UE planea acelerar parte de ayuda financiera a Egipto sin aplicar garantías de financiación
La Unión Europea tiene la intención de acelerar parte de su dinero de ayuda a Egipto mediante un procedimiento de financiación urgente que elude la supervisión parlamentaria y otras salvaguardias, según la presidenta del poder ejecutivo del bloque.
Los 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares) destinados a ello forman parte de un paquete mayor de 7.400 millones de euros (8.000 millones de dólares) en asistencia financiera al país norteafricano que la UE anunció el 17 de marzo.
Durante años, Egipto ha dependido de donaciones de dinero en efectivo, a menudo de los Estados árabes ricos del Golfo, a medida que aumenta la preocupación de que la presión económica y los conflictos regionales puedan causar que más inmigrantes de la región se dirijan a las costas de Europa.
El paquete de la UE incluye subvenciones por tres años y préstamos favorables para el país más poblado del mundo árabe. La mayoría de los fondos —5.000 millones de euros (5.400 millones de dólares)— se conocen como asistencia macrofinanciera y se pagarán directamente al Banco Central de Egipto.
Es inusual que la UE eluda las salvaguardias, pero las elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán del 6 al 9 de junio, un cronograma que, si se implementaran los controles, retrasará la entrega de ese dinero.
Con esas encuestas en mente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció planes para “una operación urgente de ayuda macrofinanciera por hasta 1.000 millones de euros” para Egipto, señalando en una carta a la presidenta del Parlamento de la UE, Roberta Metsola, el “rápido deterioro de la situación económica y fiscal" del país.
La carta, a la que tuvo acceso The Associated Press, precedió al anuncio del acuerdo con Egipto.
Von der Leyen culpó a “una exposición muy grande a los efectos económicos de la guerra de agresión a gran escala de Rusia contra Ucrania, las guerras en Gaza y Sudán, y los ataques hutíes en el Mar Rojo”, y dijo que era “imperativo asegurarse que una primera contribución significativa” llegue a Egipto a finales de 2024.
Para hacerlo, la comisión empleará una parte rara vez utilizada de los tratados de la UE, el artículo 213, que estipula que los 27 países miembros deben respaldar los fondos, pero no el Parlamento, la única institución democráticamente elegida del bloque.
Ni siquiera cuando la pandemia de COVID-19 se propagó en 2020 y la UE rescató a gobiernos desde los Balcanes hasta Oriente Medio se tomó este camino. Tampoco se ha usado para mantener a flote la economía de Ucrania destrozada por la guerra, aunque Kiev sí se benefició de ello hace una década, cuando Rusia anexó Crimea y subió los precios del gas natural.
El acuerdo también incluye un plan de inversión de 1.800 millones de euros (1.900 millones de dólares) y 600 millones de euros (647 millones de dólares) en préstamos, incluyendo al menos 200 millones de euros (217 millones de dólares) que se destinarán a Egipto para la “gestión de la migración”.