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Ucranianos preparan leña y velas para soportar un invierno de ataques rusos contra la red eléctrica

Hanna Arhirova
Domingo, 22 de octubre de 2023 19:18 EDT

En el humilde jardín trasero de una casa destruida, un niño de 13 años corta leña con el fin de estar listo para el invierno. Su madre, Tetiana Yarema, lleva meses preparándose mientras recuerda los ataques rusos del invierno pasado contra la infraestructura energética que sumieron a Ucrania en la oscuridad.

“Esos eran días oscuros. No quería nada. Sólo quería empacar mis cosas e irme al extranjero”, dijo Yarema, de 48 años, quien cuenta que terminó quedándose debido a la insistencia de su hijo.

Para la familia Yarema, al igual que para millones de ucranianos afectados por la guerra en Ucrania, el invierno es una época particularmente desafiante.

Madre e hijo viven en remolques colocados en su jardín trasero después de que su casa en Moshchun, una aldea a unos 25 kilómetros (15 millas) al noroeste de Kiev, fuese destruida en los combates de los primeros días de la guerra.

“Tengo el presentimiento de que cuando llegue el frío, ellos comenzarán otra vez a bombardear”, dijo la mujer, un sentimiento que comparten muchos ucranianos.

Sin embargo, en esta ocasión dicen estar mejor preparados.

La venta de generadores se disparó hacia el final del verano. Algunas personas, que no tienen los medios para pagarlos, han invertido en paneles solares. Otros, como Yarema, han comprado velas, baterías, linternas y lámparas portátiles, y se han abastecido de contenedores compactos de gas, aprovechando al máximo los precios rebajados.

“Es un poco complicado… pero ya sé qué hacer”, comentó.

El invierno pasado fue declarado el más difícil en la historia del sistema energético de Ucrania, luego de que los rusos lanzaron más de 1.200 misiles y drones a plantas de energía, según el operador de la red eléctrica de propiedad estatal, Ukrenergo.

Los ataques impactaron casi la mitad de la capacidad energética de Ucrania. Las personas se vieron obligadas a soportar horas sin electricidad ni agua durante los meses más fríos, en lo que los funcionarios ucranianos describieron como “terrorismo energético”.

Millones de personas en toda Ucrania tuvieron que aprender a trabajar, vivir y cubrir sus necesidades básicas sin depender de la electricidad.

Después de una pausa de seis meses, el sistema energético de Ucrania recibió su primer ataque de la temporada el 21 de septiembre, lo que resultó en el daño de instalaciones en regiones del centro y occidente, informó Ukrenergo.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se comprometió a mejorar significativamente los sistemas antiaéreos, que ya han demostrado mayor efectividad que el año pasado.

“Todos deben desempeñar su parte en las labores defensivas para garantizar que la agresión rusa no paralice a Ucrania este año. Al igual que en el campo de batalla, en todas las áreas debemos ser resistentes y fuertes”, declaró Zelenskyy en un discurso reciente a la nación.

El primer ministro ucraniano Denys Shmyhal anunció recientemente que Estados Unidos ha destinado 522 millones de dólares para equipamiento energético y la protección de la infraestructura de Ucrania.

“Estamos en el umbral de un invierno difícil. Gracias al apoyo de nuestros aliados, soportamos exitosamente el último, que fue la temporada invernal más difícil en nuestra historia”, dijo Shmyhal.

La cadena minorista Epicenter indicó que las ventas de generadores aumentaron 80% en agosto comparadas con las del año pasado, y las ventas de estaciones de carga portátiles se incrementaron 25 veces más.

Yurii Musienko, que también vive en Moshchun y tiene 45 años, igualmente planea depender en gran medida de la leña. Tiene una estufa a leña en su pequeño remolque de madera que le fue proporcionado por dos años, el cual está junto a su casa en ruinas.

“Ya me adapté”, expresó sonriendo. Las puertas de su casa todavía tienen hoyos por la explosión de municiones, un recordatorio de cuando las fuerzas rusas intentaron tomar la capital ucraniana.

“Ojalá nadie tenga que soportar nunca dichas condiciones”, dijo su madre, Valentyna Kiriian, quien vive en un remolque de plástico separado, ubicado en el mismo patio.

Lleva puesto un sombrero y un abrigo, y varias capas de ropa para conservar el calor. Dice que el frío ya ha llegado, lo que la obliga a dormir completamente vestida, de forma muy similar al invierno pasado.

Durante los apagones del invierno anterior, madre e hijo dependieron de alimentos enlatados. Ocasionalmente, Valentyna visitaba a su vecino, cuya casa permaneció intacta y tenía una estufa de gas para hervir agua.

“Es difícil para mí hablar sobre eso. Me duele el alma y mi corazón llora”, dijo.

DTEK, una empresa energética privada de Ucrania, ha pasado los últimos siete meses reparando su infraestructura dañada y reforzando la protección de su equipo ante el invierno que se acerca.

La empresa invirtió unas 20.000 millones de grivnas ucranianas (550 millones de dólares) con el fin de estar lista para la próxima estación, y perdió miles de millones de grivnas debido a las alteraciones del año pasado provocadas por los ataques rusos, según su director general Maxim Timchenko.

“Aprendimos nuestras lecciones”, comentó Timchenko.

Andrii Horchynskyi, de 49 años, que vive en la aldea Maliutianka a unos 25 kilómetros (15 millas) al suroeste de Kiev, ha invertido más de 30.000 dólares en años recientes para garantizar que su casa sea autosuficiente, e incrementó esas acciones desde que Rusia invadió Ucrania.

El año pasado gastó 12.000 dólares en la instalación de paneles solares para ayudar a generar electricidad para su espaciosa casa, donde otros miembros de su familia extendida llegaron a pasar el invierno, ocho de los cuales sobreviven cómodamente.

“Aquí teníamos todo un hormiguero”, recuerda Horchynskyi.

Está convencido de que los rusos intentarán dañar la infraestructura de gas de Ucrania, que él cree se encarecerá o incluso no estará disponible. Ante ese panorama, ha instalado un calentador de agua que funciona con trocitos de pino. También almacena 1,5 metros cúbicos de agua en su patio.

“Bombardearán incluso más este invierno que el anterior”, vaticinó Horchynskyi.

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Dmytro Zhyhinas contribuyó a este despacho.

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