El papa Francisco defiende el celibato, dice que no es la causa de los abusos sexuales de la Iglesia
El abuso no está relacionado con el celibato: “No es nada del celibato (...) porque en las familias no hay celibato y todo eso y a veces sucede”.
“Un sacerdote existe para encaminar los hombres hacia Dios y no para destruir a los hombres en nombre de Dios” dijo el papa Francisco en una entrevista. El abuso es destructivo. Es humanamente diabólico” y “destruye vidas”, denunció en una entrevista concedida a CNN Portugal, en la que reclamó una política de “tolerancia cero” en la iglesia católica frente a los abusos.
El sumo pontífice dijo que “el abuso de hombres y mujeres de Iglesia, abuso de autoridad, abuso de poder y abuso sexual es una monstruosidad”.
Además, el papa Francisco aseguró que el abuso no está relacionado con el celibato: “No es nada del celibato (...) porque en las familias no hay celibato y todo eso y a veces sucede”.
En declaraciones a la periodista Maria Joao Avillez, el papa Francisco aclaró de forma contundente que “un sacerdote no puede seguir siendo sacerdote si es un abusador. No puede actuar porque es un enfermo o un criminal”.
“A mí me duele cada caso de abuso que llega, me duele, pero hay que enfrentarlo”, dijo a continuación.
Ante esta “tolerancia cero” promovida desde dentro y fuera de la Iglesia, el papa Francisco dijo que “está muy bien” que estos casos salgan a la luz, aunque lamentó que “lo que no se sabe, porque todavía se tapa, es el abuso dentro de la familia”.
El papa Francisco aseguró que el celibato no es la razón por la que se cometen los abusos dentro de la Iglesia. Aseguró que el abuso no está relacionado con el celibato: “No es nada del celibato (...) porque en las familias no hay celibato y todo eso y a veces sucede”.
El papa Francisco explicó que el 3 por ciento de los abusos se dan dentro de la Iglesia, frente al 46 por ciento que se dan dentro de las familias, en el mundo del deporte o en las escuelas. “Es poco 3 por ciento, aunque fuera uno solo, es una monstruosidad”, subrayó.
El abuso sexual, recordó, “se trata de una monstruosidad absoluta, de un pecado horrendo, radicalmente en contra de todo lo que Cristo nos enseña”.