Voluntarios rescatan animales tras ruptura de presa en Ucrania
Docenas de voluntarios se apresuran a salvar a tantos animales como puedan después que la ruptura de una represa causara una enorme inundación en la región de Jersón, en el sur de Ucrania
El socorrista voluntario le extiende la mano, pero el perro, varado en una isla flotante de escombros en una ciudad inundada del sur de Ucrania, está demasiado traumatizado y no se acerca. Volodymyr Holubnichii le ofrece algo de comida al asustado animal, que la olfatea y se tranquiliza.
“No tengas miedo”, dice Holubnichii para calmar al can, que al final acepta que le pongan una correa y lo lleven a un lugar seguro.
Holubnichii, voluntario del grupo Rescate Animal Járkiv, se ha movilizado durante días por las inundadas calles de la ciudad de Jersón después de que la represa Kakhovka reventara e inundara localidades completas. Él es uno de los 70 voluntarios de la organización resueltos a rescatar a tantos animales como puedan, retirándolos de azoteas y cocheras de casas inundadas antes de que perezcan por deshidratación e inanición.
Las inundaciones han provocado la muerte de civiles, arruinado cultivos, desplazado minas explosivas terrestres y causado extenso daño ambiental. Kiev acusó a Moscú de volar la represa y su planta hidroeléctrica en el río Dniéper, que estaban bajo control de las fuerzas militares del Kremlin. A su vez, Rusia culpó a Ucrania de la catástrofe.
Atravesada por el río, la provincia de Jersón en el sur de Ucrania es una importante línea divisoria en la guerra que comenzó cuando Rusia invadió al país vecino hace más de 15 meses. Las fuerzas de Moscú se retiraron de la ribera occidental, incluida la capital regional también llamada Jersón, pero parte de la ribera oriental continúa bajo ocupación rusa.
Las autoridades ucranianas se apresuraron a desalojar a los habitantes atrapados. Funcionarios de ambas partes dijeron que al menos 14 personas murieron en las inundaciones, miles quedaron sin casa y decenas de miles carecen de agua potable.
Cuando escuchó las noticias sobre la inundación, Holubnichii pensó de inmediato en los animales. “Toda vida debe ser valorada”, dijo. “No importa si es un animal, persona u otra cosa”.
Los voluntarios de Rescate Animal Járkiv, que se encuentra en la provincia de Járkiv, en el norte de Ucrania, comenzaron a empacar su equipo. Para el miércoles por la mañana ya se encontraban buscando animales en la región de Jersón.
A la fecha han salvado a 107 animales desde la ruptura de la presa: 45 perros, 36 gatos, cinco gatitos, 18 pollos y tres cabras, que serán enviados a albergues en diversas partes de Ucrania. Muchos eran mascotas de civiles desalojados, según Yaryna Vintoniuk, portavoz de la organización no gubernamental.
Con sus embarcaciones de rescate, el equipo llega a áreas remotas en Jersón y retira animales de azoteas, apartamentos y cocheras de casas sumergidas. El jueves, los voluntarios se toparon con proyectiles rusos que caían mientras realizaban sus labores.
Los animales estaban aterrorizados luego de que sus dueños los abandonaran involuntariamente, presas del pánico. Algunos animales apenas tenían fuerzas para levantarse.
Holubnichii recogió un pequeño perro que estaba atrapado bajo escombros flotantes y casi inconsciente. Escuchó el ladrido de otro perro y se dirigió hacia donde estaba el animal, varado en la azotea de una casa inundada.
“No temas, gigante”, le dijo Holubnichii con voz suave.
La organización no gubernamental, creada hace ocho años, constituye la mejor esperanza de Valentyna Timofeevna, de 90 años, para que la reúnan de nuevo con su perro y su gato. Timofeevna abandonó a sus mascotas cuando la desalojaron de su casa. Llorando, se pregunta si las encontrarán con vida.
“Quizá ya están muertos”, lamentó entre lágrimas. Un voluntario intentaba consolarla, diciéndole que no se apresurara a sacar conclusiones.