¿Por qué están subiendo los precios del gas y la electricidad?
La presión sobre los precios de gas al mayoreo en todo el mundo ha elevado las facturas en los hogares
El tope del precio de la energía en Reino Unido, la cantidad máxima que una empresa de servicios públicos puede cobrar a un cliente promedio por año por la cantidad de electricidad y gas que usa, acaba de revisarse y aumentarse en un 54 por ciento, lo que representa un fuerte aumento en las cuentas de los hogares para esta primavera.
A partir del 1 de abril, el límite aumentará de US$1.675 (£1.277 ) a US$2.585 (£1.971) para el uso doméstico promedio. Eso significa un aumento de US$909 (£693) por año para el cliente promedio.
Los clientes con medidores de prepago tendrán un aumento aún mayor de US$928 (£708), de US$1.1717 (£1.309) a US$2.645 (£2.017).
Jonathan Brearley, director ejecutivo del regulador de energía Ofgem, comentó: “Sabemos que este aumento será extremadamente preocupante para muchas personas, especialmente para aquellas que luchan por llegar a fin de mes, y Ofgem se asegurará de que las compañías de energía apoyen a sus clientes en todo lo que puedan”.
La última revisión, llevada a cabo el 6 de agosto de 2021, derivó en un aumento del 12 por ciento o US$182 (£139) con respecto al precio de seis meses antes, pero el último incremento significa más malas noticias para el consumidor, pues el costo de vida ya está disparándose, y se espera que la inflación aumente desde su nivel actual de 5.4 por ciento a más del 7 por ciento.
Sin ayuda financiera, se pronostica que unos dos millones de personas más queden sumidas en la pobreza energética este año, lo que significa que 6 millones de personas en total tendrían dificultades para calentar y tener energía en sus hogares.
Las organizaciones benéficas han advertido sobre un aumento “inevitable” de la indigencia, a medida que las personas con los ingresos más bajos se ven imposibilitados de adquirir otros productos esenciales, como alimentos y ropa adecuados.
El canciller Rishi Sunak anunció que se otorgarán devoluciones de impuestos municipales de US$196 (£150) a los hogares en las bandas A a la D, y también planean ofrecer un descuento de US$262 (£200) en las facturas.
Un esquema de préstamos respaldado por el gobierno de ese orden costará alrededor de US$6.563 millones (£5 mil millones) aUS$7.876 millones (£6 mil millones), muy por debajo de los US$26.254 millones (£20 mil millones) exigidos por la industria energética, que ya ha criticado los anuncios.
Dale Vince, el jefe de Ecotricity, dijo sobre las medidas que son “demasiado poco” y llegan “demasiado tarde”.
En respuesta en la Cámara de los Comunes, la canciller de oposición del Partido Laborista, Rachel Reeves, también calificó los planes de Sunak como un “esquema de compre ahora y pague después que pasa los costos para mañana”.
Al menos 28 proveedores británicos quebraron debido a la creciente crisis de 2021 y sus competidores sobrevivientes han instado repetidamente al gobierno a intervenir urgentemente para salvarlos del mismo destino.
Otras opciones políticas para abordar el problema disponibles para la administración de Boris Johnson incluían eliminar la tasa de IVA del 5 por ciento de las facturas de los hogares, suspender los gravámenes ambientales que financian los esquemas de energía renovable, imponer un impuesto sobre las ganancias inesperadas a las empresas de petróleo y gas que operan en el Mar del Norte y ampliar los esquemas de descuento ya mencionados para beneficiar a más familias.
La razón del aumento del precio de la energía es la contracción de los precios mayoristas del gas en todo el mundo que comenzó a afianzarse en 2021, causada en parte por el rápido ritmo de la recuperación económica tras el estallido de la pandemia de coronavirus a principios de 2020, que llevó a un año de consumo mundial de energía históricamente bajo, pues las empresas dejaron de operar y el tráfico se detuvo.
En consecuencia, la recuperación ha hecho que la demanda se dispare, creando una mayor presión sobre los suministros globales por el crudo invierno vivido en el hemisferio norte en 2020/21 y por el templado verano que acaba de pasar Asia, particularmente en China, donde se disparó la demanda de unidades de aire acondicionado para hacer frente al calor.
Un verano relativamente sin viento en Europa y las sequías en Brasil también provocaron que la cantidad de energía renovable generada por turbinas y la energía hidroeléctrica para el almacenamiento fuera menor de lo previsto.
El gigante del gas ruso Gazprom, si bien sigue cumpliendo con sus compromisos contractuales a largo plazo, se negó a reabastecer sus sitios de almacenamiento en Europa a su capacidad habitual para protegerse contra las fluctuaciones del mercado, y el cierre gradual de los campos de Groningen en los Países Bajos también tuvieron un impacto.
Otro factor, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), ha sido el retraso en las reparaciones de infraestructura crucial debido a la pandemia.
“Los cierres por covid-19 retrasaron algunos trabajos de mantenimiento de 2020 a 2021, lo que afectó la oferta en un momento en que la demanda se estaba recuperando”, explicó la AIE.
“El impacto fue particularmente tangible en las áreas del Reino Unido y Noruega de la plataforma continental del Mar del Norte. Además, las interrupciones no planificadas en las plantas de licuefacción de LNG, los problemas de suministro anteriores, los trabajos de reparación imprevistos y los retrasos en los proyectos complicaron aún más el mercado mundial del gas”.
Finalmente, para complicar aún más el panorama, está la invasión rusa de Ucrania, que provocó que Alemania bloqueara la aprobación regulatoria del oleoducto Nord Stream 2 como castigo por la agresión del Kremlin. Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, se burló en un tuit: “¡Bienvenidos al nuevo mundo feliz donde los europeos muy pronto pagarán US$2.177 (€2.000) por 1.000 metros cúbicos de gas natural!”.
Como resultado de esta tormenta perfecta de factores geopolíticos y meteorológicos, los precios del gas al mayoreo han aumentado un 250 por ciento desde enero de 2021 y un 70 por ciento solo en agosto, alcanzando un precio récord de US$5,89 (450 peniques) por termia en diciembre.
El Reino Unido se ha visto especialmente afectado por todo esto, ya que el 85 por ciento de los hogares británicos funcionan con calefacción central de gas y el país depende de las importaciones y no tiene una infraestructura de almacenamiento suficiente para mantener los suministros.
Se espera que las consecuencias de todo esto sean graves para alrededor de 22 millones de hogares, lo que llevó al popular experto en ahorro Martin Lewis a advertir recientemente: “Hay muchas personas que pueden pagar el aumento y no les gustará, pero también hay millones de personas que se verán orilladas a la pobreza energética, que estarán cerca de tener que elegir entre calentarse o comer”.
Como ha hecho Ofgem, Lewis aconsejó a los televidentes de su programa de ITV que hablen con su proveedor sobre posibles planes de pago y sugirió que los hogares verifiquen si son elegibles para el Descuento de Hogar Cálido o el Pago de Combustible de Invierno del gobierno y desafíen el saber popular de comparar precios para conseguir una mejor oferta: en este momento, simplemente no los hay.
El sitio de comparación de precios Moneysupermarket ha llegado a la misma conclusión a su pesar.
La BBC sugirió una serie de medidas que juntas podrían ayudar a reducir las facturas del hogar en US$154 (£118): bajar un grado la temperatura del termostato (para ahorrar US72 [£55]), usar solo bombillas LED (US$39 [£30]), ventanas y puertas a prueba de corrientes de aire (US$32 [£25]) y usar la lavadora o el lavavajillas una vez menos por semana (US$10 [£8]).