Panel de la FDA de EE.UU. recomendó aplicar una tercera dosis de vacuna Moderna a personas de alto riesgo
La investigación muestra que la vacuna Moderna mantiene su solidez durante más tiempo, por lo que se hace hincapié en la prevención de la infección y de los casos leves
Un panel consultivo independiente de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) de EE.UU. recomendó por unanimidad que las personas mayores de 65 años o con alto riesgo de padecer una enfermedad grave deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna Moderna covid-19.
En septiembre, se hizo una recomendación similar para la vacuna de Pfizer-BioNTech, cuyas dosis de refuerzo actualmente se están administrando.
La FDA analizará la recomendación que, aunque no está obligada a seguirla, suele hacerlo.
Se prevé que las autoridades tomen una decisión en los próximos días sobre la conveniencia de poner en marcha un programa de refuerzo de Moderna para quienes se vacunaron hace al menos seis meses.
Cerca de 70 millones de estadounidenses han recibido las dos dosis de la vacuna Moderna. No obstante, la vacuna de refuerzo consiste en la aplicación de solo media dosis.
El Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la FDA votó sobre si los datos disponibles apoyan la administración de una dosis de refuerzo de 50 microgramos a tres grupos de alto riesgo: los mayores de 65 años; las personas de 18 a 64 años con alto riesgo de covid-19 grave; y los adultos cuya exposición institucional o laboral es frecuente al virus, incluyendo al personal médico, que son un grupo en alto riesgo de contraer el virus y desarrollar complicaciones graves.
Un comité asesor de los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades), que da recomendaciones sobre cómo deben aplicarse las vacunas, planea reunirse el próximo miércoles para discutir el asunto.
Cuando Pfizer propuso que se administraran vacunas de refuerzo, la empresa farmacéutica afirmó que su eficacia parecía disminuir con el tiempo. Esta afirmación fue respaldada por la investigación de los CDC, que encontró que la eficacia de la vacuna para evitar hospitalizaciones cayó del 91% al 77% después de cuatro meses.
Sin embargo, la vacuna de Moderna presenta una mayor eficacia, por lo que la empresa argumentó a favor de las inyecciones de refuerzo basándose en la capacidad de la vacuna para prevenir la infección y disminuir los síntomas en los casos leves o moderados.
Cinco meses después de la aplicación de la segunda dosis, la investigación de Moderna demostró que la vacuna sigue siendo altamente eficaz con 93% en la prevención de cualquier enfermedad, y hasta el 98% en la prevención de la enfermedad grave.
Durante la investigación se halló que una media dosis restauró los anticuerpos que habían disminuido en los seis a ocho meses posteriores a la segunda dosis.
Además, los receptores de la vacuna del ensayo clínico realizado en 2020, antes de que se concediera la autorización de uso de emergencia, mostraron un repunte de las infecciones aproximadamente un año después de recibir su segunda dosis. Esto incluso más que aquellos participantes del ensayo que habían recibido el placebo y, por tanto, se habían vacunado más recientemente.
J&J (Johnson & Johnson) había solicitado a la FDA que considere un refuerzo para los receptores de su vacuna, y el mismo panel votará al respecto el viernes.
Además, se debatirá si los receptores de la vacuna única de J&J podrían recibir una dosis de la vacuna de Pfizer o de Moderna, sin embargo, aún no se establece una fecha para dicha votación.