Reino Unido se defiende de las críticas por su nueva estrategia contra el coronavirus
Los principales asesores científicos y médicos del gobierno advirtieron a principios de semana que los nuevos casos se duplicaban cada siete días y que podría haber 200 muertes diarias
El gobierno británico defendió el miércoles su estrategia para combatir una segunda ola de casos de COVID-19 en medio de críticas de que su nueva lista de restricciones no será suficiente para detener una propagación exponencial del coronavirus.
El primer ministro Boris Johnson dio a conocer las nuevas reglas el martes e incluyen un toque de queda a las 10 de la noche en bares y restaurantes, mayor uso de mascarillas y alentar una vez más a la gente a trabajar desde casa.
El secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, dijo a la BBC que el enfoque del gobierno fue proporcional y suficiente para frenar la propagación del virus, siempre y cuando todos cumplan con las reglas.
“Creo que es un enfoque equilibrado, es un enfoque dirigido y, en realidad, uno que puede garantizar que preservaremos los avances en la salud que hemos logrado, evitar que el virus se expanda exponencialmente, pero también mantener abiertos los negocios, los medios de vida y la sociedad”, Dijo Raab.
Muchos expertos en salud dudan que el plan del gobierno sea suficiente para detener el rápido aumento de nuevas infecciones por COVID-19. Los principales asesores científicos y médicos del gobierno advirtieron a principios de semana que los nuevos casos se duplicaban cada siete días y que podría haber 200 muertes diarias a principios de noviembre si no se hacía nada para frenar la transmisión del virus.
El experto en epidemiología y salud poblacional de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres, John Edmunds, comparó las nuevas restricciones con el confinamiento nacional impuesto en marzo. La cuarentena fue en realidad una serie de medidas individuales que cerraron la mayoría de los negocios y obligaron a la mayoría de las personas a quedarse en casa.
En cambio, las medidas anunciadas el martes son muy limitadas y no serán suficientes para volver a controlar el virus, opinó Edmunds.