Ucrania pide una “respuesta firme” al bombardeo que mató a más de 50 personas, entre ellas cinco niños
El presidente Volodymyr Zelensky califica el ataque a la estación de Kramatorsk de crimen de guerra e insta a los líderes mundiales a introducir un embargo energético total
Ucrania exigió una “respuesta firme” contra Moscú después de que el brutal ataque con misiles de Rusia contra una estación de tren repleta de civiles matara el viernes por la mañana al menos a 52 personas.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, expresó que esperaba una “respuesta firme y global a este crimen de guerra” al dirigirse a su país el viernes por la noche. Entre los muertos hay al menos cinco niños, mientras que decenas de personas resultaron gravemente heridas.
“Al igual que la masacre de Bucha, al igual que muchos otros crímenes de guerra rusos, el ataque con misiles sobre Kramatorsk debe ser uno de los cargos en el tribunal, lo que seguramente ocurrirá”, señaló.
La estación de tren de la región de Donbás se había utilizado para evacuar a los civiles de las zonas sometidas a los bombardeos rusos. Según el gobernador de la región, 98 personas -36 hombres, 16 niños y cuatro mujeres- fueron trasladadas al hospital.
Un proyectil encontrado en el lugar tenía escrito en ruso “para los niños”, según las imágenes y el vídeo tomados después, que también mostraban cuerpos en los bancos del andén y pertenencias ensangrentadas, entre ellas juguetes y un cochecito de bebé.
El alcalde de la ciudad había calculado que había unas 4.000 personas en la estación de tren -todas ellas intentando evacuar- cuando los rusos empezaron a bombardear.
Zelensky subrayó: “Es necesario introducir un embargo energético total: sobre el petróleo, sobre el gas. Son las exportaciones de energía las que proporcionan la mayor parte de los beneficios de Rusia y permiten a los dirigentes rusos creer en su impunidad”.
“Esto permite a Rusia esperar que el mundo ignore los crímenes de guerra de su ejército”, continuó el presidente. “No lo permitiremos. Todos los que en el mundo tienen el valor, como los ucranianos, de resistir a la tiranía no lo permitirán”.
También hizo hincapié en que los bancos rusos deben ser desconectados completamente del sistema financiero mundial.
“No algunos, sino todos, todo el sistema bancario de Rusia”, y añadió que es “inadmisible que la mayor amenaza para la seguridad mundial se abra camino hacia la riqueza mundial”.
Washington denunció las “horribles y devastadoras imágenes”, mientras que la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, indicó estar “horrorizada” por los reportes y mencionó que el ataque a civiles era un crimen de guerra. “Pediremos cuentas a Rusia y a Putin”, añadió.
Boris Johnson dijo que el ataque “muestra la profundidad a la que se ha hundido el otrora célebre ejército de Putin”, y añadió que el crimen no quedará impune.
Por su parte, la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, declaró que se han acordado 10 corredores humanitarios para la evacuación de personas en todo el país. Esto incluye corredores para las personas que salgan de Mariúpol en transporte privado, explicó.
Moscú niega el ataque a la estación de tren de Kramatorsk y menciona que los misiles utilizados para atacar la estación de tren solo fueron utilizados por los militares ucranianos.
Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, Moscú ha negado repetidamente haber atacado a los no combatientes. Sin embargo, la ONU estima que 1.611 civiles ucranianos han muerto hasta ahora en el conflicto, señalando que la cifra real es probablemente mucho mayor.
La semana pasada, el ejército ucraniano recuperó muchas ciudades de los alrededores de Kyiv, que habían sido ocupadas por las tropas rusas. En Bucha, un suburbio al noroeste de la capital, se descubrieron tres fosas comunes. Al menos 320 civiles fueron asesinados allí, según el alcalde de la ciudad.