¿Qué ventajas podrían ofrecer las armas occidentales a la contraofensiva ucraniana?
Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, su ejército dependía fundamentalmente de arsenales de la era soviética
Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, su ejército dependía fundamentalmente de arsenales de la era soviética, desde tanques hasta artillería y aviones de combate.
Aunque ese armamento le ayudó a Ucrania a defenderse de un asalto ruso a Kiev, su capital, y evitar una derrota total en las primeras semanas de la guerra, el país ha recibido desde entonces miles de millones de dólares en asistencia militar, incluidas armas más modernas de fabricación occidental.
La contraofensiva de Ucrania, actualmente en sus primeras etapas, podría mostrar si los nuevos sistemas de armas han fortalecido su capacidad para hacer frente a Rusia y en qué medida.
Los analistas son cautelosamente optimistas.
“Ucrania se encuentra en una posición mucho mejor para emprender una guerra de armas combinadas que en la que se encontraba al principio de la reinvasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia”, opina George Barros, analista para asuntos de Rusia del Center for Strategic International Studies (Centro de Estudios Estratégicos Internacionales).
Este es un vistazo a algunas de las armas occidentales recibidas por Ucrania y las ventajas que podrían ofrecer.
ATAQUE DE OBJETIVOS
Ha recibido mucha atención un sofisticado lanzacohetes de fabricación estadounidense enviado a Ucrania, el HIMARS (acrónimo de High Mobility Artillery Rocket System, o Sistema de cohetes de artillería de alta movilidad), y por una buena razón: le dieron a Kiev la capacidad de alcanzar objetivos más lejanos y con mucha mayor precisión que los equipos soviéticos.
En la actual contraofensiva veraniega, los HIMARS —que han dado a las tropas ucranianas la capacidad de atacar un objetivo a una distancia de hasta 80 kilómetros (50 millas) y luego desplazarse rápidamente— se utilizaron para destruir puentes cerca de la ciudad sureña de Jersón, aislando a las tropas rusas entre sí y de sus rutas de suministro.
Desde entonces, Ucrania ha pedido misiles de mayor alcance que también pueden ser lanzados desde los HIMARS y que podrían alcanzar objetivos a hasta 300 kilómetros (190 millas) de distancia. Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados se han mostrado reacios todavía a proporcionarlos.
Aun así, Washington acordó en febrero enviar bombas de pequeño diámetro lanzadas desde tierra, que tienen un alcance de 150 kilómetros (90 millas) cuando son disparadas por los HIMARS, y Reino Unido anunció la entrega de misiles de crucero Storm Shadow, con un alcance de 550 kilómetros (340 millas).
Ambas armas ya han sido empleadas en combate, extendiendo el alcance de Ucrania.
DEFENSA AÉREA
A lo largo de la guerra, Rusia ha arrojado misiles sobre ciudades e infraestructura de Ucrania casi a diario.
Para defenderse de esos ataques aéreos, Occidente ha enviado a Ucrania los sistemas de defensa Patriot y Avenger.
Los misiles Patriot, que cuestan 4 millones de dólares cada uno, fueron concebidos para proteger de ataques con misiles balísticos de mayor calibre, dejando las armas más simples para hacer frente a los aviones no tripulados iraníes baratos y de vuelo lento que suelen utilizar los rusos.
Incluso con estos nuevos sistemas de defensa aérea, Ucrania ha pasado problemas para proteger su territorio de los ataques aéreos rusos diarios.
Rusia ha empleado misiles balísticos y de crucero de largo alcance para atacar objetivos en las profundidades de Ucrania, evitando arriesgar sus aviones de combate después de perder muchos de ellos en las etapas iniciales de la invasión. El fracaso de Moscú de controlar el espacio aéreo ucraniano fue una de las mayores sorpresas de la guerra.
Ucrania también ha mantenido lejos de la línea del frente su fuerza aérea, mucho más pequeña, integrada por aviones Sukhoi y Mig-29 de fabricación soviética. Para minimizar posibles pérdidas, sólo los ha utilizado para lanzar misiles desde grandes distancias.
Ucrania ha presionado desde hace mucho tiempo a Occidente paras que le proporcione aviones caza, pero no se espera que eso ocurra en el corto plazo.
“Ucrania estaría en una posición mucho mejor para lograr una victoria más contundente y el éxito en un plazo más corto si tomáramos estas decisiones mucho más rápido”, manifiesta Barros.
ARTILLERÍA
Conocidos desde hace mucho tiempo como los “Reyes de la batalla”, los sistemas de artillería son clave en cualquier guerra, pero especialmente en Ucrania. Las tropas rusas se han atrincherado en todo el sur y el este del país. Expulsarlos requerirá una artillería significativa.
La artillería puede derribar inmuebles y armas enemigas desde distancias razonables y causar tal caos que las tropas enemigas se ven obligadas a retirarse. Las fuerzas ucranianas están haciendo un uso intensivo de la artillería en las batallas alrededor de Zaporiyia, donde se desarrolla la contraofensiva en sus primeras etapas.
Ucrania tenía mucha artillería para empezar, pero ahora tiene también obuses M777 estadounidenses y Panzerhaubitze 2000 alemanes, los cuales son más precisos y poderosos que con los que comenzó a frenar la invasión.
TANQUES Y VEHÍCULOS BLINDADOS
Ucrania necesita la “fuerza de ataque” de los tanques y otros vehículos de combate si quiere atravesar las líneas rusas, apunta Barros.
Los tanques entregados hasta ahora, que incluyen múltiples modelos de Leopards alemanes y Challengers británicos, son más sofisticados que los tanques T-64 y T-72 de diseño soviético en los que confiaba Ucrania al comienzo de la invasión.
También tienen un blindaje mucho mejor y pueden atacar con mayor precisión que los tanques rusos, según Craig Cartier, un analista jubilado de la Unión Soviética para Estados Unidos y con más de tres décadas de experiencia.
Entretanto, Washington ha enviado vehículos de combate Bradley, que ofrecen una mejor protección para los soldados que transportan y tienen una mejor potencia de fuego en comparación con los vehículos blindados de la era soviética que ha empleado Ucrania.
Todos estos vehículos pueden infligir muchas bajas y destruir otros sistemas de armas, lo que los hace invaluables para una contraofensiva.
Sin embargo, quizá lo más importante para el éxito de Ucrania hayan sido los propios ucranianos. Tanto Barros como Cartier afirman que la experiencia y la capacitación de las tropas ucranianas, y no sólo las armas proporcionadas por Occidente, las han convertido en una fuerza letal.
Los ucranianos “han demostrado la capacidad no sólo de dominar el equipo y las tácticas, sino también de poder hacer cosas que nadie más ha podido hacer, como lo demuestra su magia” en la defensa aérea, comenta Cartier.
Las fuerzas ucranianas han recibido en Reino Unido y Alemania, además de otros países vecinos, adiestramiento en tácticas de infantería y el manejo de ciertos equipos especializados, como los tanques Challenger-2.
Con todo, es imposible saber cómo se desarrollará la contraofensiva, comenta Barros.
“Lo que sí puedo decir es que cada vez que los ucranianos han tenido la oportunidad de demostrar su fortaleza y determinación en el campo de batalla, siempre han superado las expectativas”, afirma.