Sudáfrica investiga misterioso vuelo con 150 palestinos provenientes de de Gaza

Los servicios de inteligencia de Sudáfrica investigan quién organizó el viaje de un avión chárter que aterrizó en Johannesburgo con más de 150 palestinos de la devastada Gaza, quienes no contaban con los documentos de viaje correspondientes y fueron retenidos en la pista durante cerca de 12 horas, dijo el viernes el presidente del país.
El avión aterrizó el jueves por la mañana en el Aeropuerto Internacional O.R. Tambo, pero a los pasajeros no se les permitió bajar de la aeronave hasta esa noche después de que las entrevistas de inmigración con los palestinos revelaron que no podían decir dónde o cuánto tiempo estarían en Sudáfrica, dijo la agencia fronteriza del país.
Dicha agencia señaló que los palestinos tampoco tenían los sellos de salida o comprobantes que normalmente serían emitidos por las autoridades israelíes a las personas que salen de Gaza.
Las acciones de las autoridades sudafricanas al negarse inicialmente a permitir que los pasajeros bajaran del avión provocaron fuertes críticas de organizaciones no gubernamentales, que dijeron que los 153 palestinos —entre los que había familias con niños y una mujer embarazada de nueve meses— fueron mantenidos en condiciones extremas en el avión, cuya temperatura interior era considerablemente alta y donde no había comida ni agua.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa dijo que se inició una investigación para descubrir cómo los palestinos llegaron a Sudáfrica a través de una escala en Nairobi, Kenia.
“Son personas de Gaza que, de alguna manera misteriosa, abordaron un avión que pasó por Nairobi y llegó aquí”, dijo el mandatario.
Palestinos “explotados”
La embajada palestina en Sudáfrica dijo en un comunicado que el vuelo fue organizado por “una organización no registrada y engañosa que se aprovechó de las trágicas condiciones humanitarias de nuestro pueblo en Gaza, engañó a las familias, recibió dinero de ellas y facilitó su viaje de manera irregular e irresponsable. Esta entidad luego intentó desentenderse de cualquier responsabilidad una vez que surgieron complicaciones”.
La embajada no reveló quién fletó el vuelo, pero un funcionario militar israelí, que declaró de manera anónima para mencionar información confidencial, dijo que una organización llamada Al-Majd organizó el transporte de unos 150 palestinos de Gaza a Sudáfrica.
El funcionario dijo que Israel escoltó autobuses organizados por Al-Majd que llevaron a los palestinos desde un punto de encuentro en la Franja de Gaza hasta el cruce de Kerem Shalom. Luego, autobuses de la organización recogieron a los palestinos y los llevaron al aeropuerto de Ramon en Israel, desde donde salieron del país.
Las autoridades sudafricanas dijeron que 23 de los palestinos habían viajado a otros países, sin mencionar cuáles fueron, pero 130 permanecieron y se les permitió entrar después de la intervención del Ministerio del Interior de Sudáfrica y una oferta de una ONG llamada Gift of the Givers para alojarlos.
“Aunque no tienen los documentos y papeles necesarios, son personas de un país desgarrado por el conflicto, un país devastado por la guerra, y por compasión, por empatía, debemos recibirlos y lidiar con la situación que enfrentan”, dijo Ramaphosa.
Una operación turbia
La naturaleza secreta del vuelo hizo que varios grupos de derechos humanos temieran que fuera un intento del gobierno israelí de expulsar a los palestinos de Gaza.
El ministerio de relaciones exteriores de Israel remitió las preguntas al Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT, por sus siglas en inglés), la autoridad israelí responsable de implementar políticas civiles en los territorios palestinos. Señaló que los palestinos que abordaron el avión chárter salieron de la Franja de Gaza tras recibir la aprobación de un tercer país para recibirlos como parte de una política del gobierno israelí que permite la salida de los residentes de Gaza. No identificó a ese tercer país.
Cerca de 40.000 personas han salido de Gaza desde el inicio de la guerra en virtud de la política.
El gobierno israelí recibió con beneplácito una promesa del presidente Estados Unidos, Donald Trump, de vaciar permanentemente Gaza de sus más de 2 millones de habitantes, un plan que, según grupos de derechos humanos, equivaldría a una limpieza étnica. En aquel momento, Trump dijo que no se les permitiría regresar.
Desde entonces, el mandatario estadounidense se ha alejado de este plan y negoció un alto el fuego entre Israel y el grupo armado Hamás que permite que los palestinos permanezcan en el enclave.
El presidente sudafricano dijo que, al parecer, los palestinos que llegaron a Johannesburgo habían sido “expulsados” de Gaza, sin dar más detalles. El comentario se produjo después de que dos representantes de ONG sudafricanas afirmaran que Al-Majd estaba afiliado a Israel y trabajaba para retirar a los palestinos de la Franja.
No dieron pruebas para respaldar sus afirmaciones, y el COGAT no respondió a una solicitud de comentarios sobre las mismas.
El fundador de Gift of the Givers, Imtiaz Sooliman, uno de los que denunció la participación de lo que llamó “organizaciones de fachada de Israel”, dijo que este era el segundo avión que llegaba a Sudáfrica en circunstancias misteriosas después de uno que aterrizó con más de 170 palestinos a bordo el 28 de octubre. La llegada de ese vuelo no fue anunciada por las autoridades.
Sooliman dijo que, al principio, los pasajeros del avión que aterrizó recientemente no sabían a dónde iban y no se les dio comida durante los dos días que tomó viajar a Johannesburgo.
“No se les dio nada en el avión mismo y esto debe ser impugnado e investigado”, dijo Sooliman.
Durante mucho tiempo, Sudáfrica ha sido un defensor de la causa palestina y un crítico de Israel, y ha liderado el movimiento internacional propalestino, acusando a Tel Aviv de cometer genocidio contra los palestinos en Gaza en un caso altamente controvertido en el máximo tribunal de las Naciones Unidas. Israel niega haber cometido genocidio y ha denunciado a Sudáfrica como el “brazo legal” de Hamás.
Las personas que terminaron en Sudáfrica subrayan la desesperación de los palestinos tras una guerra de dos años, en la que han muerto más de 69.000 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, y en la que el territorio ha quedado reducido a escombros. El recuento de fallecimientos del ministerio no distingue entre combatientes y civiles, pero dice que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. Un frágil alto el fuego aún está en vigor.
Una organización con sede en Jerusalén
Una organización llamada Al-Majd Europe ha sido vinculada al traslado de palestinos fuera de Gaza. Se describe a sí misma en su sitio web como una organización humanitaria fundada en 2010 en Alemania y con sede en Jerusalén que proporciona ayuda y esfuerzos de rescate a comunidades musulmanas en zonas de conflicto.
En el sitio web no aparecen números telefónicos de oficina ni su dirección exacta. El grupo afirma que Al-Majd Europe trabaja con una variedad de organizaciones, incluidas 15 agencias internacionales, pero no se menciona ninguna de ellas, y un mensaje de “se anunciará pronto” se aparecía el viernes en esa sección.
Otro mensaje que apareció el viernes en el sitio web decía que varias personas estaban suplantándola para solicitar dinero o criptomonedas “bajo el pretexto de facilitar viajes o ayuda humanitaria”. Hasta el momento, Al-Majd Europe no ha respondido a una solicitud de comentarios enviada a una dirección de correo electrónico proporcionada en su sitio.
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Imray informó desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y Frankel informó desde Jerusalén. Michelle Gumede y Mogomotsi Magome contribuyeron a este informe.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.




