España retiene a 12 sospechosos de fingir una emergencia en un vuelo para intentar entrar en Europa
Se dijo que el grupo había organizado un atrevido intento de inmigración a través de Facebook
Doce hombres sospechosos de fingir una emergencia médica para obligar a un avión a aterrizar en España y poder entrar ilegalmente en el país han sido detenidos sin fianza.
Un vuelo de Air Arabia Maroc realizó un aterrizaje de emergencia en Mallorca el viernes por la noche tras conocerse que uno de los pasajeros estaba gravemente enfermo.
Sin embargo, cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de la isla balear, un grupo de hombres presuntamente coaccionó a la tripulación del vuelo para que les dejara bajar a la pista, desde donde intentaron salir del aeropuerto y entrar en territorio español.
El aeropuerto estuvo cerrado durante varias horas mientras las autoridades intentaban localizar al grupo.
El hombre que alegó estar enfermo diciendo que sufría una crisis diabética fue trasladado al hospital, pero fue dado de alta rápidamente cuando el personal médico se dio cuenta de que estaba fingiendo la emergencia, informó el diario El País.
Ya había sido detenido en España el año pasado por resistirse a las autoridades, añade el medio.
Los investigadores están averiguando si los hechos formaban parte de un plan coordinado, posiblemente organizado a través de Facebook.
El tribunal no ha revelado las nacionalidades de los hombres detenidos, pero el vuelo en el que viajaban se dirigía de Marruecos a Estambul.
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España ha estado luchando con cantidades significativas de inmigración ilegal, especialmente con los inmigrantes del norte de África que intentan entrar en sus pequeños enclaves de Ceuta y Mellilla.
En mayo, una cifra récord de 6 mil personas entraron a la fuerza en Ceuta desde el vecino Marruecos, según informaron las autoridades españolas.
El tribunal de Mallorca acusó a los hombres detenidos de sedición, en tierra y en avión, y de coacción.
Dos de ellos también están acusados de promover la inmigración ilegal. Un acto de sedición conlleva una pena máxima de hasta 10 años de prisión en España.