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Consumidores de EEUU están retrasándose en sus pagos de créditos a plazos

Cora Lewis
Lunes, 09 de junio de 2025 00:33 EDT
SALUD FINANCIERA-CRÉDITOS A PLAZOS
SALUD FINANCIERA-CRÉDITOS A PLAZOS (AP)

Más clientes de Klarna tienen dificultades para pagar sus préstamos “compre ahora, pague después”, indicó recientemente ese banco especializado en créditos a corto plazo. La declaración coincidió con informes de las plataformas de préstamos Bankrate y LendingTree, las cuales señalaron que hay un incremento en la proporción de usuarios de esos planes en Estados Unidos que dicen haberse atrasado en sus abonos.

El retraso o la falta de pago de las cuotas es una señal de la precaria salud financiera de un segmento de la población estadounidense, según algunos analistas, en un momento en que la deuda total de los consumidores del país se eleva a un récord de 18,2 billones de dólares y el gobierno del presidente Donald Trump toma medidas para cobrar los préstamos estudiantiles federales.

Los compradores que optan por financiar sus compras a través de servicios BNPL (siglas en inglés de “compre ahora, pague después”) tienden a ser más jóvenes que el consumidor promedio, y un estudio de la Reserva Federal del año pasado encontró que las mujeres negras e hispanas se inclinaban más a acogerse a estos planes, los cuales están siendo utilizados cada vez más por clientes de todos los niveles de ingresos.

“Si bien (los servicios) BNPL ofrecen crédito a consumidores financieramente vulnerables, esos mismos consumidores podrían estar extralimitándose”, dijeron los autores del estudio de la Reserva Federal. “Esta preocupación coincide con investigaciones previas que han mostrado que los consumidores gastan más cuando se les ofrece un plan BNPL a la hora de pagar una compra, y que el uso de los planes BNPL conlleva un aumento en las comisiones por sobregiro y en los pagos de intereses y comisiones de las tarjetas de crédito”.

A medida que Klarna aumenta su base de usuarios e ingresos, la empresa sueca reportó que sus pérdidas por crédito al consumo en el primer trimestre aumentaron un 17% en comparación con el período enero-marzo del año pasado, alcanzando los 136 millones de dólares.

Un portavoz de la compañía indicó en un comunicado que el aumento reflejó en gran medida el número mayor de préstamos que Klarna otorgó de un año a otro. El porcentaje de sus préstamos a nivel global que quedaron sin pagarse en el primer trimestre aumentó del 0,51% en 2024 al 0,54% este año, y la empresa “no ve indicios de que el consumidor estadounidense esté debilitado”, agregó.

Cada vez más consumidores utilizan planes de “compre ahora, pague después”

Los planes de “compre ahora, pague después” generalmente permiten a los consumidores dividir los pagos de sus compras en cuatro o menos plazos, a menudo con un pago inicial a la hora de encontrarse ante la caja registradora. En la mercadotecnia suele anunciarse que estos préstamos son sin intereses, y la mayoría no requiere verificación de crédito, o sólo una verificación sencilla que no afecta el historial crediticio del cliente.

Los proveedores de planes BNPL los promueven como una alternativa más segura a las tarjetas de crédito tradicionales cuando las tasas de interés son altas. La popularidad de los planes de pagos diferidos, y la creciente variedad de formas en que los clientes pueden utilizarlos, también han despertado la atención del público.

Cuando Klarna anunció una alianza con DoorDash —una aplicación para pedidos en línea— en marzo, la noticia generó comentarios en internet acerca de que los estadounidenses solicitaban préstamos con el fin de comprar comida para llevar. Un escepticismo similar se dio cuando la revista Billboard reveló que más de la mitad de los asistentes a Coachella utilizaron planes de pago a plazos para financiar sus entradas a ese festival de música.

Un informe de abril de LendingTree indicó que aproximadamente cuatro de cada 10 usuarios de planes de “compre ahora, pague después” dijeron haber realizado pagos atrasados en el último año, en comparación con uno de cada tres el año pasado. Según un informe de mayo de Bankrate, una empresa de finanzas personales, aproximadamente uno de cada cuatro usuarios de préstamos los eligió porque eran más fáciles de obtener que las tarjetas de crédito tradicionales.

Los seis mayores proveedores de planes BNPL —Affirm, Afterpay, Klarna, PayPal, Sezzle y Zip— generaron unos 277,3 millones de préstamos por 33.800 millones de dólares en mercancías en 2022, lo que equivale aproximadamente al 1% del gasto con tarjeta de crédito de ese año, según la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés).

Un sector que está bajo menor escrutinio regulatorio

La agencia federal indicó este mes que no tenía intención de aplicar una regulación de la era del gobierno del presidente Joe Biden que fue diseñada para imponer más restricciones a las empresas de tecnología financiera que ofrecen servicios de préstamos.

La norma trataba a los préstamos “compre ahora, pague después” como a las tarjetas de crédito tradicionales bajo la Ley de Veracidad en los Préstamos, que exige información, procesamiento de reembolsos, un proceso formal de disputas y otras protecciones.

La regulación, que entró en vigor el año pasado, también impidió que los prestatarios fueran obligados a realizar pagos automáticos o que se les cobraran varios cargos por el mismo pago atrasado.

El gobierno de Trump indicó que su decisión de no aplicar la ley se tomó “con el fin de centrar los recursos en apoyar a los contribuyentes estadounidenses que trabajan arduamente” y que, en cambio, “mantendría sus recursos policiales y de supervisión enfocados en amenazas apremiantes para los consumidores, en particular hacia los militares y los veteranos”.

Los defensores de los consumidores sostienen que, sin supervisión federal, los clientes que intentan obtener reembolsos o información clara sobre las estructuras de comisiones y tasas de interés de los préstamos BNPL tendrán menos recursos jurídicos a su disposición.

Existen riesgos al solicitar préstamos a plazos

Los analistas del sector señalan que uno de los principales riesgos del uso de planes BNPL es que los consumidores soliciten préstamos que no pueden pagar. Sin agencias de crédito que controlen esta nueva forma de crédito, hay menos salvaguardas y menos supervisión.

Justine Farrell, directora del departamento de mercadotecnia de la Escuela de Negocios Knauss de la Universidad de San Diego, dijo que cuando los consumidores no pueden realizar los pagos de sus préstamos a tiempo, se agrava la presión económica que ya experimentan.

“Las situaciones financieras de los consumidores se sienten más sobrecargadas de lo que han sentido en mucho tiempo”, agregó Farrell, quien estudia el comportamiento del consumidor y los servicios de préstamos BNPL. “El costo de los alimentos sigue en aumento, además del alquiler y otros bienes ... por lo que los consumidores aprovechan la posibilidad de pagar los artículos posteriormente”.

La Consumer Federation of America y otras organizaciones de monitoreo han expresado su preocupación por el retroceso en la regulación de los préstamos BNPL a medida que el uso de estos préstamos aumenta.

“Al adoptar una postura de avestruz ante el nuevo universo de los préstamos de empresas de tecnología financiera, la nueva CFPB favorece una vez más a las grandes empresas tecnológicas a expensas de la gente común”, declaró Adam Rust, director de servicios financieros de la Consumer Federation of America.

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The Associated Press recibe apoyo de la Fundación Charles Schwab para la realización de reportajes educativos y explicativos con el fin de mejorar la educación financiera. La fundación opera de manera independiente de Charles Schwab and Co. Inc. La AP es la única responsable de su periodismo.

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