Parlamento serbobosnio aprueba ley que vuelve a penalizar la difamación
El Parlamento serbobosnio aprueba una ley que vuelve a penalizar la difamación y que, según los críticos, restringirá la libertad de expresión y silenciará a los medios de comunicación críticos
El Parlamento serbobosnio aprobó el jueves una ley que vuelve a penalizar la difamación y que, según los críticos, restringirá la libertad de expresión y silenciará a los medios de comunicación críticos.
Los legisladores aprobaron la ley por 47 votos a favor y 16 en contra. La asamblea de la parte serbia de Bosnia cuenta con 83 legisladores, pero no todos asistieron a la sesión.
La ley fue promovida por el presidente serbobosnio prorruso Milorad Dodik, que se ha enfrentado a sanciones estadounidenses y británicas por su política separatista.
Modifica el derecho penal vigente para reintroducir multas de hasta 60.000 euros (64.000 dólares) por difamación, una cantidad muy superior a la que puede pagar la mayoría de la población de este empobrecido país balcánico.
Una ley anterior no consideraba la difamación un delito penal.
Organizaciones de periodistas de la República Srpska, el miniestado serbio, y grupos internacionales de derechos humanos exigieron que se revocara la nueva ley, pero Dodik ha hecho caso omiso de sus protestas.
“Con la aprobación hoy de las enmiendas a la Ley Penal, las autoridades de la República Srpska entran en una fase de abierta represión sobre los ciudadanos y se unen a los peores regímenes autoritarios de esta parte del mundo”, declaró el grupo Transparencia Internacional en Bosnia.
Afirmó que la ley permite procesar penalmente cualquier crítica de periodistas, activistas, políticos de la oposición u otros, y tendría “consecuencias devastadoras para la libertad de expresión”.
Los periodistas serbobosnios han celebrado numerosas protestas contra la enmienda. Dodik y su partido, la Alianza de Socialdemócratas Independientes, han intentado reforzar su control del poder en el miniestado serbio.
La entidad dominada por los serbios y la dirigida por los bosnios del país, de mayoría musulmana, y los croatas, se formaron tras una guerra entre 1992 y 1995 que dejó 100.000 muertos.