Oficial de policía francés en fuga deja nota de suicidio, confiesa a asesinar en serie y violar niños
El ex gendarme declaro’ó haber sido un “gran criminal” hace décadas
Un ex policía francés confesó en una nota de suicidio ser un asesino en serie y violador cuyos crímenes han atormentado a los detectives parisinos durante décadas, según informes locales.
Se dice que el cuerpo de Francois Verove fue hallado en un piso de alquiler en la ciudad de Grau-du-Roi días después de que hubiera sido citado para una prueba de ADN en relación con asesinatos relacionados a un hombre conocido como Le Grele, es decir el hombre con marcas de viruela, debido a las descripciones de su rostro por parte de los testigos.
Se creía que Le Grele estaba detrás de varios asesinatos por más una década desde mediados de los 1980s. Entre las que se cree que son sus víctimas se encuentra Cecile Bloch, una niña de 11 años que fue denunciada como desaparecida después de no llegar a la escuela un día de 1986.
La policía finalmente se estaba acercando a Verove cuando tomó una dosis letal de medicamentos, dejando una nota que decía: "Admito ser un gran criminal que cometió actos imperdonables hasta finales de la década de 1990", según Le Parisien.
Los informes franceses dijeron que Verove escribió que no se encontraba bien en el momento de los crímenes, pero que se había "recuperado".
Se dijo que confesó los asesinatos sin detalles de las víctimas ni de las circunstancias. Desde entonces, los fiscales han dicho que su ADN coincide con las muestras encontradas en escenas del crimen vinculadas a Le Grele, dijo Le Parisien.
Se dice que un dibujo de Le Grele estuvo colgado durante décadas en las paredes de la brigada criminal de la policía judicial de París.
Se le dio el apodo al principio de la investigación del asesinato de Cecile Bloch, quien fue encontrada muerta en el sótano de su edificio de apartamentos después de haber sido violada, estrangulada y apuñalada.
Los residentes dijeron que vieron a un hombre con la cara llena de cicatrices de acné en el ascensor el día del crimen. Su medio hermano Luc Richard ayudó a la policía a dibujar un boceto del sospechoso, a quien describió como "muy seguro de sí mismo".
"Me habló de una manera muy audaz y muy educada", dijo al periódico Sud Ouest en 2015. "Me dijo algo como, 'Que tengas un muy, muy buen día'".
Dijo que el caso lo dejó con “un gran sentimiento de injusticia, irreparable”.
Las pruebas de ADN realizadas años después del crimen supuestamente lo relacionaron con otros asesinatos y violaciones. Se pensaba que Le Grele había matado a la estudiante Karine Leroy, de 19 años, al mecánico Gilles Politi, de 38, e Irmgard Muller, de 21, un au pair alemán que trabajaba para la familia de Politi, expresó Le Parisien.
El periódico dijo que hubo al menos tres agresiones sexuales, incluidas dos contra niñas menores de edad, donde el atacante se identificó como un oficial de policía. Dijo que el punto de inflexión en la búsqueda de Le Grele se produjo cuando nuevas pruebas llevaron a los oficiales a deducir que el culpable probablemente había sido un miembro de la gendarmería.
Se dice que Verove estaba casado y tenía dos hijos. Los vecinos dijeron que era un hombre de familia que llevaba una vida tranquila. Se sorprendieron al escuchar la noticia de su confesión.
Uno dijo: “Francois era un tipo digno de confiar, muy alto. Era muy servicial. Y venía regularmente a ayudar con las computadoras de mi esposa Therese. En unos minutos lo tenía todo restaurado. Esta historia es increíble".