Los precios del gas se disparan por el temor a las sanciones contra el sector energético de Rusia
La crisis del costo de vida se intensificará a medida que el petróleo se acerque a un nivel récord y los líderes de la UE y EE.UU. consideren sanciones más duras contra el Kremlin
Los precios del petróleo, el gas y los alimentos se volvieron a disparar el lunes debido a los temores en torno a las sanciones occidentales a las exportaciones de energía rusas que probablemente intensifiquen la crisis del costo de vida.
Los precios del gas en Europa se dispararon a poco más de 800 peniques por termia, un aumento de 18 veces en solo un año. El petróleo subió brevemente hasta el nivel más alto que jamás haya alcanzado; el crudo Brent llegó brevemente a US$139 por barril antes de volver a caer a US$125.
Los precios más altos harán subir las facturas de energía y los costos del combustible aún más de lo previsto, y significarán que una amplia gama de bienes serán más caros y se desencadene un gran lastre en el nivel de vida y el crecimiento económico.
Las cifras de la empresa de datos Experian Catalist muestran que el precio medio de la gasolina en el Reino Unido alcanzó los 155,62 peniques, mientras que el precio del diésel alcanzó un máximo histórico de 161,28 peniques.
Los precios más altos del petróleo y el gas también generarán miles de millones de dólares en ingresos adicionales para el Kremlin, que depende de las exportaciones de energía para obtener gran parte de sus ingresos.
Los mercados ahora están valorando la perspectiva de sanciones mucho más duras contra Rusia, después de que Vladimir Putin intensificara su bombardeo de las ciudades ucranianas, y algunos expertos dicen que algún tipo de embargo oficial ahora es “cuestión de tiempo nada más”.
El petróleo ruso, en la práctica, ya se enfrenta a un embargo parcial debido a que algunos compradores se niegan a adquirirlo por temor a que pueda estar sujeto a sanciones cuando llegue. El principal punto de referencia del petróleo ruso, el crudo de los Urales, se cotiza ahora con un descuento cercano a los US$30 por barril en comparación con el Brent.
Hasta ahora, los líderes mundiales no han establecido un embargo oficial, ya que consideran que los costos económicos, particularmente para Europa, serían demasiado altos.
Alrededor de una cuarta parte de las importaciones de petróleo de la UE y alrededor del 46 por ciento de su gas natural provinieron de Rusia en la primera parte del año pasado, según el organismo oficial de estadísticas Eurostat.
El Reino Unido depende menos de las importaciones directas de Rusia tanto de petróleo como de gas, pero los precios se fijan internacionalmente, lo que significa que una interrupción del suministro afectaría a Gran Bretaña.
No existe una forma rápida de reemplazar los 5 millones de barriles por día que Rusia exporta a los mercados globales, lo que significa que los precios del petróleo probablemente aumentarán hasta el punto en que un número significativo de compradores ya no puedan permitirse el lujo de comprar.
El consorcio petrolero OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) decidió la semana pasada no aumentar sus niveles de producción más allá de lo que ya se había anunciado.
Los líderes europeos están sopesando la perspectiva de un mayor dolor económico frente al riesgo de no actuar con más dureza ante Putin.
El exministro de Relaciones Exteriores, Sir Alan Duncan, advirtió que el Reino Unido corre el riesgo de caer en un “colapso económico distópico” si las importaciones de energía rusas se interrumpen aún más.
El parlamentario conservador, que una vez también trabajó como comerciante de energía, dijo que “tenemos que activar el botón de emergencia” para mantener el suministro de gas en toda Europa, y advirtió al gobierno del Reino Unido que sea cauteloso “para no sancionarnos a nosotros mismos”.
El ministro de finanzas de Francia, Bruno Le Maire, ha dicho que su gobierno está trabajando en la evaluación de riesgos de cortar el suministro de gas natural ruso.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que la prohibición de las importaciones de petróleo ruso estaba en “discusión muy activa”, pero se cree que las sanciones contra el gas natural son mucho menos probables.
Neil Wilson, analista jefe de mercado de Markets.com, dijo: “Era solo cuestión de tiempo antes de que llegáramos al punto de prohibir el petróleo y el gas rusos debido a la escalada del conflicto y los ataques contra civiles. O al menos llegó al punto de hablar de ello”.
Los precios volátiles del petróleo y las predicciones económicas sombrías provocaron una venta masiva de acciones de las empresas que hizo que el índice FTSE 100 cayera un 1,7 por ciento el lunes en la mañana. Las caídas se reflejaron en toda Europa; el DAX de Alemania cayó un 3,5 por ciento y el CAC 40 de Francia cayó un 3,2 por ciento.