Policía lleva al sospechoso de atentar contra líder de Eslovaquia a su casa para buscar pruebas
Un hombre acusado de intentar asesinar al primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, fue escoltado por la policía hasta su vivienda el viernes en la mañana en una medida que, según la prensa, formaba parte de un operativo de búsqueda de pruebas.
Fico, de 59 años, recibió múltiples disparos el miércoles mientras saludaba a simpatizantes tras una reunión de su gobierno celebrada en la antigua ciudad minera de Handlova. En un primer momento, las autoridades dijeron que los doctores estaban tratando de salvarle la vida, pero tras una operación de cinco horas indicaron que estaba grave pero estable.
La de Fico es desde hace años una figura divisiva dentro y fuera de Eslovaquia. Su regreso al poder el año pasado con una plataforma prorrusa y antiestadounidense llevó a sus socios de la Unión Europea y la OTAN a preocuparse porque el país pudiese abandonar el rumbo prooccidental, especialmente en cuestiones relacionadas con Ucrania.
La televisora estatal, Markiza, mostró imágenes del sospechoso siendo trasladado a su casa en la localidad de Levice el viernes en la mañana, y reportó que la policía se incautó de una computadora y varios documentos. La policía no realizó comentarios ya que la fiscalía prohíbe hacer pública la identidad del sospechoso y otros detalles del caso.
Funcionarios gubernamentales describieron en la víspera al sospechoso como un “lobo solitario" que no pertenecía a ningún grupo político, aunque antes dijeron que el atentado tenía motivaciones políticas.
Informaciones no confirmadas publicadas en la prensa sugerían que el sospechoso podría ser un jubilado de 71 años, conocido por ser poeta aficionado y que podría haber trabajado como guarda de seguridad en un centro comercial en el suroeste del país.
La oficina presidencial indicó el viernes que se estaba trabajando para organizar una reunión entre los líderes de los partidos con representación en el parlamento el martes. La presidenta saliente del país, Zuzana Caputova, anunció en la víspera la iniciativa junto a su sustituto, Peter Pellegrini, en un intento de reducir las tensiones sociales.