Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

Policía de París admite fallos graves de seguridad tras robo en el Louvre

Thomas Adamson
Miércoles, 29 de octubre de 2025 12:02 EDT
FRANCIA LOUVRE SEGURIDAD
FRANCIA LOUVRE SEGURIDAD (AP)

La policía francesa reconoció el miércoles importantes brechas en las defensas del Louvre, intensificando el ajuste de cuentas nacional sobre cómo Francia protege sus tesoros luego del deslumbrante robo a plena luz del día.

El jefe de policía de París, Patrice Faure, dijo a senadores que los sistemas envejecidos y las reparaciones lentas dejaron puntos débiles en el museo más visitado del mundo.

"No se ha dado un paso tecnológico", afirmó, señalando que partes de la red de video aún son analógicas, produciendo imágenes de menor calidad que son lentas de compartir en tiempo real.

Una renovación largamente prometida —un proyecto de 93 millones de dólares que requiere aproximadamente 60 kilómetros (37 millas) de nuevo cableado— "no estará terminada antes de 2029-2030", comentó.

También reveló que la autorización del Louvre para operar sus cámaras de seguridad expiró en julio y no fue renovada, un descuido burocrático que algunos ven como un símbolo de una negligencia más amplia después de que los ladrones forzaron una ventana de la Galería Apolo, cortaron vitrinas con herramientas eléctricas y huyeron con ocho piezas de las joyas de la corona francesa en minutos mientras los turistas estaban dentro.

"La policía llegó llegaron extremadamente rápido", expresó Faure, pero añadió que el retraso ocurrió antes: desde la primera detección, pasando por la seguridad del museo, hasta la línea de emergencia y el comando policial.

Faure y su equipo indicaron que la primera alerta a la policía no provino de las alarmas del Louvre, sino de un ciclista afuera que llamó a la línea de emergencia después de ver a hombres con casco y un elevador de cesta.

Pronto expira el plazo para mantener detenidos a los sospechosos

Las autoridades dicen que dos sospechosos fueron arrestados durante el fin de semana, incluyendo uno detenido en el Aeropuerto Charles-de-Gaulle mientras intentaba salir de Francia. Según las normas francesas, la policía puede detener a un sospechoso hasta 96 horas; ese límite expira tarde el miércoles, cuando los fiscales deben acusar a los sospechosos, liberarlos o buscar una prórroga del juez. El Louvre valora las ocho piezas robadas en aproximadamente 102 millones de dólares. Ninguna ha sido confirmada como recuperada.

El robo también ha expuesto un defecto en el seguro: las autoridades dicen que las joyas no estaban aseguradas de manera privada. El estado francés se autoasegura sus museos nacionales, porque las primas para cubrir un patrimonio invaluable son astronómicamente altas, lo que significa que el Louvre no recibirá compensación por la pérdida. El golpe financiero, al igual que la herida cultural, es total.

Faure indicó que no hay soluciones rápidas. Rechazó las llamadas para un puesto policial permanente dentro del palacio-museo, advirtiendo que establecería un precedente inviable y haría poco contra equipos rápidos y móviles. "Estoy firmemente en contra", señaló. "El problema no es un guardia en una puerta; es acelerar la cadena de alerta".

Instó a los legisladores a autorizar herramientas que no están actualmente disponibles: detección de anomalías basada en IA y seguimiento de objetos (no reconocimiento facial) para señalar movimientos sospechosos y seguir scooters o equipos a través de cámaras de la ciudad en tiempo real.

El robo del 19 de octubre fue rápido y simple. En la prisa de la mañana, los ladrones llegaron a la galería de joyas cerca de las ventanas que dan a la calle, cortaron vitrinas reforzadas y desaparecieron en minutos. El ex ladrón de bancos David Desclos dijo a la AP que la operación fue típica y las vulnerabilidades eran evidentemente obvias en el diseño de la galería.

Funcionarios del museo y la cultura bajo presión

La ministra de Cultura Rachida Dati se ha mantenido a la defensiva, rechazando la renuncia del director del Louvre e insistiendo en que las alarmas funcionaron mientras reconocía que "existían brechas de seguridad". Ha revelado pocos detalles, citando investigaciones en curso.

El ajuste de cuentas llega a un museo ya bajo presión. En junio, el Louvre cerró en una huelga espontánea del personal, incluidos agentes de seguridad, por multitudes inmanejables, falta crónica de personal y condiciones "insostenibles". Los sindicatos dicen que el turismo masivo y la construcción crean puntos ciegos, una vulnerabilidad subrayada por los ladrones que llevaron un elevador de cesta a la fachada que da al Sena y llegaron a una sala que exhibe las joyas de la corona.

Faure sostuvo que la policía ahora rastreará los plazos de los permisos de vigilancia en todas las instituciones para evitar repeticiones del descuido de julio. Pero enfatizó que la solución más grande es disruptiva y lenta: arrancar y reconstruir los sistemas centrales mientras el palacio permanece abierto, y actualizar la ley para que la policía pueda actuar sobre movimientos sospechosos en tiempo real, antes de que un scooter desaparezca en el tráfico de París.

Los expertos temen que las piezas robadas ya puedan estar descompuestas y las piedras recortadas para borrar su pasado, una perspectiva que añade urgencia al debate de Francia sobre cómo protege lo que el mundo viene a ver.

___________________________________

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in