ampliando su investigación. Abrirán un segundo centro para el ensayo en la Universidad de Yale
Ahora, los autores del estudio están ampliando su investigación. Abrirán un segundo centro para el ensayo en la Universidad de Yale (Getty Images)

Los investigadores teorizaron que la psilocibina podría aliviar los síntomas de la enfermedad, o que sentirse mejor podría ayudarles a socializar y a ser más activos.

Ahora, están llevando a cabo un ensayo más amplio, con un grupo de pacientes más diverso. También incorporarán el uso de herramientas de neuroimagen y estimulación cerebral no invasiva. Con el objetivo de inscribir a 100 participantes, están trabajando en un segundo emplazamiento en la Universidad de Yale. La financiación del estudio está respaldada por un donante anónimo y por la Fundación Michael J. Fox para la Investigación sobre el Párkinson.

“La inmensa mayoría de las enfermedades cerebrales carecen aún de tratamientos que puedan cambiar el curso de la enfermedad”, explicó el doctor Joshua Woolley, coautor del estudio y profesor asociado de la UCSF. “A menudo podemos tratar los síntomas, pero no alteramos la trayectoria ni prevenimos el deterioro. Ahora, eso está empezando a cambiar. Estos resultados plantean la emocionante posibilidad de que la psilocibina pueda ayudar al cerebro a repararse a sí mismo”, agregó.

Traducción de Sara Pignatiello

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