Padre de joven asesinada en Italia pide a los hombres que sean agentes de cambio
El padre de una joven cuyo asesinato provocó indignación en toda Italia exhortó a los hombres el martes durante su funeral en Padua a ser “agentes de cambio” de una cultura que con frecuencia “devalúa la vida de las mujeres”.
En la calle, miles de personas tañeron campanas o sacudieron llaveros, parte de una campaña de “ruido” contra la violencia de género que ha crecido en intensidad en las semanas desde que se halló a Giulia Cecchetin, de 22 años, degollada en una zanja en las estribaciones de los Alpes el 18 de noviembre. Ella desapareció una semana antes al mismo tiempo que su exnovio, con quien se había encontrado para comer una hamburguesa.
Filippo Turetta, de 21 años, fue arrestado en Alemania y está preso en una cárcel italiana a la espera de la presentación de cargos. Turetta no ha efectuado declaraciones públicas, pero su abogado dijo a la prensa que confesó el crimen al ser interrogado por los fiscales.
Checchetin es una de las 102 mujeres asesinadas hasta mediados de noviembre en Italia, más de la mitad de ellas por parejas o exparejas, según el Ministerio del Interior.
Unas 10.000 personas, entre las que se encontraban el ministro de Justicia, asistieron al oficio fúnebre en la catedral de Santa Giustina en Padua y en la plaza de enfrente. Muchas llevaban cintas de la campaña contra el feminicidio.
“El feminicidio suele ser producto de una cultura que devalúa las vidas de las mujeres, víctimas de quienes debían amarlas. En cambio, fueron acosadas, sometidos a largos períodos de abusos hasta que pierden totalmente su libertad, hasta que pierden también a vida”, dijo el padre de la joven, Gino Cecchetin. "¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo pudo sucederle esto a Giulia?".
Las familias, las escuelas, la sociedad civil y la prensa deben “cortar un ciclo”, dijo.
“Me dirijo en primer lugar a los hombres porque debemos demostrar que somos los agentes del cambio contra la violencia de género”, dijo el padre, quien exhortó a los hombres a escuchar a las mujeres y no volver la espalda a las señales de violencia, “incluso las menores”.